El oído externo está formado por el pabellón auditivo, el cual amplifica los sonidos de 10 a 15 dB y los traslada por el canal auditivo hasta el tímpano en el oído medio.
En el oído medio, el tímpano vibra y transforma las vibraciones aéreas en variaciones de presión de los líquidos laberínticos a través de la cadena tímpano-osicular.
En el oído interno, las variaciones de presión del estribo, actúan sobre las células ciliadas de la cóclea, que transforman estas señales mecánicas en señales bioeléctricas que son enviadas a la corteza cerebral para ser analizadas e interpretadas a través del nervio auditivo.
Ilustración: Jorge Tejedor.