La música en Al-Ándalus

La música en Al - Ándalus.

La música arábigo - andaluza o música andalusí.

En un principio, los Omeyas españoles debieron de conservar la tradición heredada de Damasco (de allí provenían, siendo parientes de Alí, el sobrino de Mahoma, jerarca de los Omeyas de Damasco). De este período primigenio, las qainas eran esclavas que interpretaban composiciones con alternancia de dos tipos de versificación: los sinad (versos largos) y los hazajd (versos cortos), acompañándose con instrumentos (cítara, flautas, panderos y chirimías).

La llegada de Ziryab en el año 822 revolucionó el panorama de la música árabe andalusí. Había huído de Damasco, a causa de la envidia que le tenía su maestro, Ishaq Al - Mawssili, por la fama que nuestro músico había adquirido en Siria. Ziryab se refugió en Córdoba. Introdujo elementos musicales orientalizantes persas en la corte Omeya hispano-árabe, los cuales ya habían sido incorporados en la tradición musical árabe de Medina y Damasco, a la que pertenecía Ziryab. La renovación musical de Ziryab en Córdoba es el punto de partida de la música andalusí.

Desde el punto de vista teórico y estético, -y considerados de manera general en los territorios islámicos- los tratadistas musulmanes heredan la tradición griega. Los más importantes son:

- El uzbeko Abu Nassyr Al - Farabi. (Siglo X). Su tratado, Kitab Al - Musiqa Al - Kabir es el libro más influyente y completo de toda la teoría musical árabe. Analiza los intervalos en función de los trastes y la digitación del ud (Al - Ud = laúd). Su pensamiento neoplatónico es manifiesto en su libro La ciudad ideal.

- Safiuddin Al - Urmaui. (Siglo XIII). Recoge la tradición pitagórica.

- El tratadista hispano-árabe Ibn Sina (=Avicena, siglo XI), sigue a Al - Farabi en su obra Al - Sifa.

Las formas musicales andalusíes son 3:

a) La Nawba (= Turno). Forma parte de la reforma de Ziryab. Es una estructura interpretativa. Los músicos debían seguir turnos estrictos para interpretar sus respectivos solos (improvisaciones a partir de unas series rítmicas marcadas por un tambor). Cada solo se movía dentro de un único marco tonal (el maqam).

b) La muwashaha o moaxaja: Cuando las nawbas se cantaban, bien por un solista o un coro, entonces solían presentar la forma de muwashaha o de zejel. La muwashaha son un conjunto de fórmulas rítmicas asimétricas según los versos escritos en árabe clásico. La mozarabización de la moaxaja es la jarcha (composiciones estróficas amorosas en romance, aunque con caligrafía árabe).

c) El zejel es una muwashaha escrita en árabe coloquial, incorporándosele palabras romances, de los mozárabes, y con temas de carácter popular.

Los cantos se acompañaban de los siguientes instrumentos: laúd, rabel, flauta, salterio, pandereta y tambor (el célebre darbukka, tambor con un recipiente de barro).