Sveiby, reconocido internacionalmente como pionero en el estudio de la gestión de organizaciones intensivas en conocimiento, considera que los activos intangibles de la empresa pueden ser ubicados dentro de las tres categorías siguientes (véase el cuadro 3):
Componente externo: incluye las relaciones con clientes y proveedores, nombres de productos, marcas registradas y reputación o imagen de la compañía.
Componente interno: incluye las patentes, ideas, estructuras de funcionamiento y la organización administrativa e informática de la empresa.
Competencia individual: recoge la experiencia y formación de los empleados, con lo que, consiguientemente, mide su capacidad para crear activos tanto materiales como intangibles.
En su modelo conceptual identifica tres indicadores de medida (crecimiento y renovación, eficiencia y estabilidad) para cada una de las clasificaciones propuestas de intangibles:
1.Indicadores de crecimiento e innovación: recogen el potencial de futuro.
2.Indicadores de eficiencia: tratan de comprobar si los valores seleccionados son realmente activos.
3.Indicadores de estabilidad: evalúan el grado de permanencia de los activos en la empresa.
La medición de los distintos componentes de cada una de estas perspectivas debe realizarse según Sveiby con valoraciones no financieras, habida cuenta de que no existe ningún sistema completo que permita evaluar los activos intangibles con valoraciones monetarias.
Aunque es similar al cuadro de mando integral con respecto al uso de indicadores no financieros basados en los objetivos estratégicos de la empresa, existen importantes diferencias entre ambos métodos, ya que el Monitor de Activos Intangibles, orientado a la "perspectiva del conocimiento", fue diseñado con la finalidad de medir los activos intangibles y no como instrumento de gestión interna. Este modelo está basado en la noción de los empleados de la empresa como fuentes generadoras de riqueza y valor, y sugiere el uso de medidas que indiquen el cambio en los activos, como el crecimiento, renovación, eficiencia y estabilidad. Asimismo, su estructura externa no sólo está referida a los clientes, sino que también puede englobar medidas relacionadas con otros agentes externos relevantes para la empresa. Algunas de las empresas que siguen este modelo para informar acerca de su capital intelectual son Celemi, PLS-Consult y WM-Data.