La prosopagnosia, también conocida como ceguera facial, es una afección neurológica en la que las personas tienen dificultad para reconocer rostros, incluso los familiares. Esto puede variar desde dificultad para distinguir entre desconocidos hasta la incapacidad de reconocer a amigos y familiares cercanos, e incluso su propio reflejo.
Aspectos clave de la prosopagnosia
Deterioro del reconocimiento facial
El síntoma principal es la incapacidad para reconocer rostros, a pesar de tener una visión y memoria normales para otros tipos de información.
No se trata de pérdida de memoria:
Se diferencia de los problemas de memoria; las personas con prosopagnosia aún pueden recordar otros detalles sobre una persona que han conocido.
Diversos grados de gravedad:
Algunas personas pueden tener problemas solo con rostros muy familiares, mientras que otras pueden tener dificultades para reconocer rostros en general, o incluso para diferenciar entre un rostro y un objeto.
Potencial de impacto social:
La dificultad para reconocer rostros puede provocar ansiedad social, aislamiento y dificultades para establecer y mantener relaciones.
Causas:
La prosopagnosia puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida (resultante de una lesión cerebral o afecciones neurológicas). Regiones cerebrales implicadas:
La circunvolución fusiforme derecha, una parte del cerebro implicada en el procesamiento facial, suele estar implicada en la prosopagnosia.
No es una discapacidad de aprendizaje:
Es importante destacar que la prosopagnosia no es una discapacidad de aprendizaje.
En términos más sencillos: imagina no poder reconocer a tus padres o a tu mejor amigo, incluso si los tienes delante. Así es como puede sentirse una persona con ceguera facial. Si bien puede ver el rostro, le cuesta procesarlo como si fuera un rostro familiar.
==