Resumen y apuntes:
Una palabra conforma un símbolo que une diversos aspectos del lenguaje, ya sea la forma de su realización sonora o escrita (competencia fonológica), ya el papel que ocupa dentro de la oración (competencia sintáctica), ya la información referida (competencia semántica).
La fonética estudia los mecanismos de producción y percepción de los sonidos del habla, mientras que para la descripción de los sonidos como organización para generar significados, la disciplina implicada es la fonología. Entre las áreas que deben tratarse encontramos:
La articulación
Procesos principales:
Generación de aire: Producido en los pulmones (cavidad infraglótica).
Fonación: Vibración de los pliegues vocales (voz modal, susurro, etc.).
Articulación: Configuración de los órganos articuladores (labios, lengua, paladar blando, glotis).
Clasificación de los sonidos consonánticos:
Modo de articulación: Forma en la cual el aire va saliendo (oclusivo, fricativo, nasal, etc.)
Punto de articulación: Lugar donde se crea el obstáculo al aire (bilabial, alveolar, etc.)
Actividad de las cuerdas vocales: Presente a o ausente de vibración (sonoro o sordo).
Modos de articulación
Obstruyentes: Cierre parcial o total.
Oclusivas: [p], [t], [k]
Fricativas: [f], [s], [x]
Africadas: [ʧ]
Nasales: Conducto bucal cerrado; aire por cavidad nasal: [m], [n], [ɲ]
Aproximantes: Conducto más abierto, sin fricción: [β], [ð], [ɣ].
Laterales: aire por los lados: [l].
Vibrantes: Alternancia de cierre y apertura: [ɾ], [r].
Vocales
Definidas por:
Abertura oral: alta, media, baja.
Posición de la lengua: anterior, central, posterior.
Vocales del español: [i], [e], [a], [o], [u].
La fonología organiza los sonidos en sistemas mentales (los fonemas) que contraponen para dar significados.
Fonemas y alófonos
Fonemas: Unidades abstractas que generan oposiciones que permiten diferenciación en pares mínimos (ej. [pero] frente a [perro]).
Alófonos: Variantes contextuales de un fonema, no generadoras de significados.
Ejemplo: /b/ → [b] (producido después de pausa), [β] (producido entre vocales).
Rasgos distintivos
Particularidades de los fonemas que permiten realizar contrastes semánticos.
Modos de articulación:
[+continuo]: flujo parcial de aire (fricativas, vocales, vibrantes). [-continuo]: cierre absoluto (oclusivas, nasales). Zona de articulación: [labial], [coronal], [dorsal].
Subrasgos: [±redondeada], [±anterior], [±distribuido].
Laringe: [±sonoro]: vibración de las cuerdas vocales (sonoros: /b/, /d/, /g/; sordos: /p/, /t/, /k/).
Procesos fonológicos
Fricativización: oclusivas sonoras → Fricativas entre vocales: /b/→[β], /d/→[ð], /g/→[ɣ].
Rotacismo (Andalucía): /l/→[ɾ](ej.: "calma"→[kaɾma]).
Lambdacismo (Caribe): /ɾ/→[l](ej.: "amor"→[amol]).
Estructura silábica: organización de los sonidos en grupos perceptibles.
Estructura prosódica: propiedades globales de la sílaba como el acento y la entonación. Patologías suprasegmentales: aprosodias, que afectan a la entonación adecuada.
Estructura Silábica
Conocimiento implícito sobre las sílabas. No hay sílabas en español formadas por una sola consonante. Ej.: */speRaR/→/espeRaR/
Clasificación de las rimas:
Asonante: coincidencia en la vocal acentuada (ej.: salir y jaTmin).
Consonante: coincidencia total desde la vocal acentuada (ej.: partir y salir).
La cadena hablada se organiza en: Sílabas, palabras y oraciones.
Construcción silábica:
Algoritmo de Estructura Silábica (AES): Identificar consonantes (C) y vocales (V). Vocales consecutivas (VV) son núcleos silábicos (N). Una C que precede o sigue a una V se asocia a ella. Asignar un nudo σ (símbolo de sílaba) a alrededor del núcleo.
Distinción básica de consonantes y vocales:
C: obstrucción del flujo de aire; V: flujo libre.
