Traducido del catalán, "corazón de buey". De forma preciosa y singular, se dice que es una variedad de origen francés. Son tomates grandes y pesados, de hasta 250 g. Por su tamaño, sabor, aroma, abundante pulpa suave y piel muy fina, el corazón de buey ha conquistado a los gourmets. Es el tomate opuesto al clónico industrial.
De colores rojizos y rosas, con vetas amarillas o verdes, y frecuentes rajas que parten de donde se inserta el tallo. Las variedades rosas, como el muy afamado de Barbastro, están libres del gen "rin", responsable de la larga vida y el poco sabor de muchos tomates modernos.
Fragantes y aromáticos, su carne tiene un sabor equilibrado. Resultan jugosos y su textura empieza crujiente y se rinde cremosa. Nutricionalmente aportan más provitamina A y menos licopeno.
Su temporada va de finales de primavera a principios de otoño, aunque no es fácil de encontrar. Una verdadera delicia. Procede degustarlo al natural, sin apenas compañeros.
El tomate es una fruta procede de México, donde se cultivaba hace 2.500 años. Desde entonces se fue extendiendo su cultivo por todo el mundo y se ha incorporado a múltiples culturas.
El tomate se ha convertido en un clásico de la huerta de verano. Son muy versátiles en la cocina, son un ingrediente básico de ensaladas, salsas y sopas frías, como el gazpacho. Descubre 8 variedades que te deleitarán.