La paciente es una ama de casa de la provincia de Cajamarca, que presenta antecedente de presión arterial alta (HTA). Empezó a notar debilidad y adelgazamiento progresivo de su mano izquierda que empezó a extenderse a sus extremidades superiores e inferiores. Se le realizaron estudios clínicos y exámenes auxiliares que la diagnosticaron con la enfermedad de la motoneurona (ELA). La paciente evolucionó de manera desfavorable, lo que la llevó al enclaustramiento y a que tenga dificultad respiratoria, se le puso un tubo de traqueostomía para permitir la respiración.
Evolución: Paciente de evolución desfavorable, mal pronóstico que cursó hasta llegar al enclaustramiento, déficit motor de 4 extremidades y dificultad respiratoria, porta tubo de traqueostomía.
Tratamiento o Recomendación:
Riluzol (Rilutek) / Equipo transdiciplinario rehabilitador.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa y progresiva que afecta a las motoneuronas superiores e inferiores de la corteza cerebral, tronco encefálico y médula espinal. Estas células comienzan a degenerarse y dejan de enviar mensajes a los músculos, se debilitan gradualmente, se desgastan y se contraen, y el cerebro no puede iniciar ni controlar el movimiento voluntario. La mayoría de las personas con ELA mueren por insuficiencia respiratoria, por lo general, de 3 a 5 años a partir del momento en que primero aparecen los síntomas. Sin embargo, cerca del 10% de las personas con ELA sobreviven por 10 años o más [1]. Gran parte de los casos de ELA son de inicio focal e implacablemente progresivos, a menudo a regiones contiguas. Martin, Al Khleifat y Al-Chalabi [1] argumentan que comprender los mecanismos de propagación de la enfermedad ayudará al desarrollo de terapias novedosas y puede ayudar a los modelos de pronóstico.
Las causas de la esclerosis lateral amiotrófica se conocen sólo en parte y en la actualidad no se ha determinado el por qué afecta a algunas personas y no a otras. Sin embargo, la evidencia científica sugiere que es causada por factores ambientales en un 90-95%, mientras que el 5-10% restante se debe a factores genéticos [2].
La enfermedad se clasifica como autosómica dominante. Se han identificado mutaciones en el gen de las enzimas superóxido dismutasa 1 (SOD1) en aproximadamente el 15-20% de los casos familiares de ELA [3]. Alrededor del 25 al 40% de todos los casos familiares son causados por un defecto en el gen C9ORF72 (produce una proteína que se encuentra en las neuronas motoras y las células nerviosas del cerebro).
Además, investigadores sugieren que cambios en el procesamiento de moléculas de ARN pueden conducir a la degeneración de la motoneurona [4].
A diferencia de los factores genéticos los factores ambientales han sido difíciles de identificar. Aunque no ha habido una asociación consistente con el riesgo a desarrollar ELA investigadores han sugerido posibles factores. Una de las posibles causas que siguen siendo estudiadas son la exposición a agentes tóxicos, virus, trauma físico, dieta y factores de comportamiento y ocupacionales [4].
Por ejemplo el tabaquismo y la ocupación, principalmente servicio militar con despliegue, se ha asociado con el riesgo a ELA, pero estas evidencias provienen principalmente de EE.UU [1]. Las investigaciones futuras pueden mostrar que algunos factores están involucrados en el desarrollo o la progresión de la enfermedad.
La ELA es una enfermedad progresiva donde los síntomas pueden ser sutiles al comienzo, pero gradualmente pueden convertirse en una debilidad o atrofia. A continuación se enumeran algunos de los primeros síntomas:
calambres musculares
músculos tensos y rígidos
dificultad para masticar o tragar
debilidad muscular (brazo, pierna, cuello o diafragma)
espasmos en el brazo, pierna, hombro o lengua
Uno de los primeros signos de padecer ELA aparecen en la mano o brazo porque se experimenta dificultades al realizar tareas cotidianas como escribir, girar una llave en una cerradura, abrocharse un botón e incomodidad al correr o caminar [4]. La debilidad y la atrofia muscular, a medida que avanza la enfermedad, se disemina por otras partes del cuerpo y los síntomas pueden incluir [3]:
Problemas para moverse, tragar (disfagia)
Problemas para respirar (disnea)
Hablar (disartria)
Parálisis
Pérdida de la capacidad de respirar por sí mismas (dependencia de ventilador)
Ninguna prueba puede diagnosticar ELA con exactitud, ya que los síntomas en etapas tempranas se asemejan a los de otras afecciones tanto neurológicas como generales. Así que el diagnóstico se basa en una historia detallada de los signos y síntomas observados por un médico durante el examen físico, junto con una serie de pruebas para descartar otras enfermedades.
Pruebas a través de imágenes musculares: Algunos de los tipos de pruebas más usados son la electromiografía (EMG) y el análisis de conducción nerviosa (NCV). Estos sirven principalmente para descartar neuropatía periférica o miopatía. También se utiliza la resonancia magnética (RM) la cual puede detectar tumores en la médula espinal, siringomielia, espondilosis cervical, etc.
