24 DE MAYO
Presenta el mundo de la época y describe las causas que hicieron del salitre un recurso tan apreciado en diferentes lugares del planeta.
Actualmente, la economía chilena se beneficia enormemente de los ingresos que generan la explotación y exportación del cobre, metal utilizado en todo el mundo, debido a sus propiedades como conductor de electricidad, entre otras.
Gracias a las ganancias que obtiene Chile de este mineral, se financian las distintas políticas públicas y sociales, tales como la construcción de caminos y carreteras, la educación pública y la salud.
En 1900, el salitre cumplía una función similar que la del cobre hoy día, aunque con características distintas.
En esa época, este mineral servía tanto como fertilizante para la tierra como para la fabricación de pólvora.
Aunque desde mediados del siglo XIX ya se conocía la existencia de salitre en las zonas de Tarapacá y Antofagasta, no fue sino hasta el n de la Guerra del Pacífico (1884),
con la incorporación de esas provincias al territorio nacional, que la explotación de este mineral aumentó considerablemente.
Tanto es así, que hacia 1900, el salitre era el principal soporte de la economía nacional o de los ingresos que tenía el país.
Junto a ello, el aumento de la población en el norte salitrero generó una serie de actividades económicas asociadas (como la agricultura y la producción de manufacturas sencillas), que permitieron el abastecimiento de los miles de obreros que llegaron a trabajar a esas tierras.
Todo ello, permite concluir que el salitre se convirtió en el verdadero motor de la economía nacional.
Sin embargo, el esplendor se apagó. Hacia los años 30, los avances tecnológicos posibilitaron la elaboración del salitre sintético, lo que tuvo como consecuencia que este mineral dejara de ser un producto altamente cotizado. Por esta razón, se habla del ciclo del salitre, enfatizando el período de tiempo en el cual el salitre tuvo un rol protagónico en la economía del país, destacándose con ello un inicio, una caída y un n, del apogeo de la explotación de este mineral.
¿Qué sucedía en el resto del mundo en aquella época?
Los avances científicos y tecnológicos del siglo XIX mejoraron las expectativas de vida de las personas y permitieron un sorprendente aumento de la población.
Descubrimientos e invenciones en el área de la medicina, como los rayos X y la penicilina, permitieron curar enfermedades y evitar muertes prematuras en las personas. En el campo de la química, se incorpora la utilización de fertilizantes que aumentan y mejoran la producción agrícola, proporcionando la alimentación necesaria para que la población siguiera creciendo. Además, las comunicaciones se mejoraron notablemente a través de la invención del telégrafo y el teléfono.
Otro proceso importante en esta época es el surgimiento del llamado imperialismo.
En términos sencillos, éste se puede explicar como la relación de dominio o control que un país ejerce sobre otro, ya sea a través de la ocupación militar, o bien, por medio de la intervención en su política o economía a través de determinadas presiones. Esta relación de dominio permitió que unos pocos países se consolidaran en poderosas potencias como Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos, las que controlaban extensos e inexplorados territorios en Asia y África. Los países dominados pasaban a ser colonias, desde las cuales las grandes potencias obtenían materias primas a muy bajo costo para ser utilizadas en la elaboración de diferentes productos, que luego eran vendidos en las mismas colonias.
GRANDES IMPERIOS COLONIALES
En relación con lo anterior, el imperialismo generó disputas y rivalidades entre las naciones, lo que constituyó una de las causas de la Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914. En ella, se confrontaron dos bandos liderados por países europeos que entraron en conflicto, la Triple Alianza, llamada también Potencias Centrales, que inicialmente estuvo conformada por Alemania, Italia y Austria-Hungría y la Triple Entente o Potencias Aliadas, a la cual pertenecían Francia, Inglaterra y Rusia, sumándose posteriormente otros países al conflicto como Estados Unidos y Japón, entre otros.
Esta contienda involucró directa o indirectamente a todos los países a nivel mundial y rajo como consecuencias batallas y bombardeos que destruyeron las ciudades e industrias europeas, cobrando la vida de aproximadamente nueve millones de personas.
Por ello, una de las principales consecuencias de esta guerra fue que los países europeos desvastados, destruidos y empobrecidos, perdieran la supremacía que ejercían en el mundo.
El salitre (o nitrato de sodio) es un mineral que se utilizaba como abono fertilizante en la agricultura y como componente en la elaboración de pólvora. Aunque se sabe que en el tiempo de los incas era utilizado como abono, su explotación se hizo importante durante el siglo XIX y comienzos del XX, por el aumento de la población mundial y los conflictos bélicos que hicieron necesario incrementar la producción de pólvora y de alimentos.
En el norte, las zonas de Tarapacá y Antofagasta, localizadas en pleno desierto, entre los paralelos 19° y 26° latitud sur, poseían extensos yacimientos de salitre de muy buena calidad. En el año 1884, al finalizar la Guerra del Pacífico, Chile anexó a su territorio estas zonas, comenzando una intensa explotación de este mineral que dio inicio al Ciclo del salitre.
De esta forma, el salitre se convirtió en el motor de la economía nacional, desplazando las exportaciones de productos agrícolas que habían caracterizado el período anterior, generando un impresionante crecimiento económico el país, el que se extendió hasta la Gran Depresión de 1930, como se denomino a la crisis económica mundial que ocurre en 1929, tema que se aborda en detalle en el siguiente módulo de Primer Ciclo.
Dicho crecimiento se tradujo en que el Estado contó con mayores recursos para invertir en infraestructura para el país, disponiendo de grandes cantidades de dinero para llevar a cabo importantes obras públicas tales como caminos, puentes y alcantarillados, en diferente lugares de Chile.
Además de lo anterior, la intensa actividad salitrera potenció el desarrollo de otras actividades económicas. Como era necesario abastecer a la población en el norte, en el país prosperaron las actividades comerciales financieras, el desarrollo de manufacturas sencillas y el transporte. De esta manera, toda la economía de Chile se encontraba relacionada con el salitre, el que generaba el presupuesto que el gobierno tenía para proyectar los gastos públicos. Sin embargo, el mercado internacional era fluctuante.
Diversos conflictos de la época, como la Primera Guerra Mundial, hacían que las exportaciones bajaran, o luego subieran. Debido a lo anterior, nuestra economía estaba finalmente muy ligada a lo que sucediera en el extranjero.
