Es la instancia encargada de promover la administración de los bienes de la Provincia con transparencia y responsabilidad para garantizar el presente y futuro de la vida y misión marista.

Supervisa la gestión de los bienes de las comunidades y obras apostólicas orientando a los Administradores para lograr una gestión unificada en la Provincia.

En la gestión y uso de los bienes, incorpora los principios que fundamentan una economía evangélica: justicia, fraternidad, generosidad, gratuidad, cuidado de la creación.

También promueve la buena utilización de los recursos y una administración transparente, responsable, eficiente, sostenible y confiable.

Algunas funciones estratégicas

Áreas que comprende