Año de la
Espiritualidad
Lasaliana
Año de la
Espiritualidad
Lasaliana
Documento compartido por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en el año 2024. Más información en la web del Año de la Espiritualidad Lasaliana del Instituto.
POR QUÉ UN "AÑO DE..."?
Hace dos años nuestros delegados, en el
Capítulo General, decidieron “dedicar el año 2025 a profundizar y
compartir la espiritualidad lasaliana en la Iglesia y el
mundo, con motivo de la celebración del 300
aniversario de la Bula de Aprobación...”
(46.º CG, 2.1)
Esta decisión iba asociada a otras dos: la de “crear una red internacional de Espiritualidad Lasaliana que apoye a los animadores y acompañantes en la vida interior, que patrocinará programas, experiencias y recursos internacionales, regionales y distritales.” (2.3) Y, además, indicaba una forma de acompañamiento con un Consejero a cargo y un posible secretariado. (2.2)
Todo esto como parte del segundo camino de transformación del Instituto, el camino de la disponibilidad radical a Dios.
Algunas de estas propuestas capitulares todavía están buscando concreción tras algunos intentos. Este año es una oportunidad para recomenzar. Tenemos un tesoro para compartir, nuestra espiritualidad de educadores.
UN AÑO QUE ES UN ACORDE QUE PUEDE TOCAR EL CORAZÓN
2025 es, efectivamente, el Tricentenario de la Aprobación del Instituto. La Bula es un documento poco conocido por los lasalianos, un documento que más allá de sus facetas legales, pone de relieve algunos elementos de nuestra identidad que están en el fondo del desarrollo de estos trescientos años: una asociación laical dedicada a la educación de los pobres que, en el corazón de su proyecto, ofrece la catequesis escolar dentro de una experiencia fraternal. En efecto, para nuestra alegría y orgullo, los canonistas señalan que es la primera vez en la historia eclesiástica que un documento papal se refiere a los laicos como catequistas cuando esto había sido, hasta entonces, un ministerio reservado a los ordenados.
Desde aquí es posible comprender por qué 2025 sea, además, elegido para el “Año de la catequesis” que propusieron los Hermanos Jóvenes en su II Asamblea Internacional (Propuesta 3, pág. 26, de la que se hace eco el 46.º CG págs. 23-24). En nuestra tradición espiritual, espiritualidad y misión son indisolubles, del mismo modo que educación y evangelización.
Por eso, también puede ser una gran oportunidad para el desarrollo del Eje Estratégico 6 del Informe Final de la IIIa Asamblea Internacional de la Misión Educativa Lasaliana (III AIMEL) que nos invita a “implementar metodologías innovadoras para el acompañamiento y la educación en materia de interioridad y en la práctica de valores humanos y evangélicos.” (pág. 56)
Pero, 2025 es, además, Año Santo de toda la Iglesia. “Peregrinos de esperanza”, peregrinantes hacia la esperanza (Peregrinantes in spem), es el lema que se nos ofrece. Un año que pone el acento sobre el Misterio de Jesucristo y nuestra conversión al evangelio, con los acentos a los que nos invita permanentemente el Papa Francisco: justicia y cuidado de la creación como única solución a los múltiples problemas de nuestro mundo. La nuestra es una espiritualidad unificadora (R 63) que nos lleva al encuentro, a la contemplación y a la conformación con Jesucristo (R 65).
2025 es, para concluir, además, el 75.° aniversario de la Declaración de San Juan Bautista de La Salle como Patrono de los Educadores Cristianos. Un motivo más para compartir con todos los educadores nuestra manera de vivir el evangelio en el mundo de la educación. “El Instituto se transforma en un recuerdo vivo de la presencia de Dios en el mundo de la educación.” (R 63)
TIEMPOS DISTINTOS PERO SEMEJANTES
Los tiempos en que nuestro Padre, Juan Bautista de La Salle y la primera generación de Hermanos vivieron e inventaron nuestro género eclesial de vida son, ciertamente, distantes y distintos de los nuestros. Pero, por debajo de las diferencias, podemos encontrar resonancias que resaltan el valor de esta identidad que ha sobrevivido en la historia de los lasalianos.