Antes de la Guerra del Pací co, en 1875, el gobierno peruano intentó nacionalizar la producción de salitre en la zona de Tarapacá. Es decir, compró las salitreras a los privados que las explotaban para que la producción
quedara en manos del Estado peruano. Para ello, emitio unos certificados de compensación que se pagarían una vez que el Estado tuviera el dinero suficiente.
Luego, se desató la guerra y los dueños de esos certificados, inseguros acerca de lo que sucedería, los vendieron a muy bajo precio, pues creían que ya no servirían para nada. Sin embargo, al término del conflicto, una vez que se anexaron estos territorios a nuestro país, el gobierno chileno, muy influenciado por las ideas económicas liberales que planteaban que el Estado no debía intervenir en la economía, prefirió no hacerse cargo de la producción del salitre, conformándose, más bien, con el cobro de impuestos a su exportación. Por ello, el gobierno reconoció los certificados de compensación que habían sido comprados por ingleses y de esta forma, ellos se hicieron propietarios de casi todas las o¿ cinas salitreras de la zona. Uno de ellos, John North, fue conocido como el «rey del salitre», por concentrar una gran cantidad de propiedades.
La situación fue distinta en la provincia de Antofagasta, que anteriormente había pertenecido a Bolivia, ya que muchas salitreras se mantuvieron en manos de empresarios chilenos. Los recursos que aportó el salitre a la economía nacional por concepto de impuestos, llegaron a constituir la mitad de los ingresos del país, sin considerar otro tipo de tributaciones.
John Thomas North El rey de salitre
molienda de salitre
Para comprender por qué el salitre generó una fuente de riquezas y de trabajo tan importantes para la época, es necesario mirar hacia el pasado y observar las experiencias y los procesos anteriores. Al igual que en las vidas de las personas, los logros no se consiguen al azar, sino más bien, responden a caminos que se han seguido a través del tiempo, con altos y bajos en sus recorridos. Así, entre los antecedentes que contribuyeron al esplendor de la extracción salitrera se pueden mencionar:
• La experiencia que provee la explotación de minas de plata y cobre en el Norte Chico en el período posterior a la Independencia, es la que otorga tanto a los empresarios como a los trabajadores, habilidades para desarrollar actividades más especializadas.
• La expansión de los terrenos agrícolas en el sur, fundamentalmente en la Araucanía, que permiten abastecer de bienes y alimentos a la población que se traslada al desértico norte. • La extensión ferroviaria, que había comenzado a desarrollarse a mediados del siglo XIX, como una forma de transportar minerales hacia los puertos.
• El desarrollo de la banca, que ayuda a la acumulación de dineros necesarios para financiar las nuevas empresas y al afianzamiento del área privada de inversiones, lo que facilita también la participación de inversionistas extranjeros.
Para extraer el salitre era necesario dinamitar una capa super¿ cial de rocas (costra), tras la cual se encontraban los mantos de caliche, que eran una masa compuesta de salitre mezclado con otras sales y sustancias. Éste se extraía a mano y se transportaba en carretas o autorrieles hacia las refinerías para su procesamiento.
En esas refinerías, el caliche era pulverizado en chancadoras gigantes. Luego, el polvo se vertía en grandes estanques (cachuchos), donde era mezclado con agua y calentado. El líquido caliente À uía hacia diferentes tanques, desde donde se separaba el salitre líquido de otras impurezas. Finalmente, el salitre se concentraba, secaba, y se ponía en sacos de arpillera, para ser embarcado hacia Europa. Todo este proceso requería de mucha mano de obra. Por ello, miles de personas, familias enteras, comenzaron a desplazarse desde el Valle Central hacia las salitreras, en el norte del país.
proceso de fabricación del salitre
La vida cotidiana en las salitreras tenía sus singularidades. Para empezar, estaban situadas en pleno desierto, con condiciones climáticas extremas: durante el día hacía mucho calor, bordeando los 30 °C, pero en las noches, la temperatura bajaba bruscamente. Como la extracción del salitre demandaba mucha mano de obra, se hizo necesario que los trabajadores vivieran en la misma o¿ cina salitrera, para lo cual se construyeron campamentos mineros. Estos campamentos tenían viviendas conocidas como naves, que se caracterizaban por ser construcciones simples. Sus muros, techos y paredes eran de planchas de hierro galvanizado, con piso de tierra salitrosa y de baja altura. No poseían ventanas; eran oscuras y con muy escaso mobiliario. El patio era a la vez un basural de tierra salitrosa, continuación del piso interior.
También se construyeron viviendas para los funcionarios de mayor rango. Sin embargo, quienes o¿ ciaban de jefes en la o¿ cina, tenían espacios más cómodos y amplios para sus horas de descanso y no podían mezclarse con los obreros. Un rasgo característico de las o¿ cinas salitreras era la forma de pago al obrero, que no se hacía en dinero, sino a través de un sistema de ¿ chas. Las ¿ chas eran distintas en cada o¿ cina, y podían ser utilizadas únicamente en la que correspondía. Equivalían a una cierta cantidad de dinero que en general hacía un salario bastante miserable. Estas ¿ chas eran intercambiadas por determinados productos en las llamadas pulperías, las que eran una especie de almacén de abastecimiento, en donde se podían encontrar productos para el consumo familiar básico como ropa y alimentos. Estos pequeños mercados eran de propiedad del dueño de la salitrera. Se pagaba al obrero una cantidad de ¿ chas, que luego al ser ocupadas en la pulpería, volvían a manos del dueño.
Las condiciones de trabajo en las salitreras eran extremadamente duras; se trabajaba de sol a sol y no sólo los hombres, sino también lo hacían las mujeres, desempeñándose en general de libreteras o cantineras. Las primeras, eran las encargadas de retirar las ¿ chas en la administración en representación de los obreros. Las segundas, tenían lugares en donde debían servir a los obreros comidas o bebidas, según fuese el caso.
Modernización de Chile Producto del desarrollo económico que generó la explotación del salitre entre 1886 y 1920, se desarrollaron importantes inversiones que permitieron modernizar al país. Entre las más relevantes se pueden mencionar:
• Construcción de líneas férreas desde Iquique hasta Puerto Montt. De 1.986 km que existían construidos en 1899, se llegó a 4.579 km en 1920.
