Llegada de la polifonía

La llegada de la polifonía.

Está vinculada a la peregrinación a Santiago de Compostela. El papa Calixto II (siglo XII), quien anteriormente fuera Abad de Cluny, durante su lustro de pontificado (1119 - 1124), fomentó las peregrinaciones a Santiago y creó su arzobispado (Diego Gelmírez, a la sazón primer arzobispo, fue quien culminó las obras de la Catedral compostelana). El Codex Calixtinus (Liber Sancti Jacobi), de autor anónimo, integra un conjunto de piezas para ser cantadas por los peregrinos en la festividad de Santiago Apóstol. De origen francés, estos 5 libros llegaron a Santiago en el año 1140. Además de las piezas de cantollano para vísperas y vigilias de la festividad de Santiago, con numerosos tropos y secuencias, y cantos procesionales (Dum pater familias), destacan las 20 composiciones polifónicas a dos voces y 1 a tres voces, el famoso Congaudeant Catholici. Son conductus y piezas bajo la técnica del organum (nota contra nota). El lenguaje polifónico sigue el estilo francés.

El período del Ars Antiqua, que corresponde en España al siglo XIII, vinculado a Notre Dame de París, está representado por el Manuscrito de Toledo (fines del siglo XIII), con 60 conductus, 23 motetes y algunas piezas más (organa); y el Códice de las Huelgas (1325), sobrio y austero, copiado para las monjitas cistercienses burgalesas de ese monasterio, panteón real de los soberanos de Castilla y León. Su austeridad está relacionada con la reforma cisterciense. Además del Propio de la Misa (organa), incluye Motetes, Conductus y Planctus, piezas de origen visigodo, oraciones funerarias para miembros de la corte. El códice burgalés recoge, por último, un credo polifónico en el estilo del Motete del Ars Nova.

El Ars Nova.

Las fuentes que se conservan son escasas. Es de destacar la mayor importancia de la Corona de Aragón, que se vio invadida por músicos franceses, procedentes de la capilla papal de Aviñón.

El Llibre Vermell del monasterio de Montserrat es una colección de 10 piezas litúrgicas y paralitúrgicas, en latín y en catalán. La mayoría de ellas, polifónicas, recurren a esquemas de la música profana francesa coetánea (virelays y ballades). De las 5 danzas cantadas, la titulada “Ad mortem festinamus”, de clara factura profana, es una meditación cristiana sobre la muerte. La colección sigue un orden lógico. Primero, una imagen del Paraíso. Despues, las típicas plegarias marianas. Por último, la reflexión sobre la muerte. Es una obra de fines del siglo XIV, destinada a los peregrinos montserratinos, con el fin de solazarlos en el camino a Montserrat.

La Misa de Barcelona es la típica misa cíclica del Ars Nova, construída según un modelo con unidad orgánica interna. Escrita para 3 voces, consta de cinco movimientos ideados según las técnicas francesas: la canción profana, el motete y el estilo simultáneo (el mismo movimiento rítmico para todas las voces).

Las restantes fuentes pertenecen ya al orbe de la música paralitúrgica. El Cant de la Sybila es una representación de origen pagano que celebra la víspera del nacimiento de Jesucristo. Fuera del àmbito catalán, el Mistèri d’Elx es una escenificación sobre la Asunción de la Virgen, cuya festividad se celebra el 15 de agosto.