Aunque los documentos que presentamos aquí hablan del 1997 como el año de su constitución oficial como asociación y así queda registrado en los mismos, en realidad el proyecto ya tenía un camino recorrido que arranca desde el año 1995, año real de la formación de la coral y su presentación en público con el concierto celebrado en el local de la Asociación de Vecinos de nuestro barrio en el mes de junio de aquel año, quedando así esta fecha como el pistoletazo de salida para nuestra andadura. Pero ¿cómo se llegó a este proyecto? ¿Qué personas fueron aquellas que dieron los primeros pasos, hicieron las primeras reuniones, las primeras propuestas, quienes fueron aquellos que se movilizaron para hacer realidad esta idea?
En aquellos años había dos personas en la directiva de la Asociación de Vecinos con una inquietud especial por lanzar alguna actividad relacionada con la música. Estas personas eran Juan Carlos Pérez, presidente entonces de la Asociación, y Julián Campos, vocal de cultura. Por iniciativa de ellos y con la idea de contactar con gente del barrio que pudiera contribuir a dar realidad a su proyecto comenzaron a moverse y a partir de unas cuantas llamadas de teléfono consiguieron que al cabo de unas semanas estuvieramos reunidos en el viejo local unos cuantos voluntariosos amantes de la música llenos de curiosidad e ilusionados por todo aquella idea de proyecto. Además de Juan Carlos y Julián recuerdo a Eulogio Dávalos, guitarrista de origen chileno y afincado en nuestro barrio, a Alberto García, integrante de la Banda Municipal de Barcelona y también vecino del barrio. Yo tambíen fuí invitiado y pensé que con aquella inicativa estábamos dando en el clavo con la creación de algo que a nuestro barrio siempre le ha faltado: vida cultural y social, lugares de encuentro comunes para reconocernos como vecinos, identificarnos como barrio y darnos a conocer como tal al resto de la ciudad a través de estas actividades. Y la música podria servir para tal fin perfectamente.
En aquella primera reunión se habló de todo esto y ya surgieron las primeras propuestas. La de poner en marcha una coral fue de las primeras en plantearse y verla como factible pues de sobra sabemos que el movimiento coral en Cataluña tiene muchísima fuerza y tradición y nuestro barrio no podía estar al margen. No existe parroquia, pueblo, centro cultural o barrio, por modesto que sea que no tenga una coral con su nombre.
Además de la coral también se propuso que una rondalla al estilo tradicional (bandurrias, laúdes y guitarras) pordría tener aceptación. Y tambíen se llegó a terner una rondalla en nuestro barrio e incluso llegaron a hacer algún concierto. Por desgracia aquel proyecto se quedó agotado por el camino y en la actualidad ya no existe.
Otra de las ideas lanzadas y que también tuvo su realidad porsterior fue la de crear una especie de escuela de música en los locales de la Asociación. Aquí pudimos contar con la valiosa ayuda de Eulogio que aportó desde su Estudio de Música el profesorado necesario para tal cosa. Funcionó durante varios años y con bastante éxito. Cumplió también su objetivo pero por desgracia también ha quedado por el camino. A Eulogio Dávalos debemos agradacerle también su generosidad al ofrecernos gratuitamente un par de conciertos de guitarra clásica en la iglesia del Convento de la Mínimas que fueron verdaderamente memorables.
Por parte de Alberto se pensó que por mediación suya se podria organizar algún ciclo de conciertos de la Banda Municipal en nuestro barrio, al menos uno anual y que coincidiera los mismos con las Fiesta Mayor. Todavía recuerdo cómo sonaban los acordes de la Banda interpretando música de películas junto al monumento de Las Cerillas en uno de estos conciertos. Que yo recuerde la Banda Municipal de Barcelona hizo un par de conciertos o tres en nuestro barrio en diferentes momentos.
Antes he mendionado el Convento de las Mínimas al referirme a los conciertos de guitarra clásica. Debo decir aquí que por mediación de Julián Campos las monjas de dicho convento ofrecieron su iglesia como escenario para conciertos y actividades que pudieran interesar al barrio. Fue un regalo inesperado y magnífico. Nuestro barrio carecía y carece de un auditorio donde realizar este tipo de eventos. Y esta oferta ha hecho posible que los conciertos que ofreciamos al barrio tuvieran aquella dignidad que toda expresión artística ha de tener. Gracias pues a esta generosidad de Las Monjas Mínimas que continuan colaborando con nosostros. Y que así sea por muchos años.
Bien, y ahora toca preguntarse, ¿qué queda de todo esto? Pues la respuesta es un poco triste pues de todos aquellos proyectos sólo continua el de la coral , pero con buena salud. Quizas la explicación de esto sea que una coral representa la suma de muchas voluntades que quieren caminar juntas en la misma dirección y eso hace que el cansancio propio de cualquier actividad aquí quede diluido por ese impulso común. Esto debe ser así porque muchas de las personas que formaron parte inicialmente del grupo ya no están pero en cambio han entrado otras con ánimo renovado impulsando el proyecto con nuevo vigor. Esto genera una fuerza constante que siempmre empuja hacia adelante, no deacaen las ganas de querer seguir y que se mantiene intacto con el paso de los años. Y por esta inercia es reconfortante pensar que en un futuro lejano todavía podremos seguir disfurtando de esta nuestra coral la cual seguirá ofreciendo conciertos, siempre la misma, siempre renovada, siempre en pie, siempre caminando.
Y esta es su esencia.
Pedro López
Miembro fundador y actual director