Uno de los objetivos principales de la física es la búsqueda de los componentes últimos de toda la materia que nos rodea y la descripción de las interacciones entre estos componentes que, en última instancia, demarcan la realidad que se presenta ante nuestros ojos. El primer nombre dado a estos componentes, partículas indivisibles que formarían el mundo material, fue el de átomo. Al hablar de los átomos no se puede dejar de hacer referencia a los pensadores de la antigua Grecia. A partir del razonamiento puro, filósofos como Leucipo y Demócrito en el siglo 3 a.c. dieron forma a la idea de átomos indivisibles constituyendo la cualidad última de la materia. Luego Epicuro nos hablaba de partes mínimas "confinadas" permanentemente y Anaximandro, Pitágoras y Platón, entre otros, expresaban que lo subyacente a toda la materia podría representarse en términos de números y simetrías. Pero, si bien estas sublimes manifestaciones del pensamiento en muchos casos tienen una fuerte conexión con el conocimiento actual sobre las partículas elementales, y han sido la base para la construcción del conocimiento científico, eran sólo especulaciones, y por ende no pueden ser consideradas como ideas científicas. No fue sino hasta comienzos del siglo XIX que se presentaron las primeras ideas atomistas con fundamento empírico.
En 1805 Dalton propone la existencia de átomos a partir del análisis de sus trabajos experimentales y hasta fines de este siglo se asumió al átomo como la mínima porción de materia. Los átomos se modelaron como pequeñas partículas indivisibles que pueden entrar en combinación con otros para formar átomos compuestos (los cuales recibirían más tarde el nombre de moléculas). En el transcurso de algunas décadas, desde fines del s. XIX, se descubrió que existen en realidad partículas aún más fundamentales que los átomos. Primero los electrones, luego los protones, más tarde el neutrón y simultáneamente una catarata de nuevas partículas (muones, piones, neutrinos, positrones y muchas otras) asolaron a los científicos durante muchos años, quienes trataban de dar un encuadre a los nuevos hallazgos.
A partir del desarrollo de la mecánica cuántica, a comienzos del siglo XX, se fueron construyendo teorías cada vez más complejas desde el punto de vista formal, con matemáticas de muy difícil acceso y conceptos, en algunos, muy alejados de la realidad cotidiana (macroscópica). No obstante, estas teorías permitieron no sólo dar cuenta de todas las partículas encontradas en los laboratorios, sino también predecir la existencia de nuevas partículas. Así es que hoy los laboratorios experimentales más grandes del planeta están dedicados al estudio de partículas elementales, y existen aún proyectos de desarrollo de aceleradores aún mayores de los existentes.
Este sitio propone un relato sobre las ideas que hoy tenemos acerca de las partículas elementales, acompañado por un conjunto de recursos y actividades destinadas a la facilitar la incorporación de estas ideas. Asimismo, se ofrecen materiales de uso para docentes, guías para las actividades propuestas y link a sitios de interés.
Biografías
Descubriendo la Física, UNLP: http://descubriendo.fisica.unlp.edu.ar/descubriendo/index.php/Biograf%C3%ADas
Biografías, University of St Andrews, Scotland: http://www-groups.dcs.st-and.ac.uk/~history/BiogIndex.html