Querida Mamá *:
Cuando te despiertes yo ya me habré ido. He querido ahorrarte despedidas. Ya has sufrido bastante y lo que sufrirás María.
Ahora es de noche, mientras te escribo. El gato me mira como diciendo: “¿Es que no va a poder uno dormir en esta casa nunca?”
Quiero decirte por qué me voy, por qué te dejo, por qué no me quedo en el taller haciendo marcos para las puertas y enderezando sillas el resto de mi vida. Durante treinta años he observado a la gente de nuestro pueblo y he intentado comprender para que vivían, para qué se levantaban cada mañana y con qué esperanza se dormían todas las noches.
Juan el de las gaseosas, y con él la mitad de Nazaret, sueñan con hacerse ricos y creen de verdad que cuantas más cosas tengan más completos van a ser. El alcalde y los otros ponen el sentido de sus vidas en el conseguir más poder, ser obedecidos por más gente, tener capacidad para disponer del futuro de los otros hombres. El Rabino y sus beatas se han rendido ya a todo lo que signifique esforzarse por crecer y se disculpan haciéndolo pasar por voluntad de Dios.
El resultado es que la mayoría de los días son grises, las soledades demasiado grandes para ser soportadas por hombros normales, la amargura habitual de casa, las alegrías cortas y poco alegres.
A veces, Madre, cuando llegaba el cartero y sonaba la campanilla en la plaza del pueblo, cuando la gente acudía corriendo alrededor, yo me fijaba en esas caras que esperaban ansiosamente, delirantemente, de cualquier parta y con cualquier remitente, una buena noticia: ¡Hubieran dado la mitad de sus vidas porque alguien les hubiera abierto, desde fuera, un boquete en el cascarón! Me venían ganas de ponerme en medio y gritarles: “¡La Buena Noticia ya ha llegado! ¡El Reino de Dios está dentro de ustedes! ¡Las mejores cartas les van a llegar desde dentro! ¿Por qué les repiten que están cojos, si resulta que Dios les ha dado dos piernas de gacela?
Yo me siento prendido por la plenitud de la vida, Madre. Yo me descubro encendido en un fuego que me lleva y me hace contarles a los hombres noticias simples y hermosas, que ningún periódico dice nunca. Y quisiera quemar al mundo con esta llama; que en todos los rincones hubiera vida, pero vida en abundancia.
Ya sé que soy un carpintero sin bachillerato ni licenciatura y que apenas he cumplido la edad para poder hablar en público. No me importaría esperar más, pensarlo más, ser más maduro, “Hacer mi síntesis teológica…” Pero esta tarde me he enterado que han detenido a Juan, que bautizaba en el río. ¿Quién alimentará ahora la chispita de esperanza que aún humea en el corazón de los pobres? ¿Quién gritará lo que Dios quiere en medio de tanto gritos que no quieren a Dios? ¿Quién jurará a los sencillos y a los cansados que tienen derecho a vivir porque son queridos desde el principio del universo?
Hay demasiada infelicidad, mamá, como para que yo me contente con fabricar hamacas para unos pocos… Demasiados ciegos, demasiados pobres, demasiada gente para quien el mundo es la blasfemia de Dios. No se puede creer en Dios en un mundo donde los hombres mueren y no son felices…. A menos que esté del lado de los que dan la vida para que todo eso no siga sucediendo; para que el mundo sea como Dios lo pensó.
Si te he de decir la verdad, no tengo nada claro qué es lo que voy a hacer. Sé por dónde empezar. No sé donde terminaremos. Por lo pronto me voy a Cafernaum, a la orilla del lago, donde hay más gente, y lo que pase tendrá resonancia. Está amaneciendo.
Te escribiré. Te vendré a ver de vez en cuando. Las vecinas, el gato, las estrellas del cielo y Dios nuestro Señor te harán compañía en esa ola inmensa de convivencia fraterna con la naturaleza que los hombres no son capaces de descubrir.
