Éste es el modelo más básico que te vas a encontrar en la tienda. Simplemente emite microondas que servirán para calentar líquidos y alimentos sólidos como platos precocinados, cocinar platos muy sencillos como si fueran hervidos, recalentar comida del día anterior, así como también suelen traer también una función de baja potencia para descongelar alimentos.
Son los modelos perfectos si estás seguro de que no vas a querer preparar muchas cosas con él o bien quieres iniciarte poco a poco en el mundo de la cocina con microondas y aún no te atreves con un modelo de más prestaciones.
Las diferencias de precio entre ellos suelen venir dadas por la cantidad de botones, la potencia o capacidad en litros. Existen dos tipos principales: aquellos de sobremesa, el más sencillo y popular, que se coloca simplemente encima de la meseta o encimera, o bien encastrables a una altura determinada en los mueble de la cocina.
Desde calentar un vaso de leche, derretir chocolate, cocinar verduras o pelar frutos secos, esas serán algunas de las funciones que podrás hacer con tú microondas básico.
La única desventaja de este tipo de microondas es que no podrás dorar tus alimentos. Simplemente aparecerán con aspecto cocido, lo que supone que muchos platos, por ejemplo unos simples macarrones, no podrás gratinarlos con queso a la hora de calentarlos.