(6) Los proyectos-dentro-del-proyecto
Índice de proyectos: 2013
(A) Carta de navegación por los itinerarios vitales de exilio/regreso
(B) Comunidad de testimonios del exilio: avatares y testigos reales
(E) Irène Némirovsky: Exilio, Historia y Literatura
(F) DER TEJE a los campos de concentración FRANCESES y los buñuelitos MEXICANOS
(G) El desexilio: Mario Benedetti
(J) Este sol de la infancia: de Sevilla al exilio, una vida con Machado
(L) Historia contemporánea de España: Exilio y regreso
(M) Poesía y cultura del "segundo exilio": afinidades y encuentros entre dos generaciones
(N) Hacia la patria latinoamericana
(O) La narrativa latinoamericana: memoria y realidad
(R) Journeying with those in exile
(S) MailART: jugamos, creamos, somos ciudadanos
(T) Callejeros literarios, amorosos y exiliados
Todas las dimensiones del Barco del Exilio van a dar a la mar, que es el vivir aprendiendo gracias a proyectos diseñados y gestados por los propios aprendices, entre los cuales el docente titular se convierte en un aprendiz-modelo.
A. Educación expandida en un crucero por la Memoria y la Historia del Exilio.
El marco de comunicación descrito permite que las prácticas de colaboración entre docentes, profesionales y aprendices de por vida tengan un valor metacomunicativo. Es decir, el Barco tiene vida propia.
En esa dimensión del aprendizaje somos una alternativa eficiente a los open courses y a los cursos masivos (MOOC), que se han presentado como encarnaciones del conectivismo. Los MOOC, en cualquiera de sus versiones, mantienen una estructura vertical proporcionada a los intereses legítimos de una institución organizadora: universidades, institutos de investigación y educación superior.
Si prescindimos por completo de la exigencia asociada a la obtención de títulos y certificados con un directo valor de cambio en el mercado o la meritocracia, no desaparece el aprendizaje. En sentido contrario, el Barco (metaetiqueta) adquiere una relevancia propia y unos objetivos inalienables.
0. Configurar un entorno de aprendizaje (PLN) a través de las redes sociales, en calidad de social media. Se plantea la necesidad de un patrocinio que haga sostenibles la dedicación de tiempo y esfuerzo a su diseño y mantenimiento.
1. Guiar los primeros pasos de los nuevos tripulantes, sean aprendices informales, educadores o aprendices formales.
2. Proporcionar matrices de aprendizaje: métodos y contenidos de carácter general que se difunden de forma viral por los SRS: Twitter, Facebook, redes docentes.
2.1. Recuperación de la memoria histórica sobre las víctimas de un mal sistema: migrantes y refugiados, todos ellos exiliados.
2.2. Recreación de la memoria cultural: lectura actualizada, sintética (Twitter, Facebook) o analítica (blogs), de las creaciones literarias y artísticas en esa región de la sociedad global/local llamada exilio.
2.3. Elección y uso adecuado de las TIC, en razón de los objetivos/tareas y las actividades propuestas dentro de cada PBL.
3. Motivar una gestión consecuente del currículo abierto en forma de proyectos particulares: PBL.
4. Como diría Sócrates, hacer amigos/as a través de un diálogo comprometido en la respuesta a los grandes problemas que atañen a las sociedades en que vivimos y a la vida común: el Mundo de la Vida (Lebenswelt).
En ese plano se sitúan potencialmente todos los participantes que se asoman al Barco, aunque fuera una sola singladura: los centenares de agregados en Twitter y Facebook. Hemos intentado y logrado que El Barco del Exilio se convierta en una especie orgánica de educación expandida, la cual no impone más reglas que las indispensables a los aprendices informales :
- una ética de la comunicación digital, basada en el respeto mutuo, la cooperación y la relevancia;
- unos procedimientos adecuados a los géneros digitales que se practican: microblogging, curación de contenidos, creación de textos multimodales inéditos;
- unas actitudes inseparables de los contenidos: pensamiento crítico, creatividad para plantear y resolver problemas, inteligencias mixtas y en mixtura (blending).