Y cuando hagamos ese pequeño grupo de gente que viva como estamos hechos para hacerlo, podrás venirte con nosotros, llena de gracia, llena de flores, llena de ritmo, ¡Bendita entre todas las niñas de Israel! que me diste en fruto a mí.
Jesús…
Del Evangelio de San Mateo . Capítulo 5
[1] Al ver a la multitud, subió al monte. Se sentó y se le acercaron los discípulos. [2] Tomó la palabra y los instruyó en estos términos: [3] Dichosos los pobres de corazón, porque el reinado de Dios les pertenece. [4] Dichosos los afligidos, porque serán consolados. [5] Dichosos los desposeídos, porque heredarán la tierra. [6] Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. [7] Dichosos los misericordiosos, porque serán tratados con misericordia. [8] Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. [9] Dichosos los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios. [10] Dichosos los perseguidos por causa del bien, porque el reinado de Dios les pertenece. [11] Dichosos vosotros cuando os injurien, os persigan y os calumnien de todo por mi causa. [12] Estad alegres y contentos pues vuestra paga en el cielo es abundante. De igual modo persiguieron a los profetas que os precedieron. [13] Vosotros sois la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá su sabor? Sólo sirve para tirarla y que la pise la gente. [14] Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte. [15] No se enciende un candil para taparlo con un celemín, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos en la casa. [16] Brille igualmente vuestra luz ante los hombres, de modo que al ver vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre del cielo. [17] No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas.
Bienaventuranzas de 33 el musical de Toño Casado. https://www.youtube.com/watch?v=RQD31k2_wQc
Mi misión de 33 el musical de Toño Casado. https://www.youtube.com/watch?v=qotV9GEKOH0&list=OLAK5uy_lGrAK-LPQUCsnpz8IfnMOU3szwIbpei2Q&index=3
Respuestas de 33 el musical de Toño Casado. https://www.youtube.com/watch?v=V8FQoTzr2p4&list=OLAK5uy_lGrAK-LPQUCsnpz8IfnMOU3szwIbpei2Q&index=5
Creer en Jesús https://pastoralsj.org/index.php?option=com_flexicontent&view=item&cid=9&id=2851&Itemid=117
¿Ha cambiado en algo tu visión de Jesús?
¿Qué te parecen la bienaventuranzas? Léelas despacio ¿cuál te suena más rara? ¿Por qué?
¿Si Jesús viviera hoy sería carpintero?
Mensaje del Papa Francisco a los jóvenes de Colombia. Septiembre de 2017.
https://www.youtube.com/watch?v=ofxHwRUDf84
http://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/september/documents/papa-francesco_20170907_viaggioapostolico-colombia-fedeli.html
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2021, 12.02.2021
https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/02/12/mens.html
El mandamiento más importante.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
El joven rico.
17] Cuando se puso en camino, llegó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar vida eterna? [18] Jesús le respondió: —¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sólo Dios. [19] Conoces los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no perjurarás, no defraudarás, honra a tu padre y a tu madre. [20] Él le contestó: —Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud. [21] Jesús lo miró con cariño y le dijo: —Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a [los] pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después sígueme. [22] A estas palabras, frunció el seño y se marchó triste; pues era muy rico. [23] Jesús mirando en torno dijo a sus discípulos: —Qué difícil es que los ricos entren en el reino de Dios. [24] Los discípulos se asombraron de lo que decía. Pero Jesús insistió: —¡Qué difícil es entrar en el reino de Dios! [25] Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios. [26] Ellos quedaron espantados y se decían: —Entonces, ¿quién puede salvarse? [27] Jesús los quedó mirando y les dijo: —Para los hombres es imposible, no para Dios; todo es posible para Dios. [28] Pedro entonces le dijo: —Mira, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido. [29] Jesús le contestó: —Os aseguro que todo el que deje casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campos por mí y por la Buena Noticia [30] ha de recibir en esta vida cien veces más en casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y campos, con persecuciones, y en el mundo futuro vida eterna. [31] Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.
Lavatorio de los pies.
