El Colegio Nacional de Mollendo

en su XXV Aniversario

(1923 - 1948)


El Colegio Nacional de

Mollendo en su XXV

Aniversario

(1923 – 1948)



INICIO

CONTACTO

de Guillermo W. Coloma Elías

Colegio Nacional A. B. Leguía (1923-1926)

Instituto Comercial de Mollendo (1926)

Instituto Comercial A. B. Leguía (1926-1930)

Colegio Nacional de Islay (1930-1938)

Colegio Nacional Deán Valdivia (1938-)

Leyes dictadas a favor

del Colegio Nacional de Mollendo

Editor : José Coloma Gygax

El 12 de julio de 1948 se celebró, con gran solemnidad, el vigésimo quinto aniversario o “bodas de plata” del Colegio Nacional Deán Valdivia de Mollendo, sobre el cual se ha escrito una serie de noticias que no se ajustan a la verdad.

Don Guillermo W. Coloma Elías, Gobernador de la plaza durante veinte años, desde 1935 hasta su fallecimiento en 1955, desempeñaba a la sazón, la Subprefectura de la provincia de Islay y por ello presidió la sesión solemne en la que se conmemoró dicho aniversario, como máxima autoridad de la provincia, llevando el saludo, además, del Dr. José Luis Bustamante y Rivero, Presidente de la República.

El autor afirmó en su discurso, que también se reproduce en facsímil, como la totalidad de documentos referentes a la historia del Colegio Nacional de Mollendo, que “La fecha que celebramos todos los habitantes de Islay es una fecha magna, tanto por su trascendencia, como por su significado”, debido a que “Veinticinco años de lucha constante y éxitos rotundos, subrayan la trayectoria del COLEGIO NACIONAL ‘DEÁN VALDIVIA’”.

Dijo él también que “este Plantel es orgullo de la Patria” y que “Ha dado hijos de provecho y sigue enseñando lo que el Perú anhela: ‘Moral y Civismo’ para los peruanos”.

Afirmó además que “Los que tenemos que ver con la función pública, los que tenemos que ver las cosas de cerca, estamos en el deber de advertir errores y de expresar complacencias. En mi caso, no he advertido errores en el desenvolvimiento del Colegio.- Antes bien, ese desenvolvimiento se ha enmarcado por la trayectoria honesta que le impusiera su fundador y primer Director, el señor don Luis A. Bouroncle”.

Agregó también que “Por todo esto, estoy complacidísimo al visitar esta casa donde la virtud ciudadana es fundamento racional de la enseñanza, y donde el buen ejemplo de sus profesores, significa la completa seguridad y garantía para los padres de familia”.

Recordó además que “Veinticinco años se cumplen de cualquier modo. Pero veinticinco años de labor constante y fructífera, raras veces se celebran, como estamos celebrando en esta fecha magna del DEÁN VALDIVIA”.

Manifestó también que “Yo mismo, soy partícipe de la gratitud de muchos padres de familia para estas benditas aulas”, porque “Aquí he educado y logrado a mi hijo. Y hoy, este hijo, acaso sea mi única esperanza en mi vida, es un Servidor del Ejército del Perú y ostenta con orgullo en sus justas, el ser ex-alumno del Deán Valdivia”. Y que “Por esto vengo aquí, en mi doble papel de padre de familia y Autoridad, no solo a rendir un homenaje al claustro sino a expresar mi gratitud al mismo”.

Por último indicó en su discurso que “El Gobierno que rige los destinos de la Patria, me encarga hacer su representación en este acto solemne.- Por eso vengo, y en su nombre, como Autoridad Política de Islay, os expreso el voto confirmatorio del Supremo Gobierno, que en todo momento quiere estar atento a las exigencias del Plantel; os expreso la complacencia del señor Presidente doctor don José Luis Bustamante y Rivero, para saludar por mi intermedio, al Director, Cuerpo docente y alumnado, por las Bodas de Plata del Colegio Nacional”.

