Tras conocer la definición y los tipos de movimiento y fuerza, podemos llegar a la conclusión de que ambos son eventos físicos que están muy ligados.
Sin embargo, aunque la fuerza es capaz manifestarse sola, el movimiento no puede hacerlo sin la ayuda de ésta. La fuerza puede iniciar el movimiento de un objeto, acelerarlo, cambiar su trayectoria, detenerlo, o simplemente mantenerlo inmóvil. Por ello sabemos que cuando algo está en movimiento se debe a que hay una o más fuerzas en acción.