Evangelio de San Juan. Capítulo 13
[1] Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. [2] Durante la cena, cuando el Diablo había sugerido a Judas Iscariote que lo entregara, [3] sabiendo que todo lo había puesto el Padre en sus manos, que había salido de Dios y volvía a Dios, [4] se levantó de la mesa, se quitó el manto, y tomando una toalla, se ciñó. [5] Después echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba ceñida. [6] Llegó, pues, a Simón Pedro, el cual le dijo: —Señor, ¿tú me lavas los pies? [7] Jesús respondió: —Lo que yo hago no lo entiendes ahora, más tarde lo entenderás. [8] Replicó Pedro: —No me lavarás los pies jamás. Le respondió Jesús: —Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo. [9] Le dijo Simón Pedro: —Señor, si es así, no sólo los pies, sino las manos y la cabeza. [10] Le respondió Jesús: —El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues el resto está limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos. [11] –conocía al que lo iba a entregar y por eso dijo que no todos estaban limpios–. [12] Cuando les hubo lavado los pies, se puso el manto, se reclinó y dijo: —¿Entendéis lo que os he hecho? [13] Vosotros me llamáis maestro y señor, y decís bien. [14] Pues si yo, que soy maestro y señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros mutuamente los pies. [15] Os he dado ejemplo para que hagáis lo mismo que yo he hecho.
Deseo
Hakuna Group Music https://www.youtube.com/watch?v=8-WurxcHaSE
Deseo ser la luz que ilumine
Deseo ser la sal que dé sabor
Deseo ser el trigo que sí muere
Deseo ser el manantial de tu calor
Deseo ser un niño manso y humilde de corazón, ser siempre el último y no el primero
Ser escándalo para el mundo
Cargar sobre mis hombros la oveja perdida, ir mar adentro y echar las redes en tu nombre
Y que no nadie se pierda nadie
Deseo la fiesta del pecador que se convierte en ser pescador de hombres
Prender fuego y que arda el mundo
Dar de comer a multitudes
Deseo ir al mundo entero y anunciar el evangelio
Deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Y deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Deseo no tener donde reclinar la cabeza
Deseo no ser servido sino servir
Deseo tomar mi cruz de cada día
Dejar hermanos, casas y tierras por ti
Deseo amar al enemigo, respetarle hasta perder mi vida
Y así reencontrarla, a tu lado en lo más alto
Deseo ver tu rostro, Señor, no servir a nadie más que a ti
Alcanzar la vida eterna, entrando por la estrecha puerta
Deseo ser uno como el Padre y tú sois uno con todos los hombres
Estar borracho de su espíritu y ser tan bueno como el Padre
Alegrarme pues mi nombre
Está en el libro de los cielos
Deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Y deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Y deseo ser el compás de tus latidos
Cantar, volar, asaltar el cielo
Hasta desear como deseas tú
Fuente: Musixmatch
Imgen de https://www.cope.es/religion/hoy-en-dia/semana-santa/noticias/que-simboliza-lavatorio-los-pies-20210331_1217586
Imagen de https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-lavatorio/77d1fd63-1918-40b7-a79e-6d427e19bed8
El papa nos habla de este sacramento: https://thepopevideo.org/marzo-el-sacramento-de-la-reconciliacion/?lang=es
Evangelio: El hijo pródigo. Lc 15
Añadió: —Un hombre tenía dos hijos. [12] El menor dijo al padre: Padre, dame la parte de la fortuna que me corresponde. Él les repartió los bienes. [13] A los pocos días, el hijo menor reunió todo y emigró a un país lejano, donde derrochó su fortuna viviendo como un libertino. [14] Cuando gastó todo, sobrevino una carestía grave en aquel país, y empezó a pasar necesidad. [15] Fue y se puso al servicio de un hacendado del país, el cual lo envió a sus campos a cuidar cerdos. [16] Deseaba llenarse el estómago de las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. [17] Entonces recapacitando pensó: —A cuántos jornaleros de mi padre les sobra el pan mientras yo me muero de hambre. [18] Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: He pecado contra Dios y te he ofendido; [19] ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros. [20] Y se puso en camino a casa de su padre. Estaba aún distante cuando su padre lo divisó y se enterneció. Corriendo, se le echó al cuello y le besó. [21] El hijo le dijo: —Padre, he pecado contra Dios y te he ofendido, ya no merezco llamarme hijo