La musicoterapia es un medicamento muy conocido

Al contrario de lo que comúnmente se cree, la musicoterapia es una vieja cura, cuyo uso se pierde en la noche.

Siempre se ha percibido que la música tiene poderes curativos particulares, y toda la historia de la civilización contiene aspectos que vinculan la música con la curación física y mental.

Parece que la adopción de música con fines terapéuticos se remonta a un pasado lejano, probablemente desde el Paleolítico: se creía que escuchar música podía afectar el comportamiento de los seres humanos.

En siglos posteriores, nació y se desarrolló el concepto de "organo-tropismo musical", porque según el tipo de música, uno puede afectar los sistemas cardiovascular, respiratorio y neuroendocrino.

Los estudios han demostrado que la música puede evocar y modular poderosamente las emociones y los estados de ánimo, junto con los cambios en la actividad del corazón, la presión arterial y la respiración.

De hecho, los siguientes hallazgos surgen de la literatura: las frecuencias cardíaca y respiratoria son más altas en respuesta a la música emocionante que en el caso de la música tranquilizante. Además, la música produce cambios de actividad en las estructuras cerebrales (amígdala, hipotálamo, córtex insular y orbitofrontal) conocidas por modular la función cardíaca.