Pruebas de laboratorio: Análisis de muestras de sangre y orina los cuales deben incluir electroforesis de proteína del suero, análisis de los niveles de hormonas tiroideas y paratiroideas y detección de metales pesados (Amyotrophic Lateral Sclerosis Association, 2016)
Pruebas para otras enfermedades y trastornos: Pruebas específicas para enfermedades infecciosas como: VIH, VLTH, polio, virus del Nilo occidental. Además de pruebas de afecciones neurológicas: esclerosis múltiple, el síndrome de post-polio, la neuropatía motora multifocal y la atrofia muscular espino bulbar [5].
Asimismo existen ciertos criterios para el diagnóstico de ELA establecidos por el Grupo de trabajo de la Guía Asistencial de Esclerosis Lateral Amiotrófica-SSPA 2012 [6].
Principalmente se identifican cuatro casos de certeza diagnóstica según los criterios.
ELA clínicamente definida: Signos clínicos de MNS y MNI en 3 regiones (bulbar, cervical, torácica o lumbar)
ELA clínicamente probable: Signos clínicos de MNS y MNI en 2 regiones, con signos de MNS en regiones rostrales a regiones con signos de MNI
ELA clínicamente probable apoyada por exámenes complementarios: Signos clínicos de MNS en una región y criterios electrofisiológicos de MNI en dos regiones.
ELA clínicamente posible: Signos de MNS y MNI en una misma región únicamente o Signos de MNS en dos regiones o Signos de MNS y MNI con los signos de MNI rostrales a los signos de MNS.
Cerca del 5 al 10% de las personas diagnosticadas con ELA son hereditarios. Se han encontrado mutaciones que causan ELA familiar en más de una docena de genes. La mutación que causa cerca del 25 al 40% de todos los casos familiares y algunos esporádicos es un defecto conocido marcó 72 de lectura abierta en el cromosoma 9 (C9ORF72) [5].
-SOD1 : Enzima que participa en la eliminación de radicales libres, convirtiendo en peróxido de hidrógeno los aniones superóxido. Se encuentra entre el grupo de enzimas denominadas metaloenzimas Cu/Zn (Cobre/Zinc) (Rosen y cols., 1993).
-TARDBP (Tar DNA binding protein), cuya mutación se ha relacionado con el desarrollo de ELA por la formación de agregados anormales de la proteína TDP-43 en neuronas y células gliales en la médula espinal de pacientes con ELA familiar y esporádica (Neumann y cols., 2006)
-C90RF72 (chromosome 9 open Reading frame 72), es un gen relacionado con ELA mediante la elongación de una secuencia de nucleótidos de una región no codificante del cromosoma 9. Esta mutación está presente en el 25-40% de los casos de ELA.
Variantes alélicas relacionadas con la aparición de ELA [7].
A pesar de que en más del 90% de los casos de ELA no se presentan factores de riesgo claramente asociados (ELA esporádica) se han propuesto una serie de signos de alerta relacionados a la aparición de la enfermedad debido a su incidencia en las últimas décadas. Sin embargo los únicos en los que está científicamente comprobada la relación son la edad, el historial familiar y el sexo masculino.
Edad: Los síntomas más frecuentes se presentan entre los 55 y 57 años.
Sexo: Hay mas incidencia de la enfermedad en hombres que en mujeres . No obstante, a medida que aumenta la edad, esta diferencia desaparece.
Tallk: 'eye tracking': Samsung, Fundación Luzón e Irisbond presentan una solución que ayudará a personas con movilidad reducida y ausencia del lenguaje oral [8].
Estudio peruano consigue mejora de los síntomas en un 90% después de aplicar una revascularización en la arteria espinal anterior [9].
[1] National Institute of Neurological Disorders and Stroke (2021, Mayo , 27). Amyotrophic Lateral Sclerosis (ALS) Information Page. [Online]. Disponible en: https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/a-comprehensive-review-of-amyotrophic-lateral-sclerosis/
[2] S. Zarei, K. Carr, L. Reiley, K. Diaz, O. Guerra, P. Fernandez, W. Pagani, D. Lodin, G. Orozco, A. Chinea, "A comprehensive review of amyotrophic lateral sclerosis", Surgical Neurology International, 2015. doi: 10.4103/2152-7806.169561
[3] Jhons Hopkins Medicine (s.f.). ALS - Amyotrophic Lateral Sclerosis. [Online]. Disponible en: https://www.hopkinsmedicine.org/neurology_neurosurgery/centers_clinics/als/conditions/als_amyotrophic_lateral_sclerosis.html
[4] S. Martin, A. Al Khleifat y A. Al-Chalabi, "What causes amyotrophic lateral sclerosis?", F1000Research, 2017. doi: 10.12688/f1000research.10476.1
[5] National Institute of Neurological Disorders and Stroke (2021, Agosto , 08). Amyotrophic Lateral Sclerosis (ALS) Fact Sheet. [Online]. Disponible en: https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/a-comprehensive-review-of-amyotrophic-lateral-sclerosis/
[6] M. Aldana et al, (2012, Junio). Guía Asistencial de Esclerosis Lateral Amiotrófica. [Online]. Disponible en: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/sites/default/files/sincfiles/wsas-media pdf_publicacion/2021/GUIAASISTENCIALELA27072012.pdf
[7] D. Carrasco (2016, Julio, 4), “Fisiopatología de la Esclerosis Lateral Amiotrófica”. [Online]. Disponible en: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/65104/CARRASCO%20MARQUEZ%2C%20DAVID.pdf?sequence=1&isAllowed=y