tuyo. [22] Pero el padre dijo a sus criados: —Enseguida, traed el mejor vestido y vestidlo; ponedle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. [23] Traed el ternero cebado y matadlo. Celebremos un banquete. [24] Porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado. Y empezaron la fiesta. [25] El hijo mayor estaba en el campo. Cuando se acercaba a casa, oyó música y danzas [26] y llamó a uno de los criados para informarse de lo que pasaba. [27] Le contestó: —Es que ha regresado tu hermano y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado sano y salvo. [28] Irritado, se negaba a entrar. Su padre salió a rogarle que entrara. [29] Pero él respondió a su padre: —Mira, tantos años llevo sirviéndote, sin desobedecer una orden tuya, y nunca me has dado un cabrito para comérmelo con mis amigos. [30] Pero, cuando ha llegado ese hijo tuyo, que ha gastado tu fortuna con prostitutas, has matado para él el ternero cebado. [31] Le contestó: —Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. [32] Había que hacer fiesta porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado.
Actualización de El hijo pródigo. https://www.youtube.com/watch?v=3R8UkUIhKnQ
Te toca a ti.
¿Tenemos necesidad de perdón?
¿Qué consecuencias tiene pedir perdón y sentirse perdonado?
¿Qué condiciones son necesarias para perdonar de corazón?
Mt 15
Desde allí se marchó a la región de Tiro y Sidón. [22] Una mujer cananea de la zona salió gritando: —¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija es atormentada por un demonio. [23] Él no respondió una palabra. Se acercaron los discípulos y le suplicaron. —Señor, atiéndela, para que no siga gritando detrás de nosotros. [24] Él contestó: —¡He sido enviado solamente a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel! [25] Pero ella se acercó y se postró ante él diciendo: —¡Señor, ayúdame! [26] Él respondió: —No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos. [27] Ella replicó: —Es verdad, Señor; pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños. [28] Entonces Jesús le contestó: —Mujer, ¡qué fe tan grande tienes! Que se cumplan tus deseos. Y en aquel momento, su hija quedó sana. [29] Desde allí se dirigió al lago de Galilea, subió a un monte y se sentó. [30] Acudió una gran multitud que traía cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos enfermos. Los colocaban a sus pies y él los sanaba. [31] La gente quedaba admirada al ver que los mudos hablaban, los cojos caminaban, los lisiados quedaban sanados y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.
Lc 10
[25] En esto un doctor de la ley se levantó y, para ponerlo a prueba, le preguntó: —Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? [26] Jesús le contestó: —¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? [27] Respondió: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo. [28] Entonces le dijo: —Has respondido correctamente: obra así y vivirás. [29] Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo? [30] Jesús le contestó: —Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Tropezó con unos asaltantes que lo desnudaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. [31] Coincidió que bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo. [32] Lo mismo un levita, llegó al lugar, lo vio y pasó de largo. [33] Un samaritano que iba de camino llegó adonde estaba, lo vio y se compadeció. [34] Le echó aceite y vino en las heridas y se las vendó. Después, montándolo en su cabalgadura, lo condujo a una posada y lo cuidó. [35] Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al posadero y le encargó: Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta. [36] ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes?
CARTA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE LA FRATERNIDAD Y LA AMISTAD SOCIAL. Fragmento
Amor universal que promueve a las personas
106. Hay un reconocimiento básico, esencial para caminar hacia la amistad social y la fraternidad universal: percibir cuánto vale un ser humano, cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia. Si cada uno vale tanto, hay que decir con claridad y firmeza que «el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad»[81]. Este es un principio elemental de la vida social que suele ser ignorado de distintas maneras por quienes sienten que no aporta a su cosmovisión o no sirve a sus fines.
107. Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, y ese derecho básico no puede ser negado por ningún país. Lo tiene aunque sea poco eficiente, aunque haya nacido o crecido con limitaciones. Porque eso no menoscaba su inmensa dignidad como persona humana, que no se fundamenta en las circunstancias sino en el valor de su ser. Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad.
108. Hay sociedades que acogen parcialmente este principio. Aceptan que haya posibilidades para todos, pero sostienen que a partir de allí todo depende de cada uno. Desde esa perspectiva parcial no tendría sentido «invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida»[82]. Invertir a favor de los frágiles puede no ser rentable, puede implicar menor eficiencia. Exige un Estado presente y activo, e instituciones de la sociedad civil que vayan más allá de la libertad de los mecanismos eficientistas de determinados sistemas económicos, políticos o ideológicos, porque realmente se orientan en primer lugar a las personas y al bien común.
109. Algunos nacen en familias de buena posición económica, reciben buena educación, crecen bien alimentados, o poseen naturalmente capacidades destacadas. Ellos seguramente no necesitarán un Estado activo y sólo reclamarán libertad. Pero evidentemente no cabe la misma regla para una persona con discapacidad, para alguien que nació en un hogar extremadamente pobre, para alguien que creció con una educación de baja calidad y con escasas posibilidades de curar adecuadamente sus enfermedades. Si la sociedad se rige primariamente por los criterios de la libertad de mercado y de la eficiencia, no hay lugar para ellos, y la fraternidad será una expresión romántica más.
110. El hecho es que «una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella […] se convierte en un discurso contradictorio»[83]. Palabras como libertad, democracia o fraternidad se vacían de sentido. Porque el hecho es que «mientras nuestro sistema económico y social produzca una sola víctima y haya una sola persona descartada, no habrá una fiesta de fraternidad universal»[84].Una sociedad humana y fraterna es capaz de preocuparse para garantizar de modo eficiente y estable que todos sean acompañados en el recorrido de sus vidas, no sólo para asegurar sus necesidades básicas, sino para que puedan dar lo mejor de sí, aunque su rendimiento no sea el mejor, aunque vayan lento, aunque su eficiencia sea poco destacada.
111. La persona humana, con sus derechos inalienables, está naturalmente abierta a los vínculos. En su propia raíz reside el llamado a trascenderse a sí misma en el encuentro con otros. Por eso «es necesario prestar atención para no caer en algunos errores que pueden nacer de una mala comprensión de los derechos humanos y de un paradójico mal uso de los mismos. Existe hoy, en efecto, la tendencia hacia una reivindicación siempre más amplia de los derechos individuales —estoy tentado de decir individualistas—, que esconde una concepción de persona humana desligada de todo contexto social y antropológico, casi como una “mónada” (monás), cada vez más insensible. […] Si el derecho de cada uno no está armónicamente ordenado al bien más grande, termina por concebirse sin limitaciones y, consecuentemente, se transforma en fuente de conflictos y de violencias»[85].
¿Y si hoy me encontrara con Jesús?
Jn 1
[38] Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les dijo: —¿Qué buscáis? Respondieron: —Rabí –que significa maestro–, ¿dónde vives? [39] Les dijo: —Venid y ved. Fueron, pues, vieron dónde residía y se quedaron con él aquel día. Eran las cuatro de la tarde. [40] Uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro. [41] Encuentra primero a su hermano Simón y le dice: —Hemos encontrado al Mesías –que traducido significa Cristo–. [42] Y lo condujo a Jesús. Jesús lo miró y dijo: —Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Cefas–que significa Pedro–. [43] Al día siguiente Jesús se disponía marchar a Galilea, cuando encuentra a Felipe y le dice: —Sígueme. [44] Felipe era de Betsaida, patria de Andrés y Pedro. [45] Felipe encuentra a Natanael y le dice: —Hemos encontrado al que describen Moisés en la ley y los profetas: Jesús, hijo de José, natural de Nazaret. [46] Responde Natanael: —¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? Le dice Felipe: —Ven y verás.
