Producción de Naturaleza
(Reseña a cargo de A. Q. del libro de Ignacio Jiménez)
Hace poco más de dos años llegó a mis manos el libro Rewilding Iberia de Jordi Palau, su lectura me indujo, como amante de la Naturaleza salvaje, a profundizar más sobre el concepto de “Rewilding”, las organizaciones que lo promocionan y sus actividades. Fruto de dicho estudio o análisis surgió la reseña de Rewilding Iberia.[2] En dicho libro se mencionaba en varias ocasiones el concepto de “Producción de Naturaleza”, acuñado por un tal Ignacio Jiménez, que había publicado un libro con dicho nombre. Incluí una breve crítica a dicha idea en la reseña de Rewilding Iberia basándome exclusivamente en las palabras de Palau. Poco después, un amigo me dejó el libro de Jiménez (un mamotreto de casi 600 páginas) y me propuso que lo leyese e hiciese una reseña de él. Acepté a regañadientes: el conservacionismo siempre me ha parecido una actividad loable pero simplista e ineficaz a largo plazo que, dedicado casi siempre a la conservación de especies y ecosistemas concretos (o a fantasiosos proyectos de conservación a escala continental o mundial que no reflejan sobre el terreno lo que se plantea sobre el papel –ver lo dicho más adelante sobre la idea de “La mitad para la Naturaleza”), tiende a dejar a un lado las verdaderas causas de la degradación de la Naturaleza salvaje (el desarrollo tecnológico y el crecimiento de la población humana). Para colmo, me acababa de leer varias veces el libro Rewilding Iberia para comprenderlo lo mejor posible y realizar una crítica rigurosa y seria y no me apetecía leerme otro libro de notable tamaño que en teoría iba a hablar “más o menos de lo mismo”. Lo hice porque tenía una deuda con mi conciencia por haber criticado una idea de alguien (Jiménez) en base a las palabras de un tercero (Palau). Sin embargo, tras haber leído el libro “Producción de Naturaleza”, creo que la mayor parte de lo dicho en la reseña de Rewilding Iberia (si no todo ello) es correcto y muy pertinente acerca también de este libro, en especial todo lo dicho en los apartados “Idea del equilibrio entre la Naturaleza salvaje y la Sociedad tecnoindustrial”, “Defensa del desarrollo sostenible”, “Antropocentrismo: todo para los humanos, nada para la Naturaleza” y “Posibilismo, voluntariedad y estado actual de la Naturaleza en España”.
Bajo el sorprendente, contradictorio y, a mi juicio, poco acertado título de Producción de Naturaleza se esconde un libro dedicado principalmente, en palabras del autor, a “cómo llevar a cabo de la manera más efectiva la tarea de expandir y mejorar las tierras existentes dedicadas a la conservación (conservar y restaurar los ecosistemas naturales)”. Es decir, el libro no trata sobre por qué debe conservarse la Naturaleza, sino que se trata de un libro centrado en el cómo, en la práctica de la conservación.