I
Sobre abrojos y espinos,
sobre híspidos telares,
sobre hiel,
sobre sombra,
sobre vándulas airadas.
Sobre el áspid,
la vocería,
sobre éste erío y éste atardecer,
aquí,
he de sembrar esta pluma
hasta verla florecer.
A los literatos
Escribo haire por que soy libre.
Rebolusion porque mi pluma es díscola y pertinaz.
Al Empíreo
Almos álamos la alameda
juntas y enjutas partituras
El riel agostado a los murmurios
pliega en su cuévano la vil fermosura.
Huestes agrestes,
la piel intacta,
...con rabia la mar dormila.
Rasgan los tristes sigilos
las nubes sus lígrimas mejillas.
Y céfiros silbidos
a la inhóspita vera
ensanchan las renegridas pupilas.
Embriagan,
... dulce extasió,
Ingiere el allende cuan ojo le pose
cuan ojo profane o herrumbre
su nítida albura.
Al reglón
Virgen senda de la pluma varía,
de fugaz transeúnte conspicuo;
¡Ah!
Lloroso escondite de los espejos.
A los escritores modernistas
En mis oídos la sonancia
de un piélago innumerable;
los puños de agua mellante que esculpen los herrajes de altas coplas modernistas;
siente el desafuero constante de las olas;
los airados esmaltes azul,
venidos todos con ahínco desde pluma trasmarina;
Como trino reposado en el Atlántico
invaden repente los gritos;
sorteando leguas de silencio,
a posarse como ave doméstica en mis cuartillas.
A Rubén Darío
Lirosos maestro de la azul estepa de Metapa,
alma de fantasmagorías poblada,
que llevaste por égida el verbo florido,
por espada la lengua argéntea,
y de tus labios dejaste efluir el canto egregio
cual búcara de violetas;
Tu voz guardo en ecos tardíos,
¡Oh! prójimo de la cadencia,
del grey lamento y la elegía,
más antes comisario de la gentil primavera,
Que supiste enviar de la América
a la Tierra Vieja,
las balandras del amor y la entelequia,
¿Quién desbrava los bengalas,
el tibio Atlante
y las sombras iracundas?;
¿Quién liba los aromas,
inmerge en los floripondios
y en cada verso diezma una estrella?,
Quién siente los mares
que empozan en los ojos de las rosas marchitas,
hiel quizá,
mares ya desabridos,
y arrea con pluma delirante
tan fragantes lágrimas a sus cuartillas,
sino Tú poeta Darío,
perla de la Centro América viva.
A la Mona lisa
Ahí estaba, en el amplio salón de Louvre,
la mujer de mirada hombruna,
la mujer cifrada en óleos,
con pose segura,
con ese aire de pestañeos anacrónicos;
Allí, los intactos enigmas,
allí, la figura habitada,
la escafandra de un hálito pretérito aun latente.
Habíase quedado mirando el enjambre de necios ojos,
y como si su trabajo fuese parcialmente reír,
...reía complaciente;
mueca gentil en su triste desarraigo del cuerpo,
su boca cual breve atajo al empíreo.
Arno de lígrimo andar su escolta,
y los lóbregos peñascales
cuales formaciones naturales de olvido,
al cielo brumoso, dejan colgando.
¡Anda ya, mujer inconclusa!
A los jóvenes
Vamos Joven!,
que Honduras esvanece,
que Honduras acalla,
que le hiere tu ausencia,
vamos Joven,
alza con vocería,
sé que tu corazón trema de ansias por digno lar,
demos muerte a la quietud infértil,
no temas,
que a los pérfidos detractores
terminará por finar el plomo de la desidia,
vamos joven, solo tú
ahíto en quimeras,
tienes portento de galerna
y brío de colérico Pegaso,
preñez en los ojos,
frutos futuros,
nuestra antorcha y nuestro velero,
nuestro rocín, nuestra bandera y los pálpitos que la adueñan.
vamos joven, pare un rayo
que alumne la hórrida tempestad
que nos vela,
que escinda esta noche obscura
y desate los rediles que nos apresan.
Que no apacigue en ti la alborada,
¡Ay! Cuán poco dura esa alborada,
que hoy nosotros a merced de la sombras
departimos de inhacederas montañas y derrotados añoros,
que no desfallezcan en ti los redobles
ni las espadas de tu boca, filo,
ni la fragua en tus ojos, esperanza,
Vamos Joven
Honduras espera,
exigua es la luz a la vera,
mas a leguas un hontanar habrá del que solo
abrevan los que a su ideario templan,
los que entregados al sigilo de su designio,
dejan huella en los anales, de grandeza.
A un nuevo poeta
Te dejo ésta página con sus virginales caminos arados, para que tú, arrees la pluma, vengas y vayas, le cuentes tu historia, augures flores inertes, hables de ellas como si conocieras sus íntimos motivos y las dejes eternas en el éxodo de la realidad; flores perfumosas y bellas solo al pensamiento; flores de útero, que jamás conocerán los vergeles, flores que irrigan tintas imaginarias, flores inmarcesibles, rescatables cuando serenas …y te pones la mano en la barbilla.
Te dejo un mundo, muchos mundos, agibles a las poderosas manos del pensamiento, mundos esculpibles a la loca merced de una pluma, mundos de tinta, …ajenos a la carne y al concreto;
Te dejo una bella vista al mar, si no ha aparecido frente a tus ojos, insiste, que no has puesto ilusión suficiente, pues mágicas son las beldades de la fantasía,
Son muchos los tesoros, que otorga una página en blanco cuando abandonan las caridades de la vida.
Anda,
que Dios dicte el primer verso
...y se haga la vida.