• Construcción de alcantarillados, redes de agua potable y pavimentación de calles en las principales ciudades del país.
• Impulso al servicio de tranvías en las principales ciudades del país. • Construcción de viaductos, puentes y puertos. • Construcción de establecimientos educacionales.
Si bien el país experimentó importantes avances, esto no siempre se vio aparejado con mejores condiciones de vida para toda la población. Por el contrario, significó un distanciamiento entre una elite adinerada, que participó de las ganancias salitreras, y la población obrera que se concentraba en los centros urbanos y en el norte grande. La elite chilena, bene¿ ciada del auge salitrero, comenzó a incluir a nuevos sectores sociales, como grandes empresarios mineros, comerciantes y banqueros. La incorporación de ellos a la clase dirigente del país, unido a las grandiosas fortunas que habían logrado acumular, conllevó a un nuevo estilo de vida, el cual se manifestaba a través de la ostentación, es decir, la preocupación por mostrar o exhibir la riqueza y así tener una mejor posición social.
Europa era el parámetro de moda y Francia era el mayor referente de la elite, lo cual se expresaba en sus vestimentas, sus peinados, e incluso, en el hablar. Muchos aprendían francés para asimilarse a los europeos, o bien, porque este idioma era necesario para comunicarse en los constantes viajes que eran parte de su vida. Para todos ellos, Chile era un país próspero y lleno de riquezas.
Para la población obrera, en cambio, la situación era totalmente opuesta. La gran concentración de esta población en los centros mineros y ciudades, los malos salarios, el trabajo excesivo y la falta de protección social, provocaban que no existieran condiciones mínimas para una vida digna. Es decir, contar con vivienda, salud, agua y alcantarillado, entre otras. Lentamente, a raíz de esta situación, los sectores populares fueron organizándose de diversas formas para exigir mejoras en su calidad de vida, llegando incluso a pedir reivindicaciones laborales. Por otra parte, en ese período comienza el surgimiento de otro sector social que será relevante en el devenir de la sociedad chilena: la clase media.
La clase media surge en Chile a partir de algunos factores que se conjugaron en ese período, como son el mayor acceso a la educación por parte de un sector de la población, la posibilidad para éste de desarrollar diversas actividades económicas generadas por el auge de la explotación del salitre en las ciudades más importantes del país, y la incorporación de nuevos funcionarios al Estado. En resumen, ambos grupos sociales, obreros y clase media, comenzaron a convertirse en importantes actores de la sociedad chilena.
A pesar de que el Estado no conducía el negocio del salitre, sí cumplía con la función de administración de los ingresos que proporcionaba el cobro de impuestos, por lo que debió tomar importantes decisiones acerca de qué hacer con los recursos que éste aportaba. Así, durante el período, se implementó un importante Plan de Obras Públicas (caminos, ferrocarril, alcantarillados, entre otros), el cual nos da cuenta de una modernización del país. Este proceso lleva al levantamiento de diferentes opiniones respecto de cómo abordar el uso de estos recursos y la modernización del país, que luego conducirán al enfrentamiento de dos bandos en la Guerra Civil de 1891.
TAREA REALIZAR LAS ACTIVIDADES DE LA PAGINA 43 -44. 45 DE SU TEXTO DE ESTUDIO
LUNES 31 DE MAYO
A fines del siglo XIX, la incorporación del norte grande salitrero dio paso a un impresionante crecimiento económico de Chile. Esto permitió al Estado contar con más dinero para mejorar la infraestructura del país, construyendo líneas de ferrocarril y puentes, lo que generaba nuevos empleos y actividades económicas. Producto de este crecimiento, Chile comenzó a experimentar dos grandes e importantes procesos: la industrialización (desarrollo de la actividad industrial y manufacturera) y la urbanización (crecimiento y aumento de población en algunas ciudades), los que afectaron profundamente a la sociedad de la época, tanto en sus costumbres, como en sus condiciones y formas de vida.
Por esos años, gran parte de los sectores populares migran a las ciudades y a las minas, viviendo en condiciones insalubres y extremas, sin que el Estado, ni el resto de la sociedad, se preocuparan de sus necesidades. Frente a ello, los obreros y los mineros comienzan a organizarse y a exigir por sus derechos, llevando a cabo una serie de protestas que relevan la problemática de los sectores populares ante la elite dirigente de la época.
En ese momento, debido a lo anterior, se comienza a hablar de «la cuestión social» en Chile.
Contexto nacional a comienzos del siglo XX
Gracias a la explotación del mineral del salitre, Chile experimentó un importante auge económico el que, sin embargo, era dependiente del mercado externo, en especial de países como Gran Bretaña.
A pesar de que el salitre concentraba la actividad económica, su prosperidad provocó también el nacimiento de una incipiente industrialización, impulso que fue muy beneficioso para el país. De esta manera, surge la mediana industria (la que logra mayor desarrollo),
vinculada a una producción importante de textiles, muebles y paños. Si bien la industria pesada también se fomentó, ésta se orientó básicamente a la construcción de líneas ferroviarias por parte del Estado, en el marco de un impulso modernizador.
Ejemplo de esto es que, hacia 1899, la red estatal de ferrocarriles era de 1.986 km y, hacia 1920, alcanzó los 4.579 km, abarcando desde Iquique hasta Puerto Montt.
Antes de la Guerra del Pacífico, el crecimiento urbano había sido paulatino. Sin embargo, desde el fin del conflicto, muchos campesinos buscaron mejores condiciones de trabajo para ellos y sus familias, soñando encontrarlas en las minas o en las ciudades.
De esta forma, grandes cantidades de personas comenzaron a asentarse en los centros urbanos, los que no tenían condiciones para acoger tanta demanda de vivienda, trabajo o salud.
Esta población, recién llegada, debió adaptarse a estas nuevas condiciones, las que en muchos casos, eran peores que las que habían dejado en el mundo rural, comenzando a desarrollar nuevas formas de vida.
¿Alguna vez le ha tocado trasladarse a vivir a un lugar diferente por motivos de trabajo?
