Lejos del ruido de la ciudad, en un rincón oculto entre la vegetación de Xalapa, Jessica y Damián vivieron una boda sacada de una película: íntima, delicada y profundamente emotiva.
La ceremonia civil tuvo lugar bajo una atmósfera de luces tenues, con un arreglo floral que parecía suspendido en el tiempo. Cada mirada, cada gesto, cada suspiro fue enmarcado por la naturaleza que los rodeaba, como si el bosque entero celebrara junto a ellos.
Este es un retrato visual de un amor auténtico, contado en imágenes, texturas y emociones.