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Elige un tema que te interese, del que creas que puedes argumentar y que tenga alguna relación con los temas que abordamos en clase.
Elabora primero un borrador a modo de esquema, con las primeras ideas que te surjan.
Intenta una primera redacción en borrador, donde empieces a desarrollar tus argumentos. Apóyate en el esquema que elaboraste previamente.
Añade ejemplos prácticos, reales, basados en tu experiencia u observaciones, que te ayuden a explicar y defender tus argumentos.
Pasa a limpio tu borrador, añadiendo lo que creas conveniente y revisando la ortografía.
Si citas a alguien, debes poner ese texto entre comillas.
Recuerda que argumentar no siempre es defender una idea como si solo existiera blanco o negro, puede haber diferentes puntos de vista, todos razonables. Puedes plantear dudas, reflexionar, contrastar ideas, sin llegar a una conclusión cerrada.