Sin duda, no es fácil dejar aquello a lo que se está habituado. El sacrificio vale la pena sólo si se tiene la perspectiva de que las cosas mejorarán en el nuevo lugar. Imagine entonces, lo que pudo haber significado para muchos hombres y mujeres, el hecho de irse a vivir al desierto para trabajar en las pampas salitreras, o en los alrededores de las ciudades, en ranchos y conventillos, buscando una oportunidad.
En aquella época, las actividades mineras requerían de muchos y diferentes tipos de trabajadores para poder ser desarrolladas. Por ello, las personas que tradicionalmente habían vivido en zonas rurales como el peón, el inquilino y el gañán, comenzaron a desplazarse hacia los centros mineros, ciudades y zonas en construcción del ferrocarril, en busca de trabajo, con la promesa de un mejor salario.
PINTURA DE UN CAMPESINO
EL PROCESO DE LA TRILLA EN EL CAMPO
Durante el período, es posible identificar tres sectores sociales, los cuales entrarán en conflicto por sus diferentes formas de concebir la realidad de Chile a comienzos de siglo.
En primer lugar, encontramos a la clase dirigente del país, que estaba representada por la oligarquía.
Ésta había surgido de la unión de dos grupos: por un lado, la aristocracia tradicional que tenía su principal medio de fortuna en la explotación de la tierra y, por otro, la burguesía industrial, comercial y minera, representada por los nuevos capitalistas que hicieron su fortuna en estas actividades.
Esta fusión implicó también un cambio en el estilo de vida y costumbres, trayendo consigo el abandono de las antiguas formas aristocráticas basadas en la austeridad y la sobriedad, a un excesivo lujo en la forma de vivir, en la vestimenta y en las viviendas.
Por otra parte, las pautas culturales provenientes por mucho tiempo de España, fueron dando paso a modelos que provenían ahora de países como Francia e Inglaterra.
Otro actor importante durante el período son los sectores medios entre la naciente oligarquía y los sectores populares, que se ven favorecidos gracias al crecimiento urbano y a una mayor prosperidad económica.
Son una clase heterogénea, es decir, compuesta de muchos sectores distintos, entre los que destacaban los profesionales, profesores, pequeños comerciantes, funcionarios de gobierno, militares y técnicos.
Gran parte de ellos surgieron por el fortalecimiento de la educación y el crecimiento del aparato estatal.
Se caracterizaron por sus posturas anticlericales, y se aglutinaron preferentemente en el Partido Demócrata. Sin embargo, en los inicios del siglo XX, los sectores medios no tuvieron una participación importante dentro de la vida política y social, debido a que no contaban con una identidad claramente definida, ni organizaciones de importancia que los representaran. Más bien, buscaban diferenciarse de los sectores populares y parecerse a la elite, intentando imitar sus costumbres, lo que los llevaba, además, a vivir en una constante estrechez económica.
Eran un sector relativamente pobre, que dependía de un salario, y que no podía darse grandes lujos. Sólo desde la segunda década del siglo XX, se observó un cambio de mentalidad en estos grupos, pasando de la sumisión a la elite a una conciencia propia que les llevó a buscar cambios sociales.
Finalmente, encontramos a los sectores populares, que correspondían al grupo social menos favorecido por las nuevas riquezas. Para este sector, las duras condiciones de vida eran su característica común en este período. Sin embargo, la composición social era diversa, ya que pertenecían a él campesinos, obreros y trabajadores mineros. Si bien no se vieron favorecidos por la expansión económica ocurrida en el país durante el período, fueron ellos quienes cumplieron una importante función en dicha expansión, trabajando en la construcción de las líneas del ferrocarril y en las actividades mineras, siendo fuente de los principales ingresos del país.
Tanto la industrialización incipiente como la urbanización y el fenómeno salitrero, contribuyeron a las modificaciones en la manera de vivir de los sectores populares.
Luego de un giro importante, llegaron a convertirse en protagonistas del período, encontrando una identificación muy clara como grupo social, luchando por ser incluidos dentro de la vida política nacional.
La vida en el campo
Desde la época de la Colonia, las actividades agrícolas concentraron a gran parte de la población del país en los campos del Valle Central, contando con dos tipos de trabajadores:
Los inquilinos
Eran los trabajadores que vivían en las haciendas y, generalmente, vivían allí desde hacía varias generaciones, comprometidos de palabra con sus patrones.
Es decir, no tenían contrato ni percibían un sueldo; el pago por su trabajo era el derecho a vivir en la casa que le otorgaba el patrón y la posibilidad de trabajar una pequeña parte de la tierra, aledaña a la casa, para su propio sustento.
Peones y gañanes
Trabajaban sólo por temporadas (siembras y cosechas), debiendo moverse constantemente en busca de otras ocupaciones esporádicas. Comúnmente se enlistaban para ir a la guerra, o se desplazaban a diferentes lugares del país para trabajar en la construcción de obras públicas. Con la expansión de la actividad salitrera en el país, muchos peones y gañanes se atrevieron a migrar hacia el norte, produciendo en esa zona el mayor crecimiento demográfico del país en la época. Eran contactados en las zonas rurales por un «enganchador», personaje que visitaba pueblos en busca de trabajadores para las diferentes oficinas salitreras, a los que les ofrecía mejores condiciones de vida. Sin embargo, como ya se mencionó, las condiciones prometidas estaban lejos de significar mejoras en la calidad de vida para estas personas.
La vida en las ciudades
El crecimiento económico que comienza a vivir el país, viene de la mano con el desarrollo de otras actividades económicas de servicios, artesanales e industriales, las que se concentraban en ciudades como Santiago, Valparaíso, Iquique y Concepción.
Por ello, estas ciudades se convierten en un potente foco de atracción para campesinos y habitantes de pequeños pueblos, que inician una fuerte corriente migratoria que se mantendrá a lo largo de todo el siglo XX.
Sin embargo, las ciudades no estaban preparadas para recibir a tal cantidad de nuevos habitantes, por lo que en los alrededores de ellas, orecían ranchos en los que se construían precarias viviendas, a las que llegaban familias enteras a vivir en condiciones miserables.
Pero, fue la vida en conventillos, la que causó más estragos.
