El concepto de ensayo queda perfectamente reflejado en la definición que aporta Merino (1992):
"Entendemos por ensayo una composición escrita de extensión variable -generalmente breve- cuya finalidad es la comunicación de un mensaje o idea principal, en conexión con un tema de estudio, en torno al cual debe seleccionarse el estilo más adecuado a la idea principal y a su desarrollo y utilizando la reflexión personal y el dominio de la materia de estudio para apoyar la comunicación sobre fundamentos sólidos..." (p. 221)
Las preguntas de ensayo se clasifican en función de la amplitud de desarrollo que solicitan; de esta manera se diferencia entre preguntas de respuesta amplia y de respuesta restringida. Por otra parte, los trabajos monográficos que se suelen utilizar como instrumento de evaluación se consideran también como ensayos de respuesta amplia.
Para construir una prueba de ensayo se aconseja seguir las siguientes indicaciones (Cabrera y Espín, 1986 y Race, 2002):
- Restringir el uso de este tipo de prueba a aquellos productos del aprendizaje que no pueden medirse satisfactoriamente mediante pruebas objetivas.
- Formular preguntas que impliquen el aprendizaje especificado en los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Plantear cada pregunta de forma que quede claramente especificada la tarea a realizar por parte del alumno. Si es oportuno, subdividir el tema del ensayo en varias partes e indicar claramente los puntos que se pueden conseguir en cada apartado.
- Indicar un límite aproximado de tiempo o de palabras para cada pregunta o para el ensayo completo.
De acuerdo con las mismas autoras citadas anteriormente, para puntuar las respuestas en las pruebas de ensayo se aconseja:
- Preparar por anticipado un esbozo de las respuestas que cabe esperar.
- Especificar una puntuación para cada una de las partes de la respuesta que se considera correcta.
- Determinar los factores que pueden influir en la puntuación (legibilidad, faltas de ortografía, etc.).
- Puntuar pregunta por pregunta.
- Evaluar sin ver el nombre de la persona que ha contestado la prueba.
- Evaluar la prueba por más de un calificador si la evaluación va a ser una condición necesaria para tomar decisiones importantes.
La elaboración de un ensayo amplio no es una tarea evidente para muchas personas. Algunos criterios que orientan tanto la elaboración como la evaluación de un ensayo son:
- Idea principal. La constituye toda hipótesis, idea nuclear, todo problema, finalidad o propósito que se quiere estudiar y transmitir con la elaboración del ensayo. Responde al qué, al por qué y al para qué del trabajo realizado. Da a conocer desde qué perspectiva y de qué modo se va a tratar la cuestión, tema o problema planteado (Marwick, 1984).
- Contenido. Hace referencia al conjunto de información (ideas, hechos, datos...) que aparece incluido en el ensayo, y del que hay que tener en cuenta no sólo la cantidad sino también su calidad. La selección del contenido debe ser pertinente, oportuna, relacionada directamente con el ensayo (Kirszner y Mandell, 1988).
- Estructura. El orden y la distribución de las partes de un ensayo deben estar relacionados con la argumentación que se presenta (Robertson, 1985).
- Razonamiento. Se refiere al modo lógico, coherente y bien fundamentado de exponer y argumentar una cuestión partiendo de una idea principal para alcanzar una conclusión (Horton, 1986).
- Expresión. Se refiere a la forma misma de transmitir las ideas. Implica un estilo fluido, conciso y claro (Robertson, 1985).
El valor educativo de las pruebas de ensayo se incrementa en gran medida si el alumnado recibe, en un plazo de tiempo relativamente breve, comentarios específicos y argumentados sobre sus respuestas. Los criterios que se acaban de exponer orientan también el tipo de comentarios que se pueden devolver al alumnado.
Algunas de las críticas realizadas a las pruebas de ensayo se basan en la falta de uniformidad en el momento de puntuar las respuestas. Investigaciones sobre la fiabilidad en las puntuaciones de las pruebas de ensayo demuestran la variedad existente de criterios sobre aspectos como la puntuación, la ortografía, la originalidad, la coherencia, el vocabulario, el estilo y la organización (Curzon, 2002). Consideramos que, al menos en parte, estos sesgos se evitan explicitando previamente y de forma clara la ponderación que tendrán cada uno de estos criterios en la puntuación total del ensayo.