Dos días antes de la ceremonia central, el 10 de julio, se llevó a cabo una romería al Cementerio, para rendir un homenaje póstumo al Director fundador del Colegio, don Luis A. Bouroncle y al Tesorero fundador, don Luis Ernesto Núñez Gómez, colocándose unas ofrendas florales en sus tumbas. El Dr. Luis Fernán-Zegarra y Núñez, distinguido profesor del Colegio, pronunció allí un emotivo discurso.

Don Luis Ernesto Núñez Gómez, desde la fundación del Colegio, se encargó de los asuntos financieros del mismo, en su calidad de Regente y Tesorero. Fue casado con doña Hortensia Elías y Franco (prima hermana del autor) y falleció en Mollendo el 15 de junio de 1948.

La historia de los primeros años del Colegio Nacional de Mollendo es complicada y demuestra que ha tenido que sufrir todos los avatares de la desidia del Gobierno central.

Porque, a diferencia de muchas de las capitales de provincia, que contaban con un colegio nacional de instrucción media, desde el siglo XIX, la capital de la provincia de Islay, hasta el año 1922, tenía únicamente escuelas de instrucción primaria, tanto estatales como particulares.

Es justo recordar en estas notas a una de las pioneras de la educación en Mollendo, doña Elvira González y Ponce de León (hermana de doña Fortunata González y Ponce de León de Gygax), cuya escuela de primeras letras era apoyada con una subvención del Concejo Provincial de Islay, apareciendo documentación al respecto en la obra de don Manuel Formidoro Elías y Rivera “Mollendo y la provincia de Islay en el segundo gobierno de don José Pardo (1915-1919)”.

El gran desarrollo del puerto de Mollendo no fue justificación suficiente para que el Gobierno de Lima se interesara en fundar allí un colegio nacional de instrucción media. Y tampoco ningún representante al Congreso por la provincia de Islay, a diferencia de parlamentarios de otras provincias, había logrado que se aprobara una ley para crear un colegio nacional en Mollendo con sus gastos sufragados por el Fisco.

Pero esta situación no es extraña en Mollendo. Recordemos, por ejemplo, que el Gobierno Central no contribuyó con suma alguna para solucionar el problema de la falta de agua potable para Mollendo y la clase dirigente del puerto se vio obligada a asumir una responsabilidad excesiva para llevar a cabo las obras indispensables, tal como se puede comprobar en la obra “Documentos del Contrato Ugarteche y el saneamiento urbano de Mollendo 1926-1935”.

Como se comprueba nuevamente en el presente libro, el Gobierno tampoco tuvo ninguna intención de sufragar los gastos que demandaba un colegio nacional para Mollendo, a diferencia de lo que ocurría en los demás colegios nacionales establecidos en diversas ciudades de la República, que eran mantenidos por el Fisco.

Un documento desconocido u olvidado, que se da a conocer en este libro, es la verdadera “partida de nacimiento” del Colegio Nacional de Mollendo, la cual es la Ley Regional Nº 25, del 7 de febrero de 1920, promulgada en esa fecha por el presidente don Augusto B. Leguía. Mediante esta norma legal se dispuso crear “un impuesto sobre el valor de los boletos de entrada a los espectáculos públicos de Mollendo”. Era bastante elevado el impuesto: “Por cada boleto de veinte centavos a un sol, se cobrará el diez por ciento”, y “Por cada boleto de entrada de más de un sol, el veinte por ciento”.

Además, se dispuso también que “El cobro será hecho por la Municipalidad de Mollendo y el producto lo remitirá semestralmente a la Caja de Depósitos y Consignaciones, con destino a la creación y sostenimiento de un colegio de instrucción media en dicho puerto”.

Con esta nueva carga impositiva, los mollendinos que asistían a los espectáculos públicos presentados en el lugar, fueron creando un fondo con el cual, tres años después, pudo iniciar sus funciones el Colegio Nacional, sufragándose, con esta suma ahorrada, proveniente del impuesto mencionado, todos sus gastos iniciales, incluyendo el alquiler del local, la adquisición del mobiliario y los sueldos de los maestros.