Éstos eran pequeñas piezas ubicadas en hilera, sin ventanas ni ventilación, y comunicadas por un patio interior por el que cruzaba una acequia en la que escurrían desperdicios. No había agua, ni mucho menos calles, por lo que el hacinamiento, las enfermedades y la muerte no se hicieron esperar. En 1910, había unos 1.600 conventillos en donde vivían unas 75.000 personas. Las enfermedades como peste bubónica, cólera, viruela y tifus, se extendieron afectando sobre todo a los niños.
A lo largo de la historia de nuestro país, los sectores populares siempre habían vivido en una situación de desventaja con respecto al resto de las clases sociales. Sin embargo, a comienzos del siglo XX, las pésimas condiciones de vida, la absoluta falta de regulación laboral y los graves problemas que enfrentaban estos sectores, los llevaron a oponerse buscando cambios, exigiendo derechos, y constituyéndose como un grupo social con capacidad para participar políticamente en la sociedad.
SOBREVIVIENTES DE LA MATANZA DE SANTA MARIA
Si bien esta realidad no era reconocida por la clase dirigente, la que solía menospreciar las dificultades en que vivían los sectores populares, la denuncia persistente de algunos sacerdotes, políticos y periodistas, y las demandas de los mismos trabajadores, llevaron a la sociedad a reconocer los problemas sociales como una «cuestión social».
Asi se llamó a la «creciente brecha material y cultural que separaba a ricos de pobres, con su secuela de problemas sociales» Si bien este término es amplio, la cuestión social re ere al conjunto de problemas sociales y materiales que afectan al mundo popular.
El Estado no había tomado cartas en el asunto ya que, in uido por el liberalismo, consideraba esos asuntos como «relaciones entre particulares» y, más bien, buscó mantener el orden, reprimiendo con dureza los levantamientos y huelgas. Ejemplo de ello son la Huelga de la Carne en 1905, o la tristemente célebre Matanza en la Escuela Santa María en 1907, en donde perdieron la vida muchos trabajadores. Sin
embargo, llegó un momento en que la tensión social y política puso en evidencia que los problemas de los sectores populares no podían resolverse individualmente, llevando al Estado chileno a dictar leyes y medidas de protección para ellos.
Algunas de éstas fueron: la Ley de la silla (1905), la Ley sobre accidentes del trabajo, la Ley del descanso dominical y la Ley sobre salas cunas, todas de 1917. Este conjunto de medidas, más otras que surgieron en 1924, se conocen como Legislación social, a través de la cual se establecieron los deberes y derechos de los trabajadores.
SOBREVIVIENTES DE LA MATANZA DE SANTA MARIA
GENERAL SILVA RENARD QUE ORDENA DISPARAR EN LA HUELGA DE LA ESCUELA SANTA MARIA EN I907
DISCO DE LA CANTATA DE SANTA MARIA DE IQUIQUE
ACTVIDAD
Observa la siguiente imagen y responde las preguntas
A partir de la observación de la imagen, del conventillo y responde las siguientes preguntas
¿Qué diferencias se pueden mencionar con las condiciones de vida de los sectores populares en la actualidad?
En relación con las leyes mencionadas, ¿en qué se diferencian las condiciones de vida actuales de los sectores populares con la de principios del siglo XX, antes de la legislación social?
¿Cree posible aplicar el concepto de «cuestión social» hoy en día? Fundamente su respuesta.
A partir de la imagen de las clases sociales describe las características de la clases sociales en chile, señalando quienes la componen, donde trabajan, si participan en la actividad política, etc.
conventillo en Santiago 1907
clases sociales en Chile
Durante este período, los trabajadores fueron dándose una serie de organizaciones que les ayudaron a lograr reivindicaciones necesarias para mejorar sus vidas.
A continuación, se presentan las principales:
Sociedades de Socorros Mutuos
Las primeras organizaciones de trabajadores surgieron a mediados del siglo XIX, y se llamaron «Sociedades de Socorros Mutuos» o «Mutuales de trabajadores».
Fueron impulsadas por artesanos (zapateros, sastres, carpinteros, etc.), y trabajadores urbanos (tipógrafos, cocheros, panaderos, etc.) que privilegiaban la solidaridad y la ayuda mutua entre los a liados, para mejorar sus condiciones de vida a través de asistencia médica, educación, y ayuda material para ellos y sus familias. Eran cercanas al Partido Demócrata.
Mancomunales
Eran organizaciones territoriales, o sea, agrupaban a varias mutuales u organizaciones de gremios de una misma provincia o, incluso, a nivel nacional.
En ellas se observa un viraje desde un mutualismo inicial hacia una postura más reivindicativa y confrontacional,
ya que luchaban por el aumento de los salarios, la limitación de la jornada de trabajo y mejorar las medidas de seguridad.
Sociedades de Resistencia
Eran asociaciones de obreros y artesanos que se distinguían de las anteriores ya que cambiaron el eje de asistencialismo por un carácter más ideológico y confrontacional, mediante la lucha y al enfrentamiento con los sectores patronales.
Surgieron hacia fines del siglo XIX, influenciadas por el anarquismo, una corriente ideológica que rechazaba las organizaciones impuestas a las personas (como el Estado, la Iglesia y las Fuerzas Armadas), buscando establecer una sociedad sin clases a través de la acción directa. Además, las sociedades de resistencia pretendían organizar a los trabajadores en confederaciones gremiales o regionales, dotarlos de un fuerte sentimiento de conciencia de clase mediante escuelas de estudio social, y coordinar una huelga general insurreccional.
Federación Obrera de Chile (FOCH)
Nació en 1909, con un carácter mutualista, extendiéndose entre organizaciones de trabajadores de diferentes gremios, oficios y lugares de Chile. Luego, se convirtió en una Federación sindical, en la que con influyeron mutualistas, anarquistas y socialistas.
La Revolución Rusa de 1917, en la que por primera vez los obreros accedieron a controlar el gobierno de un país, revitalizó el socialismo, y en la FOCH comenzó a predominar esa tendencia ideológica.
El principal promotor del socialismo fue Luis Emilio Recabarren (1876-1924) quien, en 1912, abandonó el Partido Demócrata para fundar el Partido Obrero Socialista (POS). Posteriormente, en 1922, el POS pasó a denominarse Partido Comunista.