Era aquel un período de renovación posconciliar, como el nuestro. Era un tiempo y una región (la de Francia, pero sobre todo la Champagne), en peligro de perder su identidad católica. En lugar de cerrarse sobre lo que estaba seguro, aquellos varones y mujeres decidieron salir de misión y abrir múltiples y diversas iniciativas pastorales para que los pobres pudieran integrarse en la sociedad urbana naciente y en un nuevo modo de vida eclesial urbano. ¡Pensemos que sólo en Reims, vieron su inicio 82 comunidades consagradas durante el siglo XVII!
También hoy se nos invita a ser Iglesia-en-salida, a no quedarnos “peinando ovejas” en el corral, a convertir nuestras estructuras pastorales para incluir a todos.
Desde nuestra mirada lasaliana, desde la experiencia de nuestro Padre y la primera comunidad de Hermanos, itinerario vital, espiritualidad y misión no son tres cosas que puedan separarse. Son indisolubles.
Y, ENTONCES, QUÉ...
Estamos convencidos de que el protagonismo de este año es, fundamentalmente, distrital y local. No hay mejor modo de incidir sobre los educadores y que eso redunde en un mejor servicio a aquellos que nos son confiados por la sociedad y por la Iglesia. La clave del trabajo está en la formación de los educadores lasalianos. La calidad del servicio educativo está directamente en relación con la calidad de vida de los educadores. Todo lo que hagamos por enriquecer su vida, será ventaja para aquellos a quienes Dios nos envía. Porque la principal mediación pedagógica es siempre el educador.
Para muchos Distritos, quizá, no se trate de “hacer algo nuevo” sino de poner un acento particular sobre la espiritualidad lasaliana. O, tal vez, sí sea oportunidad para dar lugar a un nuevo modo de compartir con otros educadores el tesoro de nuestra espiritualidad lasaliana. Para esto pueden servir publicaciones o conferencias, pero no debemos olvidar que la formación siempre vincula experiencia con teorías: la espiritualidad lasaliana es una experiencia de seguimiento de Jesucristo en las huellas del Señor de La Salle. Los textos lasalianos vendrán a ayudarnos a comprender lo que vivimos. Y como el documento sobre la Formación como itinerario nos propone, el camino de la identidad lasaliana es un viaje de toda la vida, con sus etapas y procesos internos.
QUÉ OFERECERÁ EL INSTITUTO A NIVEL GLOBAL
Algunas ayudas serán ofrecidas a las Regiones y los Distritos:
En 2024, a propósito del Tricentenario de las Letras Patentes y la Bula de Aprobación del Instituto, en octubre se organiza un Seminario de Investigación Lasaliana centrado sobre la asociación para la misión y sus estructuras formales en los últimos 50 años de cara al futuro.
En 2025, ese mismo espacio, estará destinado a la Catequesis Lasaliana.
Con motivo de los 75 años de la Declaración de San Juan Bautista de La Salle como Patrono de los Educadores Cristianos, próximamente se lanzará un concurso de “investigación” fotográfica y filmográfica destinado a alumnos y educadores.
Para los días del Jubileo de los Jóvenes, la Comisión de Jóvenes y la Oficina de Pastoral Vocacional y Voluntariado están organizando una actividad en Roma.
Habrá publicaciones que procurarán ayudarnos a profundizar el sentido de la espiritualidad y la catequesis en el contexto de estos aniversarios.
Y para facilitar todo esto se creará un espacio Web en el que, además de lo que produzca el Intituto a nivel global, buscaremos publicitar lo que las Regiones y los Distritos ofrezcan, de manera que se produzca la “polinización cruzada “ a la que suele invitarnos el Consejo General. Por eso les pedimos que, a medida que los vayan creando, puedan comunicarnos los calendarios de las actividades que organicen a nivel distrital y regional. Igualmente, que nos digan cuáles de esas actividades están abiertas a la participación de lasalianos de otras Regiones o Distritos y en qué condiciones. Contáctenos en: iyls_2025@lasalle.org
Autores:
Dennis Magbanua, FSC
George Van Grieken, FSC
Joël Palud, FSC
Santiago Rodríguez Mancini, FSC
Urbain Andrinirina, FSC