Causas, incidencia y factores de riesgo:

La causa se desconoce, pero hay susceptibilidad familiar heredada, es más común en las personas que han sufrido exposición a la luz solar, al viento, o al polvo en exceso, como en el caso de aquellas personas que trabajan al aire libre.

Entre los factores de riesgo se pueden mencionar la exposición en áreas soleadas, polvorientas, arenosas o de mucho viento. Los campesinos, los pescadores y las personas que habitan cerca del ecuador son quienes con frecuencia resultan afectados y es un trastorno poco común en niños.

Síntomas:

El síntoma principal de un pterigión es un área indolora de tejido blanquecino elevado, con vasos sanguíneos en el borde interno o externo de la córnea, que muestran enrojecimiento recurrente, con ardor de intensidad variable.

Evolución

Previo a la formación de un pterigión el paciente presenta una pinguécula (degeneración elastótica de la conjuntiva, la cual pasa inadvertida por mucho tiempo hasta que se transforma en pterigión. En ocasiones se inflama a menudo, cuadro clínico conocido como Pingueculitis.

Signos y exámenes:

El diagnóstico se confirma con un examen físico de los ojos y párpados y por lo general no se requieren exámenes especiales.

Tratamiento:

El uso de lubricantes y protección solar (gafas obscuras) retrasa el crecimiento y disminuye la inflamación. No se requiere tratamiento quirúrgico a menos que el pterigión comience a obstruir la visión, o que estéticamente sea una molestia, en cuyo caso se recurre a la excisión más injerto conjuntival autólogo. Se deben usar anteojos protectores y sombrero de ala para prevenir recurrencias.

Expectativas (Pronóstico)

La mayoría de los pterigiones no causan problemas y no requieren tratamiento, pero si el pterigión ha invadido el área pupilar de la córnea, los resultados después de su extracción son buenos. Si se realiza una excisión combinada con injerto conjuntival autólogo las recidivas son menores del 5%, si por el contrario se realiza una excisión simple sin injerto conjuntival, las recidivas serán mayores del 50%.

Complicaciones:

Recurrencia después de haber sido extirpado

Situaciones que requieren asistencia médica:

Las personas con pterigión deben ser vistas por un oftalmólogo anualmente para detectar a tiempo la invasión de la pupila antes de que ocurra una interferencia de la visión.

Asimismo, se debe consultar con un oftalmólogo si se ha tenido un pterigión en el pasado y los síntomas reaparecen.

Prevención:

La protección del ojo contra la luz ultravioleta puede tener un efecto preventivo.

Volver a Enfermedades más comunes...