Recabarren comenzó a trabajar como obrero tipógrafo a la edad de 14 años y, convencido de que el conocimiento entrega libertad, se dio a la tarea de escribir sus ideas con la finalidad de educar a la clase obrera. Creía fuertemente en la igualdad fundamental de todas las personas, y es considerado uno de los más grandes educadores de masas de la historia de Chile, utilizando la prensa, los grupos de teatro, las charlas, discursos y libros para educar, unir y organizar a la clase obrera. Luis Emilio Recabarren se suicidó un 19 de diciembre de 1924, a los 48 años de edad.
Entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, es posible visualizar el surgimiento de una serie de partidos políticos que, consientes de la problemática social, intentaron dar solución a los sectores populares en su inserción social y política.
Destacaremos la labor de los tres más importantes:
Partido Democrático
Nació el año 1887, liderado por Malaquías Concha. Buscaba la emancipación política, social y económica del pueblo dentro del marco institucional, lo que debía traducirse en una mayor participación electoral.
Básicamente representaba a la emergente clase media.
Su tendencia reformista, que fue su rasgo distintivo respecto de los otros partidos, no logró aceptación entre el sector obrero, que buscó otras organizaciones para expresarse.
Partido Comunista
Sus orígenes provienen del POS (Partido Obrero Socialista), fundado por Luis Emilio Recabarren en 1912. El año 1921, se integraron a la III Internacional Comunista, por lo que pasaron a denominarse Partido Comunista de Chile. Gozaron de mucho apoyo de los sectores populares, a quienes representaron en la vida política. Adhieren a las teorías marxistas de interpretación de la realidad, fomentando la lucha de clases.
Organizaciones anarcosindicalistas
Son una rama de las corrientes anarquistas vinculadas con el sindicalismo, que tiene por objetivo que el obrero logre conquistar los medios de producción y cambiar la sociedad. Buscaban la liberación de los trabajadores a través de la constante lucha revolucionaria contra quien fuese su opresor (las clases dirigentes o el Estado).
Sus métodos eran la acción directa y la huelga general como vía par a generar un movimiento social. Uno de sus líderes emblemáticos fue Alejandro Escobar y Carvallo.
I. Analice
Lea el siguiente texto y luego conteste las preguntas.
Movimiento obrero y obrerismo ilustrado
«A principios del siglo XX, en el mundo popular existían notables diferencias en cuanto a organización y estrategias reivindicativas.
Los trabajadores urbanos organizados siempre se esforzaron por demostrar la racionalidad de sus demandas y movilizaciones, advirtiendo, tácitamente, que la violencia provenía de otros sectores populares con los que no se identificaban y sobre quienes proyectaron una imagen que no fue muy distinta a la que tenía la elite: un ‘lúmpen’ que, (…) estaba al acecho de la menor oportunidad para desatar su ‘barbarie’. »Por su parte, la institucionalidad también hizo distingos al interior de los sectores populares.
Los diputados que analizaron la gran huelga de 1903, se preguntaban acerca de si fueron los lancheros, jornaleros, y artesanos los culpables de los desórdenes que habían remecido a Valparaíso.
Su conclusión fue negativa: los desastres los habían provocado desconocidos, «individuos de mala fama salidos de sus guaridas de los cerros, o personas que no eran de la ciudad.» En: Gabriel Salazar y Julio Pinto, Historia contemporánea de Chile II. Actores, identidad y movimiento, LOM editores, Santiago, 1999,
Según los autores, ¿quiénes hacen parte del movimiento obrero? ¿Quiénes no?
¿Quiénes creen que hacen parte del «lumpen»?
¿Qué aspecto de las huelgas que se comentan es el que más preocupaba a las autoridades?
LEE CON ATENCIÓN EL TEXTO Y LUEGO RESPONDE
Extracto del discurso de la presidenta Michelle Bachelet al promulgar la Reforma Provisional (11 de marzo de 2008) «Qué le estamos diciendo a los chilenos con esta reforma: Les decimos que Chile valora su vida dedicada al trabajo. (…) De quienes tuvieron la fortuna de contar con un trabajo estable, como de quienes no tuvieron esa fortuna.
(…) De la madre que tuvo que quedarse en casa dando cuidado a sus hijos. (…) Esta reforma crea la Pensión Básica Solidaria, que es precisamente la forma como se expresa nuestro propósito de valorar la vida y el aporte de todas las personas a la sociedad. Todos los chilenos que pertenezcan al 60 por ciento de la población de menores ingresos, hayan cotizado lo suficiente o no, tendrán derecho a una pensión básica de 75 mil pesos.
Sabemos que muchas veces la mujer no pudo trabajar fuera del hogar; pues bien, allí está la pensión básica solidaria, que bene ciará centralmente a la dueña de casa. Y que en definitiva va a significar que 6 de cada 10 chilenos que reciban la pensión básica solidaria serán mujeres.» Fuente: Discursos escogidos Presidenta Michelle Bachelet Enero-junio 2008 Ministerio Secretaría General de Gobierno Palacio de la Moneda, 2008.
Explica las ventajas de la pensión solidaria.
Explica las desventajas de la pensión solidaria.
1. A partir de la información entregada, completa las siguientes preguntas:
¿Cuáles son las causas de la cuestión social? ( 3 puntos )
Nombra las características de la Cuestión social en Chile. ( 3 puntos )
Nombra las consecuencias de la Cuestión social en Chile. ( 3 puntos )
2. Copia la linea de tiempo en un cuaderno y desarróllala ( 8 puntos )
. ¿Quiénes fueron los siguientes personajes? Señale a qué partido o tendencia política se asocian. ( 3 puntos)
Luis Emilio Recabarren
Malaquías Concha
Alejandro Escobar y Carvallo
II. Reflexione
1. Escriba con sus propias palabras qué es lo que ha entendido sobre la «cuestión social» ( 3 puntos)
2. ¿Cuáles son los procesos que originan la «cuestión social» en Chile? (3 puntos)
III. Analice
Observe con detención las imágenes que le presentamos y responda las preguntas que se encuentran a continuación.