Mc 10
Cuando se puso en camino, llegó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar vida eterna? [18] Jesús le respondió: —¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sólo Dios. [19] Conoces los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no perjurarás, no defraudarás, honra a tu padre y a tu madre. [20] Él le contestó: —Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud. [21] Jesús lo miró con cariño y le dijo: —Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a [los] pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después sígueme. [22] A estas palabras, frunció el seño y se marchó triste; pues era muy rico. [23] Jesús mirando en torno dijo a sus discípulos: —Qué difícil es que los ricos entren en el reino de Dios. [24] Los discípulos se asombraron de lo que decía. Pero Jesús insistió: —¡Qué difícil es entrar en el reino de Dios! [25] Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios. [26] Ellos quedaron espantados y se decían: —Entonces, ¿quién puede salvarse? [27] Jesús los quedó mirando y les dijo: —Para los hombres es imposible, no para Dios; todo es posible para Dios. [28] Pedro entonces le dijo: —Mira, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido.
Mc 5
Se fue con él. Le seguía un gran gentío que lo apretaba por todos lados. [25] Una mujer que llevaba doce años padeciendo hemorragias, [26] que había sufrido mucho en manos de distintos médicos gastando todo lo que tenía, sin obtener mejora alguna, al contrario, peor se había puesto, [27] al escuchar hablar de Jesús, se mezcló en el gentío, y por detrás le tocó el manto. [28] Porque pensaba: Con sólo tocar su manto, quedaré sana. [29] Al instante desapareció la hemorragia, y sintió en su cuerpo que había quedado sana. [30] Jesús, consciente de que una fuerza había salido de él, se volvió a la gente y preguntó: —¿Quién me ha tocado el manto? [31] Los discípulos le decían: —Ves que la gente te está apretujando, y preguntas ¿quién te ha tocado? [32] Él miraba alrededor para descubrir a la que lo había tocado. [33] La mujer, asustada y temblando, pues sabía lo que le había pasado, se acercó, se postró ante él y le confesó toda la verdad. [34] Él le dijo: —Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y sigue sana de tu dolencia.
Lc 19
[1] Entró en Jericó y la fue atravesando, [2] cuando un hombre llamado Zaqueo, jefe de recaudadores y muy rico, [3] intentaba ver quién era Jesús; pero a causa del gentío, no lo conseguía, porque era bajo de estatura. [4] Se adelantó de una carrera y se subió a un sicómoro para verlo, pues iba a pasar por allí. [5] Cuando Jesús llegó al sitio, alzó la vista y le dijo: —Zaqueo, baja aprisa, pues hoy tengo que hospedarme en tu casa. [6] Bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. [7] Al verlo, murmuraban todos porque entraba a hospedarse en casa de un pecador. [8] Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: —Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y a quien haya defraudado le restituyo cuatro veces más. [9] Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. [10] Porque este Hombre vino a buscar y salvar lo perdido.
Mc 2
[1] Al cabo de unos días volvió a Cafarnaún y se corrió la voz de que estaba en casa. [2] Se reunieron tantos, que no quedaba sitio ni siquiera junto a la puerta. Y él les anunciaba la Palabra. [3] Entonces, llegaron unos trayendo a un paralítico entre cuatro; [4] y, como no lograban acercárselo por el gentío, levantaron el techo encima de donde estaba Jesús, y por el boquete que hicieron descolgaron la camilla en que yacía el paralítico. [5] Viendo Jesús la fe que tenían, dijo al paralítico: —Hijo, se te perdonan los pecados. [6] Unos letrados que estaban allí sentados discurrían para sus adentros: [7] ¿Cómo puede éste hablar así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? [8] Pero, de inmediato, Jesús supo en su espíritu lo que pensaban, y les dijo: —¿Por qué pensáis así en vuestro interior? [9] ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico se te perdonan los pecados, o decir levántate, toma tu camilla y camina? [10] Pero para que sepáis que este Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados –dijo al paralítico–: [11] Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y ve a tu casa. [12] Se levantó de inmediato, tomó su camilla y salió delante de todos. De modo que todos se asombraron y glorificaban a Dios diciendo: —Nunca vimos cosa semejante.