Clasificación articulatoria:
Segmentos [+cons] (ej.: /p/, /m/, /l/).
Segmentos [-cons] (ej.: /a/, /i/, /u/).
Semiconsonantes: /j/, /w/ (diptongos y triptongos).
Estructuras silábicas del español
Sonoridad: Los sonidos se distribuyen en función de su grado de sonoridad:
Escala: obstruyentes → nasales → líquidas → vocales.
Cima de sonoridad: el pico más alto de la escala dentro de una sílaba.
Estructura interna:
ataque: consonantes iniciales.
núcleo: siempre una vocal.
coda: consonantes finales.
rima: núcleo + coda.
Teoría de la sílaba
Principio de Maximalidad: todo segmento forma parte de la sílaba (σ).
Cada sílaba tiene una cima de sonoridad.
Principio del Ataque: la estructura prototípica es CV (consonante-vocal).
Datos empíricos: los niños prefieren sílabas abiertas.
Principio de Maximalización del Ataque: las secuencias consonánticas (CC) forman ataques complejos siempre que respeten:
descenso de sonoridad.
mínima diferencia en la escala de sonoridad.
Casos especiales del español:
ataques complejos permitidos: obstruyente + líquida (por ej.: /pl-, tr-/).
Restricciones: filtro alveolar: no se permiten las secuencias [+alveolar][+alveolar]. Mínima diferencia de dos puntos en sonoridad.
Estructura Prosódica
La prosodia confiere una melodía a la cadena hablada.
Ejemplo: el acento puede cambiar el significado de una oración.
El acento: Cima prosódica: representación melódica asociada al núcleo de la sílaba.
Reglas:
el acento cae sobre las vocales fuertes.
respetar la estructura prosódica de la palabra.
Espacio de reflexión:
Suponer que un árbol cae en mitad del bosque, provocando un gran estruendo, aunque no exista ninguna persona para oírlo, suscita diversas preguntas:
¿El árbol que cae ha provocado un sonido? Desde la perspectiva física de los fenómenos naturales, sí; es más, la caída del árbol produce, en efecto, ondas sonoras, y ocurre incluso en ausencia de receptor, por consiguiente, se trata de un fenómeno objetivo; de otro lugar, el sonido implica tensiones y frecuencias que viajan por el aire.
¿El árbol que cae ha producido un sonido audaz? Un sonido sólo se considera audaz si existe receptor, por lo tanto, una percepción humana, que se encargue de captar tales ondas sonoras y traducirlas en lo inteligible. Sin receptor, el fenómeno físico nunca se vería trascendido al plano perceptual; de ahí que se tuerce la realidad si, sin observadores, el sonido como experiencia subjetiva pueda llegar a existir.
Desde el plano filosófico, este conficto nos plantea una profunda tensión entre la existencia del objeto y la experiencia del sujeto. Desde una perspectiva física, el fenómeno es claro: el árbol que cae produce ondas sonoras que se transmiten de un modo u otro a través del aire, un acontecimiento que puede ser descrito de forma científica. Desde el plano perceptual y filosófico, el sonido, como experiencia depende de la presencia de un receptor. Esto nos lleva a preguntarnos si los fenómenos del mundo tienen una existencia objetiva y plena, sin un sujeto que los interprete.
Desde una visión más amplia, este dilema plantea la importancia del observador en la construcción de la realidad. Así como el sonido depende de un oyente para poder existir, muchas realidades de nuestro mundo obtienen sentido de manera simultánea a la forma en que nosotros actuamos frente a ellas o las percibimos. No significa que el mundo no pueda existir fuera de nosotros, sino que nuestra vivencia y lenguaje permiten modelar cómo podemos llegar a entender el sentido que tiene nuestra existencia.
Desde un punto de vista más personal también nos empuja a valorar el escuchar como un acto de relación con el mundo. Dado que el sonido necesita de un oyente para ser existencialmente parte de esa experiencia, el acto de escuchar no sería otro que un puente que permita unir la subjetividad con el acontecimiento del mundo exterior, y este, a su vez, resulta ser el necesario para que sean el entender, la comunicación y también la empatía, dándonos a comprender que nuestra percepción no sólo recoge el mundo, sino que también da sentido.