Hace unos 10.000 años terminó la última glaciación y empezó un periodo interglaciar que supuso un aumento gradual de las temperaturas. La flora y la fauna cambiaron, y los seres humanos tuvieron que adaptarse a la nueva situación. Como resultado de la búsqueda de nuevas formas de alimentación, surgieron la agricultura y la ganadería, iniciándose una nueva etapa de la Prehistoria denominada Neolítico.

La aparición de la agricultura y la ganadería

La aparición de la agricultura fue consecuencia, posiblemente, de la observación de la naturaleza: los seres humanos vieron que las semillas silvestres que caían al suelo se convertían en plantas. Con el tiempo, seleccionando las semillas consiguieron mejores cosechas. Las primeras especies cultivadas fueron el trigo en Oriente Medio y Europa, el arroz en Asia y el maíz y las patatas en América.

La ganadería surgió de la costumbre de encerrar animales en cercados, para tenerlos como reserva de carne, leche, cuero y lana si escaseaba la caza. Las primeras especies domesticadas fueron el perro, la oveja, la cabra, el buey y el caballo.

La forma de vida de los seres humanos en el Neolítico cambió totalmente. Aunque la caza, la pesca y la recolección perduraron, dejaron de ser las únicas formas de subsistencia y las personas aprendieron a producir sus propios alimentos. Por tanto, se pasó de una economía depredadora a una economía productora. Y al poder alimentarse mayor número de personas, la población aumentó.

Los cambios en la forma de vida

Las personas dedicadas a la agricultura y la ganadería se instalaron junto a sus campos de cultivo y sus ganados. Es decir, dejaron la vida nómada y adoptaron un modo de vida sedentario (vivir permanentemente en un lugar). Así surgieron las primeras aldeas o poblados, que se situaban cerca de los ríos, pues necesitaban el agua para regar los campos y para abastecer a la población y al ganado. En un principio eran cabañas de ramas, cañas y barro; y, más tarde, casas de piedra o adobe. Algunas aldeas, con el tiempo, se convirtieron en ciudades.Entre las aldeas más antiguas están Jericó (Palestina) y Chatal Huyuk (Turquía).

Dentro de las aldeas fue surgiendo una especialización del trabajo: mientras unos eran agricultores o ganaderos, otros fabricaban útiles que cambiaban por alimentos a los agricultores. Eran los primeros artesanos.

Los avances técnicos

En el Neolítico se produjeron importantes avances técnicos:

• • • los instrumentos siguieron haciéndose mayoritariamente en piedra, pero se adoptó una nueva forma de trabajarla: en lugar de tallarla, se pulía. Así se fabricaron útiles necesarios para el trabajo agrícola: hachas para cortar árboles, azadas para cavar la tierra, hoces para segar cereales y molinos de mano para moler el grano.

    • se empezaron a fabricar tejidos, elaborados con lino o lana. Para ello se inventaron el huso, con el que se elaboraban hilos largos; y el telar, donde esos hilos se entrelazaban formando tejidos.

    • se inventó la cerámica, modelando el barro a mano y cociendo luego los recipientes. Esto permitía fabricar vasijas para guardar el grano y cuencos para comer y cocinar.

Las creencias y el arte

Las nuevas actividades agrícolas y ganaderas del Neolítico influyeron en la religión. Las nuevas creencias religiosas se centraron en el culto a los astros, que les guiaban para sembrar y recoger las cosechas (el sol, el agua, las estrellas).Una de las primeras divinidades fue la diosa-madre, a la que se adoraba para propiciar la fertilidad, tanto de las personas como de los cultivos.

Se generalizaron los enterramientos, bajo el suelo de las viviendas o en necrópolis (cementerios) fuera de las aldeas. Las familias recordaban a sus muertos y, con el tiempo, acabaron venerándolos. Es el llamado culto a los antepasados.

En el arte neolítico gana importancia la figura humana, representada de manera esquemática. Destacan las pinturas levantinas en la Península Ibérica. Presentan las siguientes características:

• • • • aparecen en abrigos rocosos o en oquedades naturales al aire libre.

      • usaban pocos colores (rojo, negro y blanco), llegando a ser monócromas (de un solo color).

      • figuras humanas y animales aparecen formando escenas de gran dinamismo y movimiento. Son escenas de la vida cotidiana: recolección, caza, lucha, danzas…

      • las figuras son muy esquemáticas, sin detalles.