Luego, por Resolución Suprema Nº 927, del 30 de setiembre de 1922, rubricada por don Augusto B. Leguía, Presidente de la República, se dispuso “Crear una Junta que se encargará de la organización del Colegio Nacional de Mollendo de acuerdo con las disposiciones pertinentes de la Ley Orgánica del Ramo”.

Por fin, mediante la Resolución Suprema Nº 236, del 3 de marzo de 1923, se autorizaba a la Junta Organizadora indicada a “recibir e invertir los fondos destinados al sostenimiento del plantel que se halla (sic) en poder del Concejo Provincial de Islay”. Así, y de manera indirecta, se aprobaba el inicio de las clases, el 1 de abril de 1923, tal como fuera solicitado en el oficio de la presidencia de la Junta Organizadora, de 24 de febrero de 1923, mencionado anteriormente.

Es lamentable que algunos sujetos hayan inventado una “Resolución Suprema Nº 927 del 28 de octubre de 1922”. No existe y jamás existió. Lamentablemente este invento es un error que repiten los ignorantes. La verdadera Resolución Suprema Nº 927 tiene fecha “30 de setiembre de 1922”, la misma que resuelve crear una Junta que se encargará de la organización del Colegio Nacional de Mollendo”.

La Junta Organizadora, presidida por don José Antonio de Bedoya e integrada por don Mariano A. Bedregal (Tesorero) y don José E. Bustamante y Corzo (Secretario), ante el notario público, suscribió un contrato de arrendamiento e hipoteca con don Guillermo Rubatto, a favor del nuevo Colegio Nacional, para emplear el inmueble como sede del mismo.

El Dr. Mariano A. Bedregal fue natural del valle de Tambo y casó en Mollendo el 14 de marzo de 1918, con doña Felícitas Ponce y Polar, viuda de don Isidoro Tamayo (Ella era prima hermana de doña María Polar y Ugarte, casada con don Ernesto Coloma Elías). El Dr. Bedregal fue Agente Fiscal de la provincia de Islay, muchos años.

El Colegio Nacional de Mollendo ha sufrido, por razones diversas, algunas de orden político, cambios de nombre. Se inició como “Colegio Nacional A. B. Leguía”, siendo su primer Director don Luis Alberto Bouroncle y Cáceres (firmaba Luis A. Bouroncle), un notable educador, nacido en Arequipa en 1885 (según información en su partida de defunción), hijo de don Máximo Bouroncle e Iglesias y de doña Pilar Cáceres y Gómez. Falleció en Mollendo el 21 de marzo de 1928.

El Sr. Bouroncle casó en Mollendo, el 31 de marzo de 1917, con doña Sara Alicia Barreda y Zegarra, siendo padrino de su matrimonio don Cayetano Coloma y Valencia. Un hermano de su esposa, don Luis Alberto Barreda y Zegarra, había casado, también en Mollendo, el 15 de octubre de 1910, con doña Elvira Coloma Elías.

Fueron profesores fundadores del Colegio Nacional de Mollendo, además del señor Bouroncle (en orden alfabético), don Luis Alemán Cornejo, don Mariano A. Bedregal, don José E. Bustamante y Corzo, don Raúl Cossío, don Faustino Franco, don Aurelio de la Fuente, don Alfredo Jahnsen y Díaz, don David H. Molina, don Emilio Muñoz Gamio, don Luis Ernesto Núñez Gómez, don Nicanor Rivera Cáceres y don Isaac Salas Ponce.

Paralelamente a la existencia del “Colegio Nacional A. B. Leguía”, mediante Resolución Directoral Nº 259, del 23 de febrero de 1926, emitida por la Dirección General del Ministerio de Instrucción, se resolvió organizar un nuevo plantel, el “Instituto Comercial de Mollendo”, encargándole su educación al pedagogo Dr. Karl Maisch. Pero este nuevo tuvo una existencia efímera, ya que por Resolución Suprema Nº 1512, del 12 de junio de 1926, se resolvió “Fusionar el Colegio A. B. Leguía de esa localidad en el Instituto Comercial de la misma, debiendo este último llevar el nombre de Instituto Comercial A. B. Leguía”.

Luego de la caída del régimen leguiísta, por Resolución Suprema Nº 232, del 9 de septiembre de 1930, se dispuso que dicho Instituto Comercial quedaba sin ningún nombre, pasando así a llamarse Colegio Nacional de Islay o Colegio Nacional de Mollendo. Años más tarde, por Resolución Suprema Nº 567, del 26 de abril de 1938, se dispuso que dicho colegio pasaría a llamarse “Colegio Nacional Deán Valdivia”, celebrándose más tarde el 12 de julio como aniversario del plantel, en conmemoración del natalicio del genial sacerdote y caudillo, don Juan Gualberto Valdivia y Cornejo, ocurrido en Tambo el 12 de julio de 1796.

Han sido Directores del Colegio Nacional, desde su fundación hasta la celebración de su XXV aniversario, don Luis Alberto Bouroncle y Cáceres, don José Enrique Bustamante y Corzo, don Julio Fernando Núñez Gómez, don Carlos Maisch, don Luis Alberto Bouroncle y Cáceres (segundo periodo), don Guillermo Wiessenecker, don Juan Francisco Franco, don Juan Francisco Camborda, don Julio Francisco Vizcarra Febres, don Jorge Dulanto Pinillos, don Carlos U. Arévalo Rivero, don Enrique Lizárraga Escalante y don José Ignacio Vigil Dávila.

La nueva sede del Colegio Nacional Deán Valdivia fue inaugurada el domingo 8 de julio de 1956, siendo Presidente de la República el general don Manuel A. Odría y Ministro de Educación Pública el general don Juan Mendoza Rodríguez. Don Alberto Gygax Coloma y su esposa doña Gabriela Zegarra-Ballón San Román, junto con otras damas y caballeros distinguidos, fueron padrinos de la inauguración del nuevo local.

Por Resolución Suprema Nº 597, del 30 de abril de 1965, se dispuso transformar el Colegio Nacional Deán Valdivia en “Gran Unidad Escolar”, norma legal suscrita por don Fernando Belaunde Terry, Presidente de la República.

El libro está dividido en diecinueve capítulos; en el primero se presenta el discurso del autor en la sesión solemne del 12 de julio de 1948, con motivo del XXV aniversario de la fundación del Colegio Nacional de Mollendo; y en el segundo, se transcribe la información sobre las ceremonias conmemorativas aparecida en los diarios “El Deber” y “El Pueblo”, de Arequipa.

El capítulo tercero se refiere a la Ley Regional Nº 25, del 7 de febrero de 1920, mediante la cual se estableció un impuesto para la creación y sostenimiento de un colegio de instrucción media en Mollendo, norma legal que es la verdadera “partida de nacimiento” del colegio; el cuarto, a los problemas que hubo de afrontarse con el fin de obtener el presupuesto necesario para el sostenimiento del colegio; el quinto, a la creación de la Junta Organizadora del Colegio Nacional; el sexto, a la organización inicial de éste; y el séptimo, al primer presupuesto del mismo, en 1923.

El capítulo octavo se refiere a la autorización para invertir los fondos recaudados por el Concejo Provincial de Islay en el nuevo Colegio Nacional; el noveno, al contrato de arrendamiento del primer local del Colegio; el décimo, a la instalación del Colegio Nacional A., B. Leguía, el 1 de abril de 1923; el undécimo, a la creación del Instituto Comercial de Mollendo; el duodécimo, a la fusión del Colegio Nacional A. B. Leguía con el Instituto Comercial de Mollendo, el 12 de junio de 1926, creándose el Instituto Comercial A. B. Leguía; y el décimo tercero, al retiro del nombre “A. B. Leguía” del Colegio Nacional.

El capítulo décimo cuarto, se refiere a la solicitud para que el Colegio Nacional lleve el nombre del Deán Valdivia; el décimo quinto, a la Resolución Suprema Nº 567, mediante la cual se le dio el nombre de Colegio Nacional Deán Valdivia; el décimo sexto, a las resoluciones de nombramiento de los Directores del Instituto Comercial A. B. Leguía (1926-1930); el décimo séptimo, a los del Colegio Nacional de Islay (1930-1938); el décimo octavo, a los del Colegio Nacional Deán Valdivia (desde 1938); y el décimo noveno, a las leyes dictadas a favor del Colegio Nacional de Mollendo.

El Colegio Nacional Deán Valdivia ha dado figuras notables en los distintos campos del saber, como en la Medicina y Jurisprudencia, así como en los Institutos Armados: Ejército, Marina y Fuerza Aérea, y en la Policía Nacional.

El 12 de julio de 1948 se conmemoró el XXV aniversario de la fundación del Colegio Nacional de Mollendo. Como lo dijera don Guillermo W. Coloma Elías en su discurso al presidir los actos conmemorativos, como ya lo hemos visto, “este Plantel es orgullo de la Patria” y “Ha dado hijos de provecho y sigue enseñando lo que el Perú anhela: ‘Moral y Civismo’ para los peruanos”.

Han transcurrido cincuenta y ocho años desde esa fecha memorable y lo que dijera el autor, afortunadamente, sigue vigente, para gloria de Mollendo y del Perú.

Este libro fue presentado en el "Primer Festival del Libro Arequipa 2007" (realizado del 22 al 31 de octubre del 2007). La presentación de la obra se llevó a cabo en una ceremonia especial que tuvo lugar el martes 23 de octubre del 2007, a las 7:30 p.m., y estuvo a cargo del Dr. Luis Dávila Fernán-Zegarra, de la Universidad Católica Santa María y Cónsul honorario de Rumania en Arequipa. Agradeció a nombre del Editor su sobrino el Dr. José Gómez de la Torre.

Estos libros son indispensables

para todos los interesados

en la historia de la Macro Región Sur del Perú

y se encuentran en venta

en LIMA, en:

Librería El Virrey (calle Bolognesi 510, Miraflores, Lima, teléfonos 4444141, 7130505 y 7184232, e-mail: libreria@elvirrey.com ),

Librería Sur (Pardo y Aliaga 683, San Isidro, teléfono 4225307,e-mail:libreriasur@sanseviero.pe );

Librería Epoca (Comandante Espinar 864, Ovalo Gutiérrez, Miraflores, teléfonos 2412951, 4462492, 4476902, e-mail:mundoculturalsac@hotmail.com );

Librerías La Familia (Av. Diagonal 372-378, Miraflores, teléfono 2423900, e-mail: administracion@libreriaslafamila.com ); y Av. Diagonal 382, Miraflores, teléfono 4478353, e-mail: administracion@libreriaslafamila.com)

Librería del Instituto Riva Agüero (Jr. Camaná 459, Lima, teléfonos 6266600, 6266602, e-mail: libreriaira@pucp.edu.pe ); también hacen ventas al extranjero;

y en AREQUIPA, en:

Librerías San Francisco (calle San Francisco 102 - 104 - 106 - 115 - 133 - 135; Portal de Flores 138 (Plaza Mayor); calle Mercaderes 125; y calle Jerusalén 201); teléfonos (054)232721, 212367, 215258, 221031; fax 215254, 212866; e-mail: san_francisco@terra.com.pe y san_francisco_aqp@speedie.com.pe );

Librería de la Universidad Nacional de San Agustín (calle San Agustín 115 Telefax (054)- 218781, e-mail: lalibreriaunsa@hotmail.com ).

Librería El Lector (calle San Francisco 213 Teléfono (054)- 288677, e-mail:el_lector69@hotmail.com ).

PARA VENTAS POR MAYOR, CONSULTAR A:

mollendohistorico@gmail.com

mollendohistorico@gmail.com