Comida romana

En esta página os mostraremos la gastronomía romana.

La alimentación dependía de la situación social de las personas y su estructura era la siguiente:

La cena se hacía en familia, al final de la jornada. De la cena diaria a base de lechuga, huevos duros, puerros, gachas y judías con tocino se pasaba a una sofisticada cena de convite con invitados dividida en tres partes:

a) El gustus o aperitivo para abrir el apetito con melón, atún, trufas, ostras…

b) El primer plato era con cabrito, pollo, jamón, marisco, que era el plato fuerte.

c) El segundo plato eran los postres.

La comida se hervía en ollas o cazuelas sobre un trípode, y se freía y se asaba en sartenes o parrillas de hierro. 

La salsa más famosa era el garum, elaborada a partir de las vísceras del pescado fermentadas y mezcladas con vino, aceite, vinagre, sangre y agua. Esta mezcla se dejaba macerar en unas grandes piscinas, después era envasado en ánforas y repartido por las ciudades más importantes de todo el imperio.


¿Qué costumbres había en la mesa romana?

Preferían la comida con bajo contenido de energía y nutrientes. En la mesa se utilizaba ropa sencilla y la cena se consumía en el triclínium. Ahí, las personas se recostaban en un sillón especialmente diseñado. Alrededor de la mesa, estaban acomodados en forma de semicírculo, para que los esclavos pudieran servir fácilmente. Todas las cabezas estaban orientadas hacia el centro de la mesa, con los codos izquierdos sobre un cojín y los pies fuera del sillón. Los esclavos normalmente tenían que estar de pie.

Los pies y manos se lavaban antes de la cena. La comida se tomaba con las puntas de los dedos y dos tipos de cucharas. La más grande era la lígula y la pequeña cochlear. En la mesa, se partían grandes pedazos para ser servidos en platos más pequeños. Después de comer un alimento se lavaban los dedos y las servilletas se usaban para limpiar la boca. Los invitados podían traer sus propios esclavos y servilleta para llevarse las sobras de la comida o pequeños obsequios. Todo lo que no podía ser comido, como los huesos y conchas, era tirado al suelo donde los esclavos pudieran barrerlo.


Lígula


Cochlear


Los invitados usaban coronas cuyos aromas variados eran usados para contribuir a la salud de aquellos que se encontraban cenando y a la atmósfera del banquete. Estas coronas estaban hechas de muchas clases diferentes de flores y perfumes. El tipo de corona que una persona usaba representaba la posición que tomaba en la clase alta.


¿Qué entretenimiento había en las comidas de los ricos?

Durante una cena para invitados, músicos, acróbatas, poetas o bailarines interpretaban, y la conversación jugaba un papel importante. Las danzas no eran usuales, pues eran consideradas impropias y no se llevaban con los modales a la mesa.

El dejar la mesa por necesidades corporales era considerado inapropiado y abstenerse era considerado de gran educación. Tras el plato fuerte, durante una pausa, se hacía una ofrenda a los Lares que eran los espíritus de la casa. Esta ofrenda normalmente consistía de carne, pastel y vino. El pastel era teñido con azafrán.

Muchas veces el entretenimiento consistía en espectáculos eróticos en los cuales una bella dama bailaba en un tubo de metal. 

LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS

El vino era normalmente mezclado con agua inmediatamente antes de consumirse, ya que la fermentación no era controlada y su concentración de alcohol era muy alta. 

Los vinos eran paladeados de maneras variadas. Existían varios vinos: 

- El passum era un vino fuerte y dulce de pasa, para el cual la receta más antigua que se conoce es de origen cartaginés.

- El mulsum que era una mezcla fresca de vino y miel.

- El conditum que era una mezcla de vino, miel y especias hechas a priori y ya maduradas.

Una receta específica para el conditum paradoxum, que es una mezcla de vino, miel, pimienta negra, laurel, dátil, lentisco y, cocinado y almacenado para su uso posterior. Otra receta contiene además del vino, agua de mar, colofonia y brea. La cerveza era conocida también, pero era considerada una bebida vulgar.

Platos típicos en la antigua mesa romana

1.- El puls de los soldados


Es bien sabido que los cereales eran el alimento básico de la dieta romana. Y el alimento más fácil de hacer con harina de trigo (o mijo o espelta) era el puls, una especie de papilla salada o polenta, que se prepara dejando que el trigo hierva en agua hasta que se absorbe ese agua. En ese momento, se agregaba sal y otros ingredientes en función del gusto de cada uno. El puls más preciado, el púnico , también contenía miel, queso y huevos.


2.- Panis Quadratus

 El pan era el más popular, especialmente en los últimos años del imperio cuando el suministro gratuito de cereales comenzó a ser reemplazado por pan precocido. El pan se producía a escala industrial en grandes panaderías y la forma estándar era el panis quadratus , una barra circular grabada en el exterior para obtener ocho rebanadas. 

El panis quadratus se consumía comúnmente en entornos urbanos , donde muchas personas preferían comprar sus alimentos en lugar de cultivarlos y cocinarlos ellos mismos. El pan más barato era muy oscuro, mientras que el más caro también era más ligero, ya que estaba hecho de harina más fina.


3.- El garum de pescado

El garum de pescado era otra de las comidas de la Antigua Roma que más se tomaba. Una especie de conserva que consistía en coger las entrañas del pescado, colocarlas en un recipiente y salarlas. Eran especialmente especies de peces pequeños que una vez saladas, se dejaban en remojo al sol, dándoles la vuelta con frecuencia. Cuando están maceradas por el calor, se trituraban bien hasta extraer una salsa que era el garum que acompañaba a muchos platos. Una salsa fuerte y con mucho olor que quizás hoy en día no querríamos probar pero que si se preparaba con las entrañas de pescado fino y con combinaciones particulares de hierbas y especias, era considerada todo un manjar.


4.- El dulce defrutum

El defrutum era básicamente una salsa dulce barata que se podía agregar a las comidas para darles sabor y calorías. Claro, la miel era un mejor edulcorante, pero también era más cara y solo se producía en ciertas regiones, mientras que el vino se producía en casi todos los rincones del Imperio. Lo que explica por qué el defrutum era más popular.



5.- El gustum de praecoquis

Uno de los mejores ejemplos del gusto romano por platos dulces y salados al mismo tiempo fue el gustum de praecoquis, un aperitivo muy apreciado por las familias patricias. Los cocineros lo preparaban hirviendo albaricoques a los que luego agregaban pimienta molida y menta, salsa de pescado, vino de pasas, vino y vinagre, junto con un poco de aceite de oliva. Una vez que el líquido se reducía a salsa, después de unos 20 minutos, el cocinero añadía más pimienta y lo servía. Este plato nació dulce y fácilmente podría haberse servido como postre. Pero la adición de pimienta, vinagre y salsa de pescado lo convirtió en un plato para servir antes de la comida principal.