¿Qué es la alfabetización académica?

Paula Carlino

Sin duda la expresión "alfabetización académica" es pregnante porque viene siendo usada por muchos colegas desde hace unos años. He visto citada recurrentemente una definición que yo misma escribí en 2003 y reiteré en 2005. Sin embargo, no encuentro feliz esa definición y a veces creo aun que la idea de alfabetización académica puede plantearse sin esta expresión, recurriendo a términos más generales como "enseñar a leer, a escribir y a estudiar en una determinada cultura escrita, en una específica comunidad académica".

De todos modos, para contribuir a seguir pensando el campo de problemas que el concepto de alfabetización académica puso de manifiesto, quiero aportar una nueva definición. Aquí va:

Sugiero denominar “alfabetización académica” al proceso de enseñanza que puede (o no) ponerse en marcha para favorecer el acceso de los estudiantes a las diferentes culturas escritas de las disciplinas. Es el intento denodado por incluirlos en sus prácticas letradas, las acciones que han de realizar los profesores, con apoyo institucional, para que los universitarios aprendan a exponer, argumentar, resumir, buscar información, jerarquizarla, ponerla en relación, valorar razonamientos, debatir, etc., según los modos típicos de hacerlo en cada materia. Conlleva dos objetivos que, si bien relacionados, conviene distinguir: enseñar a participar en los géneros propios de un campo del saber y enseñar las prácticas de estudio adecuadas para aprender en él. En el primer caso, se trata de formar para escribir y leer como lo hacen los especialistas; en el segundo caso, de enseñar a leer y a escribir para apropiarse del conocimiento producido por ellos. De acuerdo con las teorías sobre aprendizaje situado y sobre géneros como acciones sociales, alfabetizar académicamente equivale a ayudar a participar en prácticas discursivas contextualizadas, lo cual es distinto de hacer ejercitar habilidades desgajadas que fragmentan y desvirtúan esas prácticas. Porque depende de cada disciplina y porque implica una formación prolongada, no puede lograrse desde una única asignatura ni en un sólo ciclo educativo. Así, las “alfabetizaciones académicas” incumben a todos los docentes a lo ancho y largo de la universidad. (Carlino, 2013, pp. 270 y 271)

La redefinición del concepto planteada arriba explicita la labor de profesores e instituciones educativas, y evita dar a entender que alfabetizarse académicamente es un asunto que concierne sólo a los alumnos. Asimismo, advierte sobre la imposibilidad de lograr alfabetizar en un único curso o a través de ejercicios que parcelan y disuelven las prácticas auténticas de lectura y escritura. También resalta que lo que está en juego es enseñar prácticas típicas de ciertas comunidades, motivadas situacionalmente, lo cual difiere de entrenar habilidades, destrezas o competencias discretas, independientes y separables de sus contextos de uso.

Destaco entonces en la nueva definición propuesta las acciones que deben implementarse a nivel institucional y didáctico, desde todas las cátedras, para favorecer el aprendizaje de las literacidades académicas (es decir, la participación de los alumnos en sus culturas escritas), a través de una enseñanza que las preserve como tales.

Para un tratamiento más a fondo del concepto renovado, remitimos al lector al artículo

ALFABETIZACION ACADEMICA DIEZ AÑOS DESPUÉS (2013) o clic aquí, o clic aquí

Para ver el video de la conferencia donde se plantea el debate actual, hacer clic aquí

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