Costumbres y curiosidades grecorromanas
Higiene y cuidado personal
Los griegos tenían especial cuidado por su higiene personal, por ello los niños aprendían a nadar y se bañaban en el río o en el mar.
En las casas, los esclavos vertían el agua sobre sus señores, que permanecían dentro de un recipiente de cerámica o metal, en ellos había un agujero que servía de desagüe. También surgieron los baños públicos, lugares de encuentro y discusión, solo para hombres, porque las mujeres no concurrían a ellos y como comían con las manos, se las lavaban antes de comer y luego se las solían limpiar con migas de pan. Solían hacer sus necesidades al aire libre, aunque a veces se empleaba una especie de inodoro denominado amis y también existían orinales infantiles.
Para los hombres, la barba larga era lo habitual hasta que, en el periodo helenístico, se extendió la costumbre de afeitarse la cara y las barberías se hicieron comunes. Las mujeres libres llevaban largas cabelleras (a diferencia de las esclavas, las cuales llevaban el cabello corto), a las que les solían dedicar diversos cuidados. Se embellecían con cosméticos y perfumes, también estaban extendidos los tintes, los espejos y los peines
Las mujeres libres se maquillaban para diferenciarse de las esclavas; solían prestarle especial atención a sus uñas y se rasuraban el vello corporal.
Las supersticiones
Los griegos y los romanos era muy supersticiosos. Ellos interpretaban como símbolo de la mala suerte el canto de un gallo en mitad de un banquete, la presencia de un perro negro o de una serpiente en el patio o levantarse con el pie izquierdo.
Creían en los hombres lobos, las brujas, los fantasmas y los vampiros. También sentían miedo por el mal de ojo, del cual se protegían con amuletos y conjuros.
Si querían hacerle una desgracia hacia sus enemigos escribían su nombre en una tablilla con una petición desfavorable para él y se tiraba al un lago de agua caliente.