Esta cebolla aragonesa con Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) se produce en una zona muy pobre en azufre. Al tener pocos elementos sulfurados resulta más digestiva y su sabor, suave y dulce, solo ligeramente picante.
Es redonda, grande, blanca y muy jugosa. Se suele consumir mientras todavía se está formando el bulbo, aún con el tallo verde. Sus capas interiores, muy carnosas, son tiernas, crujientes y suculentas. Cuando se seca tiene una piel dorada muy fina.
Cortada en aros y medias lunas se suele integrar en ensaladas, aunque también se prepara rebozada.