¿Por qué la gente vive en Hiroshima y Nagasaki, pero no en Chernóbil?
Hace algunas semanas Barack Obama visitó Hiroshima, en Japón, y se unió a un emotivo homenaje a las víctimas de las bombas nucleares. Como bien sabemos, el 6 y el 9 de agosto, respectivamente, dos dispositivos atómicos cayeron sobre esta ciudad y sobre la cercana Nagasaki, causando más de 150,000 muertos instantáneamente, y varios miles más en las décadas siguientes. No obstante, ambas ciudades fueron rápidamente reconstruidas después de la guerra, y en la actualidad casi dos millones de personas radican y progresan en sus límites.
.Por otra parte, la región alrededor de la planta nuclear de Chernóbil, aún presenta altos niveles de radiación, y no es seguro para los humanos vivir a menos de 30 kilómetros de distancia, como mínimo. ¿Por qué en un sitio sí y en el otro no se puede vivir? La respuesta está en dos factores, el tamaño de las bombas y el lugar donde fueron detonadas.
Antecedentes en Hiroshima y Nagasaki
A las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, el bombardero del Enola Gay, el Mayor Thomas Ferebee soltó la bomba Little Boy desde 10,000 metros de altura. La bomba, de 4,400 kg, cayó durante 44 segundos. A 580 m de altitud, un kilo de uranio enriquecido de los 64 que llevaba, entró en fisión nuclear y provocó una reacción encadena equivalente a 15 mil toneladas de TNT. 85,000 personas murieron en la explosión. Al menos 10,000 más murieron en los próximos años debido a la radiación.
Little Boy y Fat Man.Tres días más tarde, Japón seguía rechazando la rendición. El 9 de agosto, la bomba Fat Man, de 4,670 kilos y con 6,2 kilogramos de Plutonio como detonante, cayó sobre Nagasaki. Sólo uno de esos kilos había reaccionado para provocar la explosión. La explosión tuvo lugar a 550 metros de altitud, y no dio en el blanco debido a la mala visibilidad. Aún así, entre 35 y 50 mil víctimas perecieron al instante. La mayoría de los muertos eran trabajadores de las fábricas de munición en la ciudad.ChernóbilNo hace mucho que conmemoramos el 30 aniversario del accidente nuclear en Chernóbil,Ucrania. En esos días publiqué un par de artículos que os dejo aquí, y aquí. El accidente causó el escape de grandes cantidades de material radioactivo. En las primeras semanas murieron 28 trabajadores de la planta y las poblaciones cercanas fueron evacuadas. Todavía no es seguro vivir en la zona de exclusión de 30 kilómetros de diámetro. Eso no lo saben la fauna ni la flora, que parecen haberse recuperado considerablemente, aunque aún se observan mutaciones.
¿Cuál es la diferencia?
Como anuncié en el primer párrafo, lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki poco tiene que ver con el accidente de Chernóbil. Hay dos diferencias principales:
1.- La cantidad de material que explosionó.
2.- La altitud en la que ocurrieron las explosiones.
Cantidad
En las bombas construidas por el Proyecto Manhattan, sólo una pequeña cantidad de material radioactivo experimentó la fisión nuclear. En Little Boy un kilo de uranio, y en Fat Man dos kilos de Plutonio. En Chernobyl fueron siete toneladas de material radioactivo las que escaparon a la atmósfera. La diferencia es más que significativa, y fácil de imaginar la diferencia entre el daño que causan un par de kilos contra 7 toneladas.
La altura
Las bombas nucleares fueron explosionadas a medio kilómetro de altura sobre las ciudades japonesas. El material radiactivo resultante, se repartió sobre una gran extensión de terreno, diluyendo su fuerza. Más aún, el viento sopló la radiación por toda la zona circundante a las ciudades, y más allá.
Pero mientras por más terreno se extendía la radiación, menor era su fuerza. Lo contrario sucedió en Chernóbil, donde la explosión y liberación de material radiactivo sucedieron a nivel del suelo. La mayor parte de la contaminación se repartió por los alrededores, concentrándose en un reducido espacio geográfico.
Los niveles de radiación son muchas veces más altos de lo que nunca llegaron a ser en Hiroshima o Nagasaki.
Hiroshima y Nagasaki no fueron evacuadas, ni siquiera en los días siguientes de la explosión. Los sobrevivientes sí acudieron a los hospitales y a centros preparados por el ejército. Casi todos estaban en las afueras pero no abandonaron sus hogares.
Durante algunas semanas se detectaron altos niveles de radiación, especialmente en el aire. No por mucho tiempo. Estando ambas ciudades en la costa, el viento pronto barrió con buena parte de la radiación.En la actualidad tanto una como otra son buenos ejemplos de prósperas ciudades japonesas, sedes industriales, comerciales y con una gran vida cultural. A nadie se le olvida, no obstante, que algún día sufrieron tan trágica suerte. Ambas exhiben orgullosamente sus monumentos y las marcas dejadas por las bombas.Por otra parte, Chernóbil y las poblaciones cercanas no son más que pueblos fantasma. Las antiguas residencia están abandonadas, casi como las dejaron sus dueños hace tres décadas. Muebles sucios, platos y muñecas rotas, alguna foto de un militar con medallas. La naturaleza está recuperando el terreno perdido. La maleza ya cubre los parques y, si tiene tiempo, cubrirá todo con los años.
Un par de cientos de personas aún malviven en la zona de exclusión, la mayoría ancianos jubilados. Luego están los miles de trabajadores que todos los días viajan a la planta para los trabajos de limpieza. Algunos se quedan en la zona hasta 14 día seguidos, el resto sale de la zona de exclusión todos los días.
Lo mismo le sucedió a las ciudades perdidas de los mayas en Chiapas o Campeche. La ciencia y el tiempo dirán cuándo será seguro volver. La sociedad decidirá si vale la pena reconstruir Chernóbil. También podrá decidir dejarlo como un monumento a la ineficacia y el secretismo soviético. Ellos sufrieron las consecuencias, ellos tienen el derecho a elegir.
Chernóbil se pierde en la naturaleza…