Promover e impulsar el desarrollo de acciones y proyectos educativos coherentes con los principios sustentados en la misión y carisma Marista, donde “todas las obras ofrezcan a la sociedad un proyecto educativo innovador e inclusivo que ayuda a crecer a los niños y jóvenes como «buenos cristianos y buenos ciudadanos» (Cfr. Constituciones, no. 58).

Impulsar procesos conducentes a que las obras coloquen en el centro de sus procesos educativos a la persona, su valor, su dignidad; rechazando estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del descarte (Cfr. PEG).

Garantizar el aprendizaje y el desarrollo de las dimensiones y competencias propias del modelo educativo marista (espiritual, corporal, socio-afectiva, ético-política, cognitiva, filosófica, estética, tecnológica, ecológica).

Desarrollar de manera conjunta y participativa con las obras, el modelo educativo y pedagógico que responda a los desafíos de la educación considerando el contexto social de las obras y  del alumnado.

Potenciar y mejorar la práctica educativa y evangelizadora mediante el desarrollo y fortalecimiento de redes de colaboración y sinergia entre las instituciones.

Consolidar las comunidades educativas como entornos seguros y respetuosos de los DNNAJ generando ambientes transformadores de vidas, donde se practican los valores y se desarrollan competencias, construyendo un futuro de justicia, de paz y de una vida digna para cada persona en todos los contextos de nuestra sociedad (Cfr. PEG).

Promover acciones educativas ecológicas que aseguren una formación con visión responsable del cuidado de la casa común y sean promotores de conciencia social ecológica: protegiendo los recursos de una explotación desmedida, adoptando estilos de vida más sobrios, buscando aprovechar las energías renovables y respetando el entorno natural y humano (Cfr. PEG).

Garantizar que en todas las obras se viva la integridad y la seguridad, evitando todo tipo de corrupción y de violencia, fomentando la participación de todos en la educación, así como educar y educarnos para acoger a los más vulnerables y marginados.

Desarrollar de manera participativa con las obras, ambientes educativos especializados para NNAJ marginados.

Establecer orientaciones generales para que las obras se vinculen al desarrollo de los elementos sustantivos establecidos en el plan estratégico provincial así como en los desafíos sociales.

Generar, en colaboración con otros núcleos, alternativas de formación, actualización y acompañamiento integral para los docentes.

Coadyuvar en el desarrollo de una cultura de planeación como herramienta que permite orientar los esfuerzos hacia una meta común y acompañar sistemáticamente el avance de las metas educativas, con un sentido transformador y en un ambiente de corresponsabilidad con las obras.

Promover en las obras la atención a la formación de madres y padres de familia como un elemento fundamental de nuestra misión educativa; brindándoles orientaciones que desarrollen una mejor comprensión de los procesos educativos de sus hijas e hijos y fortaleciendo a la familia como primera e indispensable educadora en la sociedad (Cfr. PEG).

Promover la implementación de metodologías que faciliten la participación de las y los colaboradores dentro de las obras, propiciando la planeación y el desarrollo de proyectos que respondan a las necesidades propias de la obra, generando así una auténtica gestión del conocimiento impulsado por los principios fundamentales de nuestra misión como Maristas.