Aguinaldos
Origenes de los aguinaldos
Otra industria de don Bosco era escribir de cuando en cuando una tarjetita y hacerla llegar (617)al que quería dar un buen consejo. Algunas de éstas se conservaron; y solían decir así: -Habla poco de los demás y menos de ti. -Ama tus deberes, si quieres cumplirlos bien. - Soporta de buena gana los defectos ajenos, si quieres que los demás soporten los tuyos. -No andes preocupado disimular tus defectos; procura enmendarte de ellos. - Perdona todo a todos, a ti no te perdones nada. -No tengas por amigo al que mucho te alaba. -Olvida los servicios prestados, y no los recibidos. - La defensa más segura de la ira es tardar en desahogarla. -No alabes a un hombre por su gracia; así lo dice el Espíritu Santo.
A más de esto, comenzó don Bosco desde de los primeros tiempos, a dar un aguinaldo, a fin del año, a todos sus muchachos, y otros a cada uno en particular. El primero consistía en una norma para la buena marcha del año nuevo y, a veces, en previsión de los que acontecería. El segundo era una máxima o consejo confidencial, de viva voz y por escrito, adaptado a las necesidades y a la conducta de cada cual. A los cléricos se lo daba escrito en latín, sacándola de la Sagrada Escritura o de los Santos Padres. Algunas de aquellas tarjetitas fueron conservadas como preciosa reliquia, los cuales no dieron copia.
Tomo 3, memorias biograficas, pág. 472...
Para los de la Sociedad: Ahorrar viejes en lo posible, y cuando se pueda no ir a la casa paterna. Leáse Padre Rodríguez ad hoc
Para los muchachos: Fomenten la comunión frecuente y la devoción a María Santísima.
Para la Director de estudios: Muchos suscriptores a las Lecturas Católicos y a la biblioteca italiana.
Para Sala y Badroto: ahorren mucho dinero.
(459) Para mí tengo que pedirte un favor, que es éste. Apartir del 7 de enero y hasta el 7 de marzo próximo, rezad cada día un padrenuestro, un avemaría y un gloria al Santísimo Sacramento y una Salve a la Virgen. Los que puedan añadan una santa comunión según mi intención por una gran necesidad. Yo procuraré, mis queridos jóvenes, recomperaros con un regalo que les va a gustar mucho.
Te recomiendo además de ti, carísimo Lemoyne, que trates estos tres temas principales, a lo largo del curso:
Evitar malas conversaciones, y a quienes las sostienen, haciendo notar el escándalo que de ellas se deriva.
Faga del ocio y de los ociosos.
Hermosura de la virtud de la modestia y medios para guardarla.
Por mi cuenta no dejaré de encomendaros cada día en el sacrificio de las santa misa, pidiendo por mi y por vosotros, para que perseveremos todos en el bien hasta el fin de la vida, podamos vernos a menudo en este mundo y, después un día, Dios lo quiera, nos reunamos entorno a María Auxiliadora, en la eternidad feliz. Amén.
Afmo. en Cristo
Juan Bosco, pbro.
A los alumnos del Oratorio les dio el aguinaldo de la palabra. Se lee en la crónica:
El último día de 1868 se reunieron en el salón de estudio, todos los alumnos, estudiantes y apréndices, sacerdotes y cléricos, maestos y asistentes para recibir el alumbrado aguinaldo de don Bosco. Después de las oraciones habló y dijo:
-Esta noche, a las doce, acaba el año 1868 y empezamos 1869. Es ésta una gran noche, mis queridos hijos. Este año termina para siempre y no volverá más. Viene el 1869 y detrás 1870,71,72, etc y esperamos verlos, si el Señor nos concede vivir, pero el 1868 no volverá jamás. Desapareció un año de nuestra vida.
Durante este curso, como vistéis, tuvimos que despedir a varios alumnos, a unos por tener malas conversaciones a otros por tocar el arpa sin haber aprendido música. Haced que don Bosco no se vea obligado a renovar semejantes disgustos.
Este año tendremos diversos sucesos. Hay que distinguir entre los de fuera y los de dentro. Los de fuera los dejamos en las manos de Dios. Los de dentro los preveo buenos, preveo mucho bien en nuestra casa. Sin embargo, hay seis de vosotros que deben ir a la eternidad, al paraíso. Estad preparados.
¿Y qué aguinaldo dejará don Bosco? ....