En varios momentos de la historia, en diversas sociedades, el conocimiento no estaba dividido. No hubiera tenido sentido hablar de educación integral, por ejemplo. Iba de suyo que una persona se constituía de múltiples dimensiones y que ninguna de ellas desautorizaba a la otra.
Los tiempos han cambiado. El sistema educativo ha hecho su aporte (gran aporte) para la fragmentación y la jerarquización de los diversos conocimientos.
Desde el CEMBE consideramos que hay un grado de violencia esa segmentación del espíritu humano. Y no nos queda claro por qué una fórmula matemática va a ser más valiosa que una poesía o viceversa. O por qué la biología va a estar por arriba de la sociología...
Como investigadores acreditados muchas veces nos refugiamos en otras dimensiones humanas para pensar mejor. Compartimos con ustedes algunas de estas expresiones que nos provocan y desafían a crecer en el conocimiento permanentemente:
La descripción densa de algo simple puede conformar una gran tesis:
Una etnografía en cuyo relato cada palabra puede disparar toda una cosmovisión:
A veces para investigar hacer falta tomar cierta distancia momentáneamente:
¿Quién dijo que las tecnologías son solo las digitales?