La boda de Jess y Jorge fue una celebración que superó todas las expectativas, y tuve el privilegio de ser el videógrafo encargado de capturar cada instante de este día tan memorable. Desde el principio supe que sería una jornada llena de emociones y sorpresas, y no me equivoqué.
La ceremonia tuvo lugar en una iglesia encantadora, donde Jess y Jorge intercambiaron sus votos en un ambiente lleno de amor y alegría. Al finalizar, la verdadera aventura comenzó. En lugar del tradicional auto de bodas, la pareja decidió hacer un recorrido en motocicleta desde la iglesia hasta la recepción. Ver a Jess, con su vestido blanco ondeando al viento, y a Jorge, con su traje y casco, fue una imagen impresionante que no podía dejar de grabar.
El recorrido nos llevó a un bello parque del sur de la Ciudad de México. Aquí, aprovechamos la luz dorada del atardecer para hacer una sesión de fotos y video. El parque, con sus frondosos árboles y senderos pintorescos, proporcionaba el telón de fondo perfecto. Jess y Jorge, riendo y posando de manera natural, mostraron una complicidad que hizo mi trabajo aún más fácil y gratificante. Cada mirada y cada gesto capturados en mi cámara reflejaban su amor genuino.
Después de la sesión en el parque, nos dirigimos a la recepción, donde la fiesta apenas comenzaba. El lugar estaba decorado con luces festivas y tenía un ambiente vibrante y acogedor. La energía de los invitados era contagiosa, y se sentía la emoción de una celebración que prometía ser inolvidable.
El punto culminante de la noche llegó cuando un par de bandas de amigos de Jess y Jorge subieron al escenario. Con una mezcla de covers de rock y ska, pusieron a todos a bailar y cantar al unísono. La pista de baile se llenó de alegría y movimiento, y no pude evitar unirme a la diversión mientras grababa. Las risas, los saltos y los coros improvisados crearon una atmósfera electrizante que quedó inmortalizada en cada toma.
Uno de los momentos más destacados fue cuando Jess y Jorge, tomados de la mano, se unieron a sus amigos en el escenario para interpretar una de sus canciones favoritas. La conexión entre ellos y sus amigos era palpable, y la pasión con la que cantaban y tocaban sus instrumentos fue simplemente inspiradora.
Al final de la noche, mientras revisaba las grabaciones, me di cuenta de que había capturado no solo un evento, sino una historia llena de amor, aventura y amistad. La boda de Jess y Jorge fue una celebración única, y me siento afortunado de haber sido parte de ella, documentando cada momento especial que harán que este día sea recordado por siempre.