1. ¿Qué diferencias pueden observarse entre los mineros de fines del siglo XIX y los actuales? ( 3 puntos)
2. ¿En qué sirvieron para los actuales trabajadores las demandas obreras de comienzos del siglo XX? Explique. ( 3 puntos)
miércoles 2 de mayo
En agosto de 1891, finalizó un conflicto armado que sacudió al país durante ocho meses, en el cual se enfrentaron dos bandos de la clase política: parlamentaristas y presidencialistas.
En esta guerra civil la Armada apoyo a los primeros y el Ejército a los segundos.
A partir de dos grandes razones, los diversos historiadores han explicado esta crisis política que pone n a la llamada República Liberal.
La primera es la disputa entre dos posiciones políticas: presidencialistas, quienes, como su nombre lo indica, apoyaban al presidente y defendían mayores atribuciones para el Poder Ejecutivo y, parlamentaristas, quienes criticaban lo que creían autoritarismo por parte del presidente ya que consideraban que pasaba por sobre las atribuciones del Congreso por lo que se debía debilitar su poder.
La segunda, que en la opinión de varios historiadores estaba detrás de la disputa política, era una razón económica, es decir, la crisis política de la época cobra fuerza a partir de los intereses económicos de quienes eran dueños de las salitreras, ya que se sentían amenazados por las políticas económicas adoptadas por el Presidente.
Este proceso de crisis denominado como la Guerra Civil de 1891, pone término a un período de paz de casi treinta años y, además, marca un hito histórico trascendental en nuestro país que culmina con el triunfo de las fuerzas parlamentaristas y el suicidio del presidente Balmaceda.
APRENDIZAJE PREVIO DISCUTAN CON EL PROFESOR LAS SIGUIENTES PREGUNTAS
1. ¿Qué entiende usted por guerra civil?
2. ¿Recuerda algún conflicto político que haya dividido fuertemente al país? ¿Cuál?
3. Lea atentamente la siguiente afirmación referida a la muerte del presidente Balmaceda:
«Por primera vez en la historia del país, una de sus etapas críticas se cierra con la muerte violenta de un Presidente de la República»
Ossa, Juan Luis; Ocaranza, Nicolás, Historias del siglo XIX chileno, Santiago, Ediciones Vergara. p 239.
A. ¿Con qué otro hecho histórico usted relacionaría la afirmación?
B. ¿Existen hoy temas conflictivos que dividan la opinión de los chilenos? Escriba al menos dos temas en los que usted considera que hoy hay más de un punto de vista.
El pensamiento liberal fue una de las ideas políticas fundamentales durante el siglo XIX chileno, influida por las ideas ilustradas y por las corrientes de opinión pública en Europa. El Partido Liberal postuló tres grandes objetivos donde se estamparon dichas ideas: conseguir mayores libertades públicas e individuales, disminuir los poderes que tenía el presidente de la República según la Constitución de 1833, y disminuir la influencia de la Iglesia Católica en los asuntos de gobierno.
En 1850, los jóvenes liberales más radicales, como Francisco Bilbao y Santiago Arcos, crearon la Sociedad de la Igualdad, destinada a difundir las ideas liberales de libertad e igualdad. En 1861 comienza un período de mayor ejercicio de la libertad, junto a un progreso y crecimiento sostenido en otras esferas, denominado República Liberal o Época de la Expansión, en donde surgieron nuevos partidos políticos como el Radical y el Democrático, y se realizaron reformas a la Constitución vigente.
Dentro de las transformaciones importantes realizadas durante esta época, se puede mencionar la prohibición de la reelección inmediata del presidente de la República, las garantías de ciertas libertades como la de enseñanza, de reunión y de asociación, y el culto privado de quieres no eran católicos.
Además de estas transformaciones, se aprobaron las denominadas leyes laicas que terminaron con las atribuciones de la Iglesia Católica para manejar los registros de nacimientos, muertes y matrimonios; se fundaron cementerios laicos, se formuló una ley de matrimonio civil y se creó el Registro Civil.
Si bien José Manuel Balmaceda, –el último de los presidentes liberales–, fue electo con el apoyo de su partido (Partido Liberal), su programa de gobierno estuvo caracterizado por defender la fuerza del Poder Ejecutivo.
A partir de la importancia del salitre en la economía nacional, Balmaceda había concebido la idea de invertir la nueva riqueza en obras públicas de gran escala, en mejoras educativas y en la modernización militar y naval.
Por esa razón, quiso evitar la entrega de los terrenos salitreros a monopolios extranjeros, para reservar las ganancias al Estado y ocupar los recursos derivados del salitre en estas obras, lo que implicaba nacionalizar dicho recurso.
Los principales ejes de su programa de gobierno se caracterizaron por una fuerte iniciativa estatal, fomentando el progreso material de diversos sectores: ampliación de la cobertura de ferrocarriles, instalación de líneas telefónicas, construcción de puentes y caminos, y obras públicas en general.
Así, en 1887, se creó un nuevo Ministerio de Obras Públicas, a través del cual se llevaron a cabo las siguientes acciones: construcción de nuevas escuelas, nuevos edificios de obras públicas, primera sección del ferrocarril trasandino, dique seco de Talcahuano (dique para la Armada, que anteriormente debía enviar sus buques principales a reparaciones a Europa),} canalización del río Mapocho, largo puente sobre el río Biobío, viaducto del río Malleco.
El programa de gobierno no sólo se caracterizó por la cantidad de obras que se llevaron a cabo, sino por una práctica política inédita para la época como, por ejemplo, numerosas giras presidenciales con visitas a las diferentes provincias.
Desde 1861 se vivía un proceso paulatino de reducción de las atribuciones del presidente, a través de diversas prácticas del Congreso, mediante las cuales se fueron limitando y obstaculizando las decisiones del Poder Ejecutivo.
La concreción del programa de gobierno de Balmaceda, de carácter modernizador, requería del aumento de las atribuciones del Ejecutivo.
La pugna entre los integrantes del Parlamento que consideraban excesivas las atribuciones y el poder de decisión del presidente sobre los asuntos públicos, y un programa de gobierno que necesitaba de una fuerte iniciativa estatal y de un Ejecutivo con autoridad, fue el detonante del conflicto.
Frente al aumento del poder del Congreso, el presidente requería de la aprobación de éste para la realización de cualquiera de sus proyectos. Balmaceda no aceptó someterse a las prácticas parlamentarias que limitaban su poder y entrampaban la realización de su programa, posición que le trajo problemas con todo el Parlamento, incluido su partido.
