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ESTUDIOS EN EL CONSERVATORIO
En muchas ocasiones a lo largo de nuestros estudios, sobre todo en secundaria, nos ha sido difícil compaginar nuestra vida en general con el instituto. Esto resulta mucho más complicado para personas que dedican sus tardes a realizar actividades de manera profesional. Pero yo me voy a centrar en las personas que cursamos enseñanzas profesionales en el conservatorio, ya que es mi caso, y me gustaría dar más a conocer esta actividad, es decir la música, y destacar cómo puede enriquecer nuestra vida.
Es sabido que la música tiene muchos puntos positivos a la hora de ejercitar nuestra mente, y que escucharla puede activar algunas zonas del cerebro, pero tocar un instrumento es capaz de activar prácticamente todo nuestro cerebro al mismo tiempo.
Si la música te gusta, puede ser una buena manera de evadirse de otras actividades frustrantes que se presentan en nuestro día a día, y que, en muchas ocasiones, pueden llegar a producir estrés. Podemos ver que la música tiene claros efectos positivos en nuestras vidas, pero es complejo poder compaginar estos estudios alternativos con el instituto.
Mucha gente piensa que el conservatorio no tiene una salida realmente profesional, tampoco se piensa que es un estudio igual de válido que otro cualquiera. Esta es una de las principales razones por las que he decidido escribir acerca de esto, porque estos estudios están infravalorados y realmente supone un gran esfuerzo poder sacar el instituto y el conservatorio a la vez, y no hay muchos que sepa ver esto.
A lo largo de la semana pasamos alrededor de cinco horas y media en el conservatorio, y según vas avanzando de nivel este tiempo va incrementando. También habría que sumarle las horas que empleamos en casa en estudiar nuestro instrumento y otras actividades complementarias como; Lenguaje Musical, Armonía, Historia de la Música… dependiendo del curso en el que te encuentres.
Hay que darle más visibilidad a este sector para abrir nuestra mente y ver opciones más allá de las que se suelen plantear.
Miriam Guerrero Arellano
EL CAMINO DEL DESPERTAR
En la actualidad, la mayoría de la población de nuestra llamada “sociedad moderna o industrializada” vive engañada con respecto a los hábitos que nos llevan a ser felices.
Es una realidad que en los últimos años están aumentando los índices de fracaso escolar, las enfermedades de salud mental, el consumo del porno o las ENT (Enfermedades No Transmisibles).
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Solo cuando despiertas, cuando escapas, te das cuenta de que tu libertad de elección estaba condicionada, dirigida inconscientemente a través de una serie de factores y elementos que antes no percibías. Factores los cuales priorizan los cánones o preceptos que esta sociedad ha ido estableciendo con la evolución de los años.
Muchos de nosotros somos conscientes de que hay algo en nuestras vidas que no funciona como nos gustaría. Es como si no estuviera mal, pero no termina de estar del todo bien; algo que tiene que ver con nuestro propio Ser. Por lo tanto, es de gran importancia ser conscientes de que para que esa mejora tenga lugar, algo debe cambiar en nuestra manera de ser. Por ejemplo, quien desea tener amigos a pesar de su timidez, nunca podrá ampliar su círculo de amistades hasta que no rompa el límite que él mismo se marca.
La manera en la que nos hablamos a nosotros mismos cuando hacemos algo mal, así como la imagen que tenemos cuando nos miramos en un espejo, determina cuánto nos valoramos y este, a su vez, influye en el cómo nos vemos. Por lo tanto, la autoestima es algo que se debe trabajar desde una edad temprana, ya que el impacto que generará en nuestro sistema nervioso será fundamental en los próximos años.
Para lograr conseguir tu mejor versión, necesitas voluntad. Una persona con voluntad posee una visión larga de la vida y es apto de posponer la recompensa. Es capaz de ponerse objetivos concretos a largo plazo y saber que para llegar a ellos es necesaria la constancia, el orden y la decisión.
Cuando llevas a cabo esos objetivos todos los días tienen coherencia. Aunque algunas veces no te sientas bien, no te apetezca levantarte de la cama o simplemente te dé pereza hacer cualquier cosa, con esa voluntad que estás educando mediante la constancia, decides no perder ese tiempo y hacer algo; deporte, pintar, cocinar, leer o quedar con alguien que te aporte energía para seguir.
Además de encontrar tus aficiones, es necesario estudiar y tener conocimiento sobre tu entorno para crear tus propias opiniones, conocer y acabar estudiando algo que realmente te apasione.
Quien estudia, quien es capaz de sacrificarse y posponer la recompensa visualiza mucho mejor las oportunidades y es capaz de buscarlas, valora el tiempo que está con sus amigos y familiares. Esta persona crea unos hábitos saludables que forman un camino que desemboca en la felicidad. Al igual que es importante el sacrificio y la voluntad, lo es disfrutar del proceso y mantener un equilibrio donde tú sepas controlar y educar tus emociones. Sin embargo, no siempre es posible, pero el esfuerzo que haces en concentrarte o en ponerte a hacer aquello que no te apetece es muy importante para no fallarte a ti mismo.
Nuestras decisiones diarias reflejan nuestras creencias más profundas. Aquí juega un papel muy importante nuestra alimentación; y es que todos hemos escuchado alguna vez “somos lo que comemos”.
En el último lustro se están produciendo graves alteraciones en nuestra microbiota intestinal, que están estrictamente relacionadas con enfermedades como la depresión, el alzheimer o el autismo. El doctor Mario Alonso Puig estudia el aparato digestivo como nuestro segundo cerebro, ya que es una red de comunicación que conecta: el cerebro, el corazón, el tubo digestivo y por supuesto que lo relaciona con el exterior; formando eso que llamamos mente.
Una de las cosas más importantes que hay que practicar si quieres llevar una vida equilibrada y saludable es el deporte. No importa que no te guste salir a correr o ir en bicicleta, puedes salir a andar o hacer en tu casa ejercicios de yoga, de estiramientos e incluso tomarte un tiempo de meditación. Independientemente de lo que decidas hacer, procura que ese momento sea de desconexión y sobre todo no te metas en Instagram o en Tik Tok. El beneficio del deporte se pierde cuando adormecemos nuestro cerebro mientras intenta luchar con esa sobrecarga de estímulos que produce estos vídeos o imágenes para desconectar de los problemas que nos rodean. Al hacer esto se producen picos de dopamina, la hormona del placer. A priori no parecen malos, pero esos mismo picos son los que se generan cuando un adicto a las drogas necesita de su dosis diaria. Actualmente se está tratando con la