B. Los proyectos educativos: PBL
Hay que tomar en consideración las dos acepciones homónimas y complementarias de PBL (ABP, en castellano): aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje basado en problemas.
Los proyectos se configuran a partir del análisis de problemas (ver puntos 1 y 2) que cada docente haya realizado en su centro, con un grupo-aula o varios.
1. Preguntas motrices: pueden ser planteadas por el docente y ampliadas por el alumnado.
El marco comunicativo global del proyecto Barco proporciona parte de los motivos, pero los PBL concretos han modificado, de hecho, el planteamiento inicial. Varios PBL han ampliado su horizonte hasta abarcar la memoria y la creación del exilio en USA (The Joy Luck Club: la emigración china a USA) y en Europa (Irène Némirovsky: persecución contra los judíos en Europa).
2. Establecimiento de objetivos pragmáticos, de acuerdo con el modelo lógico del proyecto: tareas que deben concretarse en forma de actividades.
3. Diseño de las fases del proyecto, que han de adaptarse de forma flexible a la realidad del grupo y del centro.
4. Seguimiento y evaluación del proyecto, desde su comienzo hasta su culminación.
Son útiles las matrices de evaluación, aunque tendrán mayor eficacia cuanto más inteligibles sean para el alumnado. Los aprendices actúan solidariamente en la coevaluación, proponen correcciones y mejoras a los compañeros. Antes de todo eso, colaboran de forma horizontal en su seguimiento y consecución. Así pues, hay que promover el liderazgo positivo de los llamados "pares más capacitados" (Vygotski) en todos los aspectos del proyecto. La coevaluación tiene que ser precedida por un coseguimiento de las actividades.
Se propone distinguir entre:
a) matriz de operaciones comunicativas: invención, elaboración, redacción (texto escrito), expresión multimodal, actuación oral. En otras palabras, una evaluación basada en la nueva retórica de la comunicación digital.
b) matriz de relaciones sociales: desde la inhibición al compromiso activo con el conjunto del grupo aula, pasando por distintos grados de colaboración (se limita a asumir un rol, interviene de forma proactiva y dialógica) en un grupo circunscrito;
c) evaluación de contenidos disciplinares. Conviene distinguir este último aspecto porque las criticas al PBL se ceban en el supuesto de que la disciplina (p.ej. Historia de la Literatura, Gramática) no es tenida en cuenta por los innovadores, lo cual (dicen) provocaría un aprendizaje meramente formal. Ahora bien, el error de partida consiste en presuponer que la evaluación de contenidos disciplinares consista en un examen convencional, una prueba competitiva sobre un contenido homogéneo (modelo "oposición", bajo vigilancia policial), que se ha mostrado ineficaz para promover un aprendizaje real, duradero y permanente. La prueba está en uno mismo: la oposición no me convierte en "profesor".
Si se tiene en cuenta el modo en que se produce la cognición: se crean espacios mentales y se establecen redes neuronales que internalizan redes sociales de interacción, lo más relevante para aprender será que las personas (niños, jóvenes o adultos) se planteen los problemas en forma de preguntas/conexiones. Son estas preguntas automotrices las que motivan su investigación y pueden convertirse en respuestas razonables y argumentadas. Las buenas preguntas ponen en conexión muchas inteligencias y movilizan muchos aspectos del contenido heredado, que, de otra forma, actúa como un peso muerto contra la creatividad y la autonomía.
Los contenidos disciplinares solo se pueden evaluar en el producto final del proyecto. Pero el modo de hacerlo puede consistir también en un producto específico: un texto expositivo que elabore una síntesis de las preguntas planteadas por el propio aprendiz.
Todos los contenidos evaluados en esos tres grandes rubros son curriculares, de acuerdo con una pedagogía integradora (constructivismo social, conectivismo) y con la nomativa legal que ha asumido el diseño del aprendizaje por competencias.