Como toda evaluación en enseñanza reglada obligatoria ha de ser continua por mandato legal, obviaré ese tipo de evaluación y realizaré un comentario de tipo lineal, ya que me parece el parámetro más sencillo a utilizar.
Al principio de cada curso realizo una valoración diagnóstica o evaluación inicial de tipo sumativa para evaluar en qué nivel se encuentran tod@s l@s NNAs, según los estándares fijados para el curso.
A lo largo del curso realizo evaluación de tipo formativa y sumativa, con distinto tipo de actividades bien en tareas en grupo o individuales que abarcan pruebas escritas, observación, portafolio, etc. Al mismo tiempo también planteo tareas de autoevaluación para que vayan asumiendo un rol activo en su aprendizaje.
Al final de curso la evaluación es más holística y globalizadora, centrada más en la consecución de competencias, a través de todos esos estándares evaluados a lo largo del curso.
El objetivo es realizar una evaluación más cualitativa que cuantitativa, pero es necesario emplear la segunda dada la tendencia en el sector educativo de la enseñanza obligatoria, que es a la que me refiero en esta reflexión.
A nivel docente se realiza autoevaluación de modo continuo y, a final de curso, se realiza evaluación a través de opiniones de alumn@s. También se realiza una autoevaluación dentro del departamento.
La satisfacción evaluativa va enfocada más hacia la capacidad de poder ofrecer una buena docencia a los estudiantes, con lo que en cada curso siempre habrá retos y la necesidad constante de readaptación y evolución.
A modo oficial, sólo los docentes evalúan, pero existen docentes que piden evaluación al alumnado. No existe evaluación externa, salvo las pruebas de EBAU.
Se evalúa todo lo reproducido en cada programación, para alcanzar las competencias allí reflejadas. La distribución temporal de esas evaluaciones también respeta la libertad legal y son los departamentos los que fijan pautas de coordinación e igualdad. Sólo se impone desde el equipo directivo, la entrega de una calificación de progreso a medio trimestre y una calificación numérica al fin de cada trimestre.
De nuevo, las herramientas con las que se evalúan están en manos de docentes y departamento, y se adaptan a las necesidades de cada asignatura y alumn@.