En esta situación, el presidente consideraba que el parlamento no le permitía gobernar y decidió aprobar por sí mismo la misma Ley de Presupuesto que había regido el año anterior para poder emprender sus proyectos, y suspender las funciones del Parlamento.
Los parlamentarios consideraron su decisión de aprobar la ley y cerrar el Congreso como fuera de la legalidad e inconstitucional, lo que provocó que se detonara el conflicto armado.
En el estallido de la guerra, la Armada apoyó al Parlamento y el Ejército se mantuvo el a Balmaceda. Incluso, se ha mencionado en numerosos textos que el empresariado salitrero de la época habría cooperado en el financiamiento del Ejército Parlamentarista.
Este enfrentamiento se extendió por ocho meses y contempló diversos hechos de violencia. Uno de ellos es el caso de la masacre de Lo Cañas, donde actualmente se encuentra la comuna de La Florida en la Región Metropolitana, que fue escenario de la sangrienta muerte de 84 jóvenes antibalmacedistas.
También, varios enfrentamientos armados como los de Concon y Placilla, donde finalmente triunfaron las tropas parlamentaristas.
Al darse cuenta de la derrota, el presidente Balmaceda entregó el mando y abandonó el Palacio Presidencial, trasladándose a la legación argentina donde estuvo oculto durante veinte días en los que se dedicó a escribir cartas a su familia y un testamento político. Finalmente, en septiembre, el día después de que se cumpliera el fin de su mandato presidencial, Balmaceda se suicidó disparándose en la sien.
Luego del triunfo de las tropas parlamentaristas se organizó un nuevo gobierno encabezado por Jorge Montt Álvarez, quien –para fortalecer al Parlamento– introdujo nuevas reformas a la Constitución de 1833, con el fin de legalizar prácticas que ocurrían en el Congreso, y así darles legitimidad.
De este modo, la gran consecuencia que tiene para Chile este conflicto, es la instauración de un nuevo régimen de gobierno, caracterizado por el dominio del Parlamento en la vida política, dejando en un segundo plano al presidente. Por esta razón, se habla que en Chile desde 1891 hasta 1925, existió un parlamentarismo a la chilena.
Sin embargo, con este nuevo sistema no se resolvieron los grandes problemas del país, sino que, por el contrario, se produjo un estancamiento ya que las iniciativas eran frenadas en el Congreso. Prácticamente todas las decisiones debían pasar en última instancia por el Parlamento, en donde finalmente se concentraba el poder.
Con frecuencia se interpelaba a los ministros, es decir, se hacían acusaciones por sus actos como funcionarios, lo que generaba también constantes rotativas de los mismos, dejando sin capacidad de contar con políticas más continuas al Ejecutivo.
Por otra parte, en términos económicos, el programa de Balmaceda de nacionalizar el salitre quedó sin efecto, lo que hizo que el recurso siguiese en manos inglesas.
Este parlamentarismo a la chilena desgastó bastante al país, ya que no fue eficiente para dar solución a temáticas tan importantes como la «cuestión social», la que demostró la necesidad de incluir a los nuevos actores que estaban surgiendo en Chile, como los sectores populares y la clase media.
I. Analice
Lea el siguiente texto y luego responda las preguntas.
1. ¿A quiénes cree usted que el presidente les escribe este texto?
2. Según el texto, ¿cuál es la advertencia que hace el presidente Balmaceda?
3. Según Balmaceda, ¿qué debería pasar a partir de las experiencias del pasado?
II. Opine
Trabajo en grupo. A partir de la lectura de los siguientes textos, comente y responda con sus compañeros.
1.¿cual es la idea principal del discurso del Presidente Balmaceda?
2.¿cual es la idea principal del discurso del Diputado Carlos Walker Martínez?
3. Según Balmaceda, ¿en qué deben invertirse los dineros del Estado?
4. ¿Cuál es la crítica que hacen sus adversarios frente a estos gastos?
5. Como grupo, si ustedes tuvieran que administrar el dinero del país, ¿en qué lo utilizarían? Comenten sus posturas, argumentando las razones de por qué realizarían esos gastos. Posteriormente, éstas se pueden debatir en una mesa redonda con el resto de los compañeros.
I. Sintetice
Complete el siguiente mapa conceptual. copia en tu cuaderno y completa (5 puntos- cada recuadro 1 punto)
II. Reflexione
Lea atentamente el siguiente texto y responda las preguntas. 2 puntos cada pregunta
1. ¿Qué era lo que proponía Balmaceda con respecto al salitre? ( 2 puntos )
2. ¿Por qué cree que esto le trajo problemas con la clase dirigente? ( 2 puntos )
3. ¿Qué beneficios cree usted que hubiera traído que el salitre hubiese estado manos nacionales? ( 2 puntos )
1. ¿Qué cree que representa el árbol en la imagen? (2 puntos)
2. Pensando en el proyecto llevado a cabo por Balmaceda durante su gobierno, ¿Qué cree usted que representan los frutos del árbol? (2 puntos)
3. ¿Cree usted que existe relación entre la caricatura y los antecedentes de la Guerra Civil? Argumente su respuesta. ( 2 puntos)
La Guerra Civil de 1891 representó para Chile la crisis de la clase dirigente, expresada en dos posturas políticas antagónicas: parlamentarios y presidenciales.
Ambas corrientes de pensamiento contemplaban proyectos distintos para el país, que fueron incompatibles.
Durante el gobierno del presidente Balmaceda, esta crisis se agudizó tanto por su programa económico que buscaba nacionalizar el salitre, como por su programa político que buscaba fortalecer el poder del Ejecutivo.
El triunfo de las fuerzas congresistas generó un vuelco importante en la vida política chilena, ya que se instaura, hasta 1925, un sistema parlamentario que le quita al Ejecutivo las atribuciones que había tenido desde 1833, disminuyendo la autoridad del presidente. A su vez, la riqueza salitrera siguió en manos extranjeras, sin cambios.
Esta República Parlamentaria no funcionó en forma eficiente debido a que el Congreso tenía poca continuidad y frenaba diversas iniciativas que comprometían los intereses de los mismos parlamentarios por sobre el interés común de Chile.