El empleo y los mayores de 40

"I have only come here seeking knowledge,

Things they would not teach me of in college"

The Police

"Wrapped around your finger"

Letra: Sting (Gordon Sumner)

Esta disquisición tiene como objetivo principal plantear un problema que está oculto, invisibilizado en nuestra sociedad (uruguaya): la discriminación que sufren las personas cuya edad pasa de los 40 años (y a veces menos), que desde ahora le llamaremos 40+. Es una discriminación, tal como lo es hacia las mujeres, los discapacitados, también por diferencia de razas, religiones, opción sexual, HIV positivos, etc. En países que se ha estudiado la problemática así se clasifica esta falta de consideración de las personas con determinada edad como candidatos a ocupar puestos laborales. Todos estos sectores de la población se han quejado, manifestado, protestado y algo han conseguido: sino una solución al problema, al menos su visibilidad en la problemática social. La discriminación que nos embarga no ha conseguido ni siquiera esto último; ¿será que falta movilizarnos?

Una persona con 40+ años aún tiene de vida "útil" de, por lo menos, 20 más. Y no es que sea menos capaz de realizar ciertos trabajos que una persona más joven. Hay ciertos empleos que requieren el uso de fuerza física o algún tipo de resistencia corporal. En estos casos podría entenderse, aunque conozco gente de 40+ que físicamente están mejor entrenados que jóvenes que no han hecho ejercicio en toda su vida.

Pero además se le agrega un ingrediente que complica la cosa: el 40+ tiene una familia a cargo, por lo general con hijos menores, que quedarían desamparados si la persona no consigue trabajo.

Esta discriminación tiene su porqué. Una de las causas es el arraigo que tiene en nuestra sociedad la creencia de que lo viejo no sirve para nada. Otra causa, asociada a ésta, es que hay que dejarle paso a las nuevas generaciones. Y, a su vez asociada a estas dos, la falsa oposición entre emplear a los jóvenes o emplear a los viejos.

Otra cosa que debemos percatarnos es que el mercado laboral ha cambiado. Antes una persona empezaba de aprendiz en un trabajo y se mantenía en el mismo empleo hasta su jubilación (si no había un suceso inesperado en el medio); ahora es mucho más dinámico, las empresas abren y cierran con velocidad vertiginosa porque nuevas tecnologías sustituyen a las antiguas en poco tiempo. Hoy día, una persona promedio puede tener varios empleos a lo largo de su vida; es y será lo normal.

Que una persona de 40+ perdiera el empleo en otros tiempos era una cosa no muy común. Hoy en día es moneda corriente cambiar de trabajo (en todo el sentido de la palabra) varias veces antes de la jubilación. Por lo tanto, en el mercado laboral, hay mucho más gente de 40+ buscando trabajo, aunque las ofertas sean escasas. ¿Qué debe hacer, suicidarse él y matar a su familia? La sociedad debe tomar conciencia de esto, porque además, los jóvenes de ahora van a estar en la misma situación dentro de unos años.

La falsa oposición y las causas mencionadas le hacen de "techo" a nuestra imaginación para solucionar el tema. Si las disolvemos podría surgir una salida para este problema, pero para ello debe cambiar el mercado laboral y nuestra cabeza...

Una solución posible pasaría por una revalorización de la función social de los 40+ como la que sigue a continuación. (Ojo! La siguiente no es LA solución, sino una las tantas posibles...)

Esta función sería la de capacitar a los jóvenes para cumplir con su trabajo, aportando su experiencia en el mercado laboral, aprovechando la experiencia de entre 20 y 25 años en el mercado de trabajo (nacional o internacional), volcándola a la educación de los nuevos trabajadores del área a la que cada uno ha dado gran parte de su vida.

Así, se cumpliría un ciclo de aporte social individual, que constaría de las siguientes etapas:

- 5-15 años comienza primaria y finaliza secundaria.

- 16-20 años formación para su primer trabajo.

- 21-25 se incorpora a su primer trabajo y formación permanente, recibe capacitación de los 40+.

- 25-39 otros trabajos (o el mismo) y continúa formación permanente.

- 40-50 capacitarse para ejercer su futura función mientras sigue con su último trabajo. Al mismo tiempo buscar una nueva actividad o función social para el retiro y comenzar a capacitarse para ella.

- Hasta los 55 años: se comienza a ejercer su actividad de formación de nuevas generaciones y continúa capacitándose para su nueva actividad o función social.

- Entre los 55 y 60 años: retiro (jubilación) y comienzo de su nueva actividad o función social (si está física y mentalmente capacitado como para realizarla).

- Desde los 60 en adelante: disfrutar de su nueva actividad o función social (si está física y mentalmente capacitado como para realizarla).

Las actividades o funciones sociales para el retiro, podrían ser:

- Docencia

- Voluntariado

- Arte (pintura, música, escultura, letras, etc.), Filosofía, Ciencias, etc.

Para esta etapa, el procedimiento general sería:

  1) Tomar la persona entre los 40 y 50 años.

  2) Capacitarla para reorientarla.

  3) Terminar sus días laborales (hasta jubilación) como docente de nuevas generaciones.

Su capacitación sería un Curso de Reorientación Laboral, que constaría de las siguientes materias:

  a) Taller de revalorización de su nueva condición laboral (mejorar su autoestima).

  b) Talleres de Docencia (aprender a enseñar).

  c) Actualización Informática (de herramientas de trabajo).

  d) Filosofía (metateoría sobre su trabajo).

  e) Historia (de la disciplina en cuestión).

Obviamente, esto debería ser apoyado por una política estatal que incluya:

  - Incentivos a empresas privadas para reconversión. El empleado debe trabajar en el período de capacitación 1/2 horario en el trabajo y el otro 1/2 horario se capacita.

  - Canales de trabajo para los egresados de la reconversión.

  - Luego de egresados deben trabajar en la educación (los que dejen sus puestos a los jóvenes).

  - Los lugares pueden ser privados o públicos (estatales).

  - Los aprendices o pasantes trabajan 1/2 horario y en el otro 1/2 horario se capacitan.

Hay una desvalorización permanente de los seres humanos de edades como los 40s, 50s, 60s, 70s, etc., implícita dentro de la cultura laboral globalizada a nivel mundial; desvalorización que fue incrementándose con el tiempo, ya que en épocas pretéritas la figura del "anciano" era muy respetada dentro de las diferentes culturas que poblaron el mundo (por ej. la palabra senado viene de la palabra latina senatus, formada por sen- (viejo) y -atus (que es como -ado en español y significa grupo)). Esta propuesta apuesta a la revalorización de estas franjas etarias como integrantes activos de la producción de valor en forma de conocimiento acumulado y sabiduría de vida que debe ser respetada y aprovechada. De otro modo quedaría desperdiciada, ya que por estos prejuicios las nuevas generaciones no sólo no los escuchan sino que los desprecian. El diálogo intergeneracional es fundamental para la supervivencia de TODOS los integrantes de la sociedad. No hay que olvidar que todos podemos estar en la situación en que están otros en algún momento de nuestra vida. La revalorización es un ingrediente fundamental para la mejora de la autoestima de las generaciones de más edad; eso contribuirá también a la mejora de la salud de estas personas, encontrando una razón para vivir que les de un aliciente terapéutico a sus existencias. Se debe recordar que hay vivencias personales que no quedan registradas en los libros de historia y que pueden ser aprovechadas en el aprendizaje de las nuevas generaciones para que no cometan cierto tipo de errores que pueden ser evitados.

 

Además, creo que una propuesta como ésta, solucionaría este y otros problemas como la lenta inserción de la mano de obra nueva, ya que la experiencia de los 40+ sería aprovechada por los jóvenes que así no entrarían sin ningún tipo asesoramiento en sus puestos de trabajo. Esto reduciría el tiempo de su adaptación y puesta en producción de calidad.

Además, creo que una propuesta como ésta, solucionaría este y otros problemas como la lenta inserción de la mano de obra nueva, ya que la experiencia de los 40+ sería aprovechada por los jóvenes que así no entrarían sin ningún tipo asesoramiento en sus puestos de trabajo. Esto reduciría el tiempo de su adaptación y puesta en producción de calidad.

Otro factor a tener en cuenta es la identificación, a lo largo de la vida de las personas, entre profesión y personalidad. La mayoría de la gente ha tomado al pie de la letra el dicho "el trabajo dignifica" y ha hecho de su trabajo o profesión un título nobiliario; esto hace que, durante su vida activa, la persona en cuestión se identifique con esa profesión. Ejemplos (ficticios): Dr. Juan González; Esc. Fulano de Tal; Zutano Pérez, zapatero; Juan Gómez, empresario; Gral. Manuel Rivera, etc. Durante la vida activa esto es el orgullo de la persona y sus allegados; es su posición en la sociedad, y es bueno para su autoestima en ese momento. Pero ¿qué pasa cuando pierde el trabajo o pasa a retiro? Se pierde parte de su personalidad. Esto causa tristeza y depresión, hasta tal punto que, en muchos casos, la persona somatiza la situación enfermándose, "viniéndose abajo" (como se dice vulgarmente), hasta llegar a la muerte: su vida se transforma en un "esperando a la carroza (fúnebre)".

¿Cómo se soluciona esto? La solución no es instantánea, no se arregla de un momento para otro. Pasa por una educación temprana en la que la primer cosa que hay que aprender es que la frase "el trabajo dignifica" se refiere a la capacidad de trabajar y no a un trabajo o profesión en particular que va a inflar nuestra autoestima por el resto de la vida. Hoy por hoy la profesión de una persona puede variar muchas veces antes de pasar a retiro, pero lo invariable es lo que queda: la personalidad, sin integrar en ella el trabajo. Esto haría prepararse a la gente para el después, para que cuando se jubile, pueda tener otra actividad que la satisfaga y la dignifique socialmente. Esto le daría herramientas para evitar el trauma causado por la depresión post-jubilatoria, lo que prolongaría su salud y su vida.

 

Obviamente, puede y debe haber otras soluciones, la expresada aquí sólo intenta abrir las mentes de quiénes realmente pueden hacer algo sobre este tema.