Arqueología

(Templo dórico de Afaya en Egina, 490 a. C.)

(H. Schliemann y su mujer, Sophia,

con las joyas descubiertas en Troya)

(Sir Arthur Evans: izda: ante un vaso hallado en Cnosos; dcha: con su equipo en el palacio)

(maqueta del santuario de Delfos)

(Ágora de Atenas)

NACIMIENTO Y CONSOLIDACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA COMO CIENCIA

Precedentes

  • En época clásica se desarrolló la literatura periegética, libros de viajes en los que se describen los monumentos y objetos de los lugares visitados. Un ejemplo es Descripción de Grecia del geógrafo e historiador griego Pausanias (s. II d. C.).
  • Cicerón (106-43 a. C.) nos describe algo parecido a una excavación arqueológica, cuando se propuso encontrar la tumba del sabio griego Arquímedes en Sicilia.
  • A partir del s. XV se extiende el gusto por el coleccionismo de obras de arte antiguas –muy extendida ya entre los nobles de la Roma clásica- romanos entre príncipes, reyes y papas, del que nacieron grandes colecciones que constituyen los fondos de importantes museos modernos.
  • Durante el s. XVII comienza el interés por la arqueología nacional.
  • En el s. XVIII el incremento de los viajes por Italia y por Grecia y Oriente, pertenecientes al Imperio Turco, impulsa la creación de academias cuya finalidad es crear colecciones arqueológicas.
  • El descubrimiento en 1738 e inicio de la excavación de las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, sepultadas intactas por la erupción del Vesubio en agosto del año 79 d. C., que influyó incluso en el surgimiento del Neoclasicismo, el arte de la época. Los trabajos recibieron un fuerte impulso con Giuseppe FIORELLI (1823-96) al que se le ocurrió inyectar yeso en los huecos que había dejado la ceniza para recuperar la figura de lo que fueron cuerpos humanos y de animales.

El autor que más contribuyó a popularizar la naciente arqueología y que hizo de ella una auténtica ciencia fue Johan WINCKELMANN (1717-1768), considerado el padre de la historia del arte y de la arqueología clásica, con su Historia del arte en la Antigüedad.

El s. XIX es la época dorada de la Arqueología, aunque muchos de los trabajos que se hicieron fueron poco sistemáticos, realizados por aficionados y poco sistemáticos. A este modelo responde Heinrich SCHLIEMANN (1822-1890), comerciante millonario fascinado desde su infancia por los poemas de Homero. En contra de la mayoría de eruditos de su tiempo, creía que Troya había existido realmente; y, siguiendo las indicaciones del propio Homero, inició en 1870 junto a su mujer Sofía, las excavaciones en la colina de Hissarlik (noroeste de Turquía). Halló nueve ciudades sepultadas, unas encima de otras. En contra de su opinión, Hoy sabemos que la sexta es la que corresponde a la de la guerra cantada por Homero –el famoso tesoro de la Troya II con el que engalanó a su mujer es de unos 1000 años atrás-. También excavó en Micenas y descubrió las ciudades de Orcómenos y Tirinto.

El inglés sir Arthur EVANS (1851-1941) se centró en la isla de Creta, excavando en Cnosos. Allí descubrió lo que identificó como el palacio del mítico rey Minos, confirmando la existencia de una civilización anterior a la micénica en el Mediterráneo oriental. Entre sus descubrimientos: las tablillas de arcilla con varios tipos de escritura: una jeroglífica y otras dos a las que llamó lineal A y B. El último fue descifrado por M. Ventris con la ayuda de John Chadwick en 1953: resultó ser una adaptación del silabario cretense a una forma muy antigua de griego que se ha denominado micenio. Todo ello permitió a los historiadores adelantar el comienzo de la historia de Grecia muchos siglos antes del XI a. C. (invasión de los dorios) y confirmó que el trabajo de los arqueólogos debe ser completado por otro tipo de expertos como los filólogos; y que muchas veces una excavación en vez de resolver enigmas contribuye a crear otros.

A partir de 1930 el norteamericano Carl BLEGEN descubrió las ruinas de Pilos, ciudad homérica del anciano y sabio rey Néstor.

MÉTODOS DE TRABAJO

En la actualidad esta ciencia se sirve de muchas personas de diferentes ramas del saber: filólogos, epigrafistas, numismáticos, geólogos, informáticos, fotógrafos, etc. Un trabajo de excavación es una labor muy lenta y cuidadosa que se compone de varias etapas:

1. Investigación y documentación del lugar que se quiere excavar, buscando, por ejemplo, testimonios literarios antiguos que nos indique la

posible presencia de restos en un lugar elegido.

2. Prospección del yacimiento con ayuda de la geología, la cartografía, la fotografía aérea o análisis físico-químico del suelo.

3. Excavación propiamente dicha: el terreno se divide en cuadrículas y en sectores. Todos los objetos se limpian para poder identificarlos.

4. Clasificación y estudio de los restos hallados.

5. Publicación de los descubrimientos en revistas especializadas para su divulgación.

© Francisco Miguel del Rincón.