Blanco: luz, saturación, contraste y tonalidad. Blanco: todas las longitudes de onda de la luz reflejadas en un objeto. Blanco: pureza, divinidad, espacio, esterilidad y vacío. Blanco: principio y fin de la República Honolástica del Dermis Cromopilato (RHDC) de Glauber Ballestero…
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La idea de cosmos es amplia y múltiple y posee una relación con la individualidad del ser humano. Las personas tienen una convicción instintiva de ser una realidad física que forma parte de otra más abarcadora: Naturaleza, Universo, Cosmos. Esta correlación entre lo macro y lo micro es dialéctica y establece una interdependencia en la que el individuo se concibe parte integrante de un todo. Por eso, hay que entender que la noción de cosmos en Glauber sortea hasta cierto punto las definiciones científicas, juega con ellas, y ofrece un concepto más amplio, cualitativo, cercano a la visión aristotélica: es el mundo de los cambios, del movimiento, de la diversidad, de los fines. En la psicología del color, el blanco puede crear una sensación de amplitud y apertura; estos elementos son propios de esa idea de universo y también dan cabida a lo cambiante y diverso. A lo largo de su experiencia como artista, habla sobre el cosmos y propone una mirada otra a la forma en la que se establece esta relación entre el ser y el mundo.
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Se justifica la predisposición en el espectador o el especialista por la propia esencia de la cubanidad: dominados por potencias ajenas, se han sufrido los choques de diferentes etnias, culturas, temporalidades, y en este lugar se ha hibridado, de manera excepcional, todo ese caudal para dar lugar a una identidad transculturada. Desde el siglo pasado Don Fernando Ortiz arrojó luz sobre los procesos culturales enunciando: “La verdadera historia de Cuba es la historia de sus intrincadísimas transculturaciones” y más adelante expresó “Entendemos que el vocablo transculturación expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra, porque éste no consiste solamente en adquirir una distinta cultura, (…) sino que el proceso implica también necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente, (…) y, además, significa la consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales”. Lo que provoca la molestia es el hecho de que ―aunque se entienda la raíz heterogénea y dinámica de la cultura― todo el proceso fue violento y respaldado por una ideología de poder que somete a cierto grupo de individuos por su procedencia o color de la piel: en otras palabras, la supremacía del hombre blanco frente al aborigen o al negro. Con las comunidades originarias de la isla prácticamente exterminadas, solo quedaron dos polos en el binomio dominador-dominado: el blanco europeo y el negro africano. La historia de Cuba es muy conocida y todos los episodios de discriminación hacia los negros mediante la esclavitud no cesaron con la abolición legal en 1886: las personas afrodescendientes continuaron sufriendo todo tipo de marginación. A partir de estas circunstancias históricas, sociales y culturales, en el arte cubano existen vías de exploración y producción sustentadas en otorgar un lugar central a la piel negra, evidenciando una reafirmación de identidad ―racial y cultural― cuya voz resuena en todo el mapa de las artes visuales. Estas rutas artísticas han sido legitimadas y ostentan un reconocimiento nacional e internacional.
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Asistir a una exposición de Glauber Ballestero implica una experiencia perceptiva e intelectual enriquecedora. Él concibe la exhibición como una gran instalación o site-specific y se reserva la libertad de dejar que el lugar lo lleve a nuevas ideas y formas de crear, más allá de colocar obras existentes en un lugar. Por ende, el artista invita a las personas a cuestionar la manera en que experimentan ese espacio. De esa forma, la exposición se convierte en una experiencia filosófica y sensorial que desafía las normas tradicionales, propone un marco de pensamiento abierto y de incertidumbre. Sus propuestas museográficas nos estimulan a cuestionar, no a seguir un trayecto unívoco, y la visualidad impecable hace de cada pieza una incitación óptica y mental que dialoga con el todo, favoreciendo la narración curatorial. En una exhibición personal de Glauber, es muy significativa la vivencia, que convierte la obra de arte en algo personal para quien la ha visto, como si fuera un performance subconsciente, continuo y en constante cambio.
Aireem Reyes, Julio de 2025
Fragmento del texto para el catálogo de la exposición
Artista: Glauber Ballestero
Curaduría: Aireem Reyes
Fecha: Septiembre / Octubre2025
Ubicación: San José 114 / Industria y Consulado. Centro Habana, La Habana, Cuba
GLAUBER BALLESTERO (La Habana, 1977)
Graduado de la Academia de Bellas Arte San Alejandro y del Instituto Superior de Arte (ISA). Glauber es un artista multidisciplinar que utiliza fotografía, video, escultura, pintura, instalaciones y enviroment desde la superposición de técnicas y el trabajo experimental. Recrea un universo propio donde funciona como creacionista de un sistema simbólico único con lenguajes extraños y códigos desconocidos. Utiliza el blanco como recurso estético, principalmente para dar efecto difuminante de sus imágenes desenfocadas o como parte de su discurso conceptual. Su obra se mueve dentro de la deconstrucción de la lógica y la combinación de la realidad con la ficción.