Se Inician los Combates

Los nacionales se atascan

y los separatista catalanes no colaboran con Azaña

El día 20, una columna del frente Popular partió de Madrid para tomar por la fuerza Toledo, lográndolo el 21, con la excepción del Alcázar. Otras 4 columnas salieron de Madrid el 21 y el 22 para controlar la sierra de Madrid y Guadalajara.

En Navarra, Mola, con sus fuerzas de voluntarios, el Requeté, iba a intentar la toma Madrid desde el norte, a través del el alto del León y de Somosierra . La operación iniciada el 25 de julio, pronto quedó neutralizada por la fuerte oposición del las tropas del frente Popular. A final de mes, Mola ordenó : «Ni un tiro más. Tengo 26.000 cartuchos para todo el Ejército del norte»

El 21 en Barcelona, Companys de ERC, había formado las Milicias Ciudadanas de Cataluña (los famosos escamots, una fuerza paramilitar con escenografía fascista integrada en ERC) y la Consejería de Defensa, pero para desgracia de la Generalidad y Companys el Comité Central de Milicias Antifascistas, de la CNT les pasó por encima como una apisonadora. Cataluña se adentraba en la espiral revolucionaria.

En nombre de La Gran Cataluña, los catalanes se animaron y con su superioridad industrial de armas y militar se decidieron a ocupar Aragón y Baleares. El 23, la aviación de la Generalidad bombardeó Huesca. El famoso anarquista Durruti, apoyado por Pérez Farrás el comandante de los escamots, dirigió la marcha de la primera columna de Barcelona, hacia Zaragoza, que estaba en manos de los nacionales. Las columnas anarquistas de Barcelona conquistaron gran parte de Aragón, hasta llegar a las capitales, Huesca, Zaragoza y Teruel, donde quedaron clavadas sin lograr sus objetivos. Los catalanes fracasaron estrepitosamente en su intento de tomar Mallorca. La Gran Cataluña iba a esperar un poco todavía.

El coronel Aranda, tras engañar a los milicianos, el 20 de julio declaró el estado de guerra en Oviedo. Para desgracias de Aranda, sus fuerzas quedaron en la ciudad sin poder salir al mar, quedando así expuesto al fracaso final.

Punto más crítico: controlar el Estrecho de Gibraltar

Pero el destino final de la Guerra Civil Española (GCE) donde realmente se iba a jugar era en la aguas del Estrecho de Gibraltar. A pesar la gran diferencia inicial de fuerzas, los nacionales iban a intentar todo para pasar los soldados bloqueados al otro lado del estrecho. El problema era el tiempo disponible antes de la posible aniquilación de las pocas fuerzas levantadas en algunas capitales de provincia.

Sin la Armada, el paso del estrecho de las tropas iba a ser un proceso muy penoso, lento y sin ninguna garantía de éxito. Los dirigentes del FP, el mismo día 18 colocaron dos destructores bloqueando los puertos de Melilla y Ceuta. A pesar de esto, en un viejo y destartalado cañonero, desde Ceuta lograron pasar un tabor (batallón) de regulares a Cádiz, y otro tabor a Algeciras a bordo de un cañonero.

El día 19, la armada del FP controlaba las aguas del estrecho con un crucero, dos guardacostas y un cañonero. La propuesta de Franco fue pasar fuerzas mediante un convoy nocturno, protegido mediante los dos aviones de que disponía. El plan no sería viable porque al día siguiente se presentaron además, otro crucero, un acorazado, tres destructores y un torpedero. Ante este despliegue de fuerzas, Franco desistió y pensó en otro plan.

El primer Puente aéreo de la Historia

Franco, aconsejado por Kindelán, vio posible la idea de trasladar su ejército por aire. Franco informó a Mola del proyecto. El problema del primer puente aéreo de la historia era el reducido número de aviones disponibles y la también escasa capacidad de transporte por avión. Otro riesgo adicional que podría llevar al fracaso el proyecto era la reducida disponibilidad de cazas: 62 del FP y 12 los nacionales. No obstante se pusieron a trabajar en el proyecto.

El 20 de julio se ponen manos a la obra y comienza el puente aéreo. El paso de los primeros 30 legionarios a Cádiz, se hace mediante 2 aviones.

Ayuda Extranjera

Posiblemente uno de los errores de Mola, el director o cerebro del alzamiento, fue pensar que no iban a necesitar ayuda extranjera. Como iba a ser un golpe militar no se estableció ningún contacto con potencias extranjeras. Mola lo único que había previsto era la ayuda de la Falange y el Requeté (Navarra). El 19 de julio,Franco se da cuenta que el golpe ha fracasado y que en consecuencia la guerra va a ser larga y dura.

El gobierno del Frente Popular, el mismo 18 de julio piden ayuda a los gobiernos de Francia y Méjico. Francia tenía un gobierno amigo, también de Frente Popular (Front Populaire); y Méjico tenía el mismo modelo político que el de la II República Española, un régimen controlado por la masonería y con apariencia democrático. En los días siguientes, esto es bastante revelador, el Frente Popular pidió también ayuda a Gran Bretaña pero se negó rotundamente. Tenían muy claro lo que se estaba dilucidando en España; y no quería ayudar al frente Popular a implantar en España y régimen revolucionario al estilo soviético.

El 23 de julio, Franco trató de conseguir recursos aéreos, mandando comisiones a Alemania , Italia y Gran Bretaña, en este último caso sólo consiguió la neutralidad. Gran Bretaña no quería intervenir en la guerra civil española pero tenían muy claro que una victoria del Frente Popular sería peor. Mientras tanto el puente aéreo continuaba con unos 9 aviones españoles y un Junquer alemán requisado. Por su parte, el gobierno del FP, también intentó conseguir aviones de Francia y Alemania. Finalmente el 25 y 26 de julio, llegaron a un acuerdo los nacionales con Berlín e Italia y el Frente Popular con París.

Se inicia la guerra de columnas

El 2 de agosto, salieron de Sevilla en dirección Extremadura, dos pequeñas columnas de legionarios y regulares que había organizado Franco. Objetivo, unir Andalucía con la zona nacional del norte peninsular y suministrar munición a Mola. Antes del 5 de agosto las tropas de Yagüe estaban a 60 km de Mérida

Hasta el 5 de agosto no dispuso Franco en la zona del estrecho de un número significativo de aviones italianos y alemanes. Hasta este día, con mucho esfuerzo, los nacionales consiguieron pasar a la península unos 2.000 soldados por aire, y alrededor de un millar por agua, sin más intervención germana que el Junquer requisado. Fuerzas mínimas, pero de alta calidad que permitieron consolidar la situación de Queipo en Andalucía y seguir progresando.

Después del 10 de agosto, la mayoría de los aparatos que volaban en el puente aéreo ya eran extranjeros. El día 8 llegan nueve aviones de transporte, Junquers JU 52 y algunos cazas Heinkel 51. La velocidad del paso de las tropas africanas comenzaba a animarse.

El 11 de agosto, las columnas nacionales consiguen su objetivo, las dos zonas sublevadas ya están unidas.

El puente aéreo sobre el Estrecho de Gibraltar, permitió a los nacionales nivelar en parte la superioridad del FP en recursos de la armada. A mediados de agosto la situación no era ya tan angustiosa para las tropas de Franco. Se había desbloqueado el Ejército de África, consolidado los débiles enclaves de Andalucía y abastecido de munición al Ejército del Norte de Mola. Hay que reconocer que este éxito lo habían logrado sin la ayuda alemana ni italiana.

El paso del estrecho

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