La Gran Adivinanza de Guth
Por Brad Lemley
¿DE DONDE VINO TODO? No responda, "la Gran Explosión". Decir que todo vino de la Gran Explosión es como decir que los bebes vienen de las salas de maternidad, cierto en un sentido estrecho, pero no llega lo bastante lejos. ¿De donde vino la materia que explotó? ¿Qué era? ¿Por qué explotó? Antes que Alan Guth diera un paso al frente, los cosmólogos raras veces se atrevían a adivinar. La Teoría de la Gran Explosión, basada en especula- ciones que datan de 1922 y confirmadas por los astrónomos en los años 1960, postulaba que el universo comenzó como una minúscula bola de fuego de densidad y temperatura extremas que, desde entonces, ha estado expandiéndose y enfriándose, pero la teoría no dice nada acerca de lo que ocurrió antes ni siquiera en la precisa fracción de segundo en que todo explotó. En diciembre de 1979, Guth, entonces un oscuro físico de 32 años del Centro del Acelerador Lineal de Stanford, emergió como el primer científico en ofrecer una descripción verosímil del universo cuando tenia menos de una centésima de segundo de edad. Durante un período explosivo de entre 10-37 y 10-34 segundos después de su nacimiento, dijo Guth, el universo se expandió a una velocidad que continuó duplicándose antes de comenzar a estabilizarse en la expansión más sosegada descrita por la Teoría de la Gran Explosión.
La Teoría de la Inflación -nombre acuñado por Guth para esta expansión super rápida del universo inicial- ha vencido todos los retos teóricos y se ha hecho más fuerte con cada nuevo hallazgo, incluyendo el último y mayor de ellos: que la velocidad de expansión del universo, la cual se pensó se estaba reduciendo, en realidad se está acelerando. "No hay competencia, pero no es por no haber tratado", dice el cosmólogo Alexander Vilenkin, de la Universidad Tufts. "Muchos han tratado de desarrollar un modelo que enfoque los mismos problemas y han fallado": La reputación de Guth ha ascendido con la teoría. Ha pasado a ser el número uno en cosmologia. En abril del pasado año, recibió la medalla Benjamin Franklin, de Física, precursora frecuente del Premio Nobel.