RELATO DE JESUS NAVAS Y JOSETXU FERNÁNDEZ

Fecha de publicación: Oct 23, 2012 8:10:26 PM

Nos ha gustado recibir este escrito de Jesús y Josetxu, ya que en el se recoge parte de la esencia de la Gorbeiako Milakoak. Es ésta una prueba que pretende ser abierta a todo aquel que tenga interés en culminar el reto de encadenar las 50 cumbres que la componen a base de un afán primordialmente montañero y donde el tiempo a emplear puede ser un incentivo para algunos, pero nunca un inconveniente para otros. Por ello repetimos nuevamente que, las 40 horas marcadas como límite, son las suficientes para todo aquel que pretenda embarcarse en esta aventura si realmente tiene ilusión en culminarla. Por ello, gracias Jesús y Josetxu, seguro que este relato anima a otros a participar

Hola a todos,

Has pasado ya unas semanas desde que Josetxu (no el de Aldatz Gora) y Jesús intentamos hacer la Gorbeiako Milakoak y ahora apreciamos mejor lo que hicimos.

El 7/9/12 a las 18h, se presentó con puntualidad británica Patxi con su tio en Ubide para darnos la salida. Josetxu y yo llevábamos allí casi una hora, tiempo en el que nos distribuimos la comida, aligeramos el peso en lo posible, teniendo en cuenta que nuestro primer “avituallamiento” lo teníamos en Itxina, y comentamos que la prioridad número uno en la prueba era la de disfrutar el recorrido, intentando terminarlo antes de 40 horas, pero únicamente por unos minutos si era posible.

Otra cosa que teníamos clara es que teníamos que ir a un ritmo de paseo para no dañar más nuestra rodilla (en mi caso) y tobillo (en el de Jose) que andaban algo tocados. Como nos conocemos y sabemos lo tercos que somos, también teníamos claro que no íbamos a dormir en dos días a no ser que el agotamiento nos obligase.

En estas condiciones, comenzamos a subir Oketa, y al llegar a las canteras nos encontramos al Comité de Bienvenida del Aldatz Gora (Josetxu, Begoña y Mari Mar) que nos dieron ánimos, para comenzar nuestra subida a Gonga,…

El atardecer fue un buen momento para oir la berrea, ver varios ciervos que se cruzaban permanentemente por el camino.

Teníamos bien estudiado y pateado el recorrido a partir de Altipitatx, pero no conocíamos (y menos de noche) el recorrido desde Aldamin a Itxina. Al entretenernos con los ciervos, y hacer algo de turismo, se nos vino la noche encima en el Gonga, y ya en el tercer monte, nos alcanzaron los Echanove (que venían como motos y por supuesto con otro reto muy distinto al nuestro en cuanto a tiempos). Nos sacamos varias fotos juntos y nos deseamos suerte mutua. Queremos aprovechar para felicitarles porque al igual que ellos, sufrimos ese día y el siguiente un calor en algunos momentos sofocante que hizo que la prueba fuese aún más dura.

Según avanzaba la noche, y tras ojos verdes fluorescentes señalados por la frontal, vimos toda la “fauna” del Gorbea, ciervos, ovejas, vacas, cabras, caballos y … mastines. En la misma cumbre del Gorbea, tuvimos un encuentro con un mastín no muy contento. La noche, nos ayudó a desplazarnos y no meternos en su territorio.

Tras Aldamin, comenzamos un momento de caos en nuestro recorrido, al tener que repetir un par de cimas por no ir por el buen camino. Una vez superadas, y con ganas y sin cansancio, hicimos varias cimas, hasta que decidimos esperar a ver el amanecer mientras desayunábamos en la cima del Gorosteta.

A partir de ahí, continuamos para conocer la zona de Orozko que no habíamos estado, y a excepción de un error de orientación que nos obligó a hacer una cumbre, manteníamos un ritmo de acabar en las 40h.

Al volver de Belarango Buelta, el calor apretó muy muy fuerte, y nos quedamos sin agua a la espera de ver si la fuente de Austegiarmin tenía agua.

Allí, vimos a nuestras dos hadas madrinas del recorrido, ya que en un refugio estaban unas amables señoras del club de monte de Zaratamo que estaban preparando una suculenta cena, y que nos ofrecieron 3 litros de bebida que casi tomamos al momento, otros 3 para el recorrido, tomates, plátanos, … y nos invitaron a quedarnos a cenar txipirones y dormir allí.

La verdad, es que la oferta era tentadora. Este inesperado avituallamiento, nos dio ánimo para comenzar a ir hacia Itxina. Miramos el reloj y vimos que eran las 13h30, por lo que la noche nos iba a alcanzar en Itxina. Como el recorrido ya nos era familiar, comenzamos a entrar, ya que sabíamos que lo que era obligatorio que hiciésemos de día era el cresterío hasta Karamaieta.

Si llegábamos allí sobre las 19h, sabíamos que podíamos terminar la prueba, aunque pasásemos parte de la noche en Itxina. Físicamente estábamos bastante enteros, así que pese a nuestro ritmo, estábamos animados.

Al atacar Altipitatx, lo hicimos por la izquierda, aunque la vez que lo habíamos subido era desde Kargaleku. Aún no sabemos si nos fuimos demasiado abajo, pero la realidad es que nos metimos en un terreno muy complicado, y no conseguíamos ver cómo llegar a la cima. Con preocupación vimos que eran casi las 16h, por lo que teníamos riesgo de que la noche nos pillase antes de Karamaieta, y sabíamos que eso nos ponía en un riesgo que desde luego no íbamos a correr.

Tras estar casi 1 hora más y no encontrar el camino, decidimos que allí acababa nuestra primera intentona de la Gorbeiako Milakoak y en ese mismo momento decidimos que había sido un buen aprendizaje y que nos veíamos capaces de intentarlo el próximo año.

Josetxu, estaba por la zona de Itxina, y muy amablemente, nos llevó de Pagomakurre a Ubide. Nos gustaría aprovechar para dar las gracias a todos los de Aldazt Gora, especialmente a Josetxu, ya que en todo momento (y pese a la poca información que le pasamos) estuvo pendiente de por donde estábamos.

Al volver a casa, nos dimos cuenta que el objetivo que teníamos que era disfrutar y conocer más aún el parque del Gorbea lo habíamos cumplido con creces. El próximo año, os podemos asegurar que estaremos ahí para intentarlo nuevamente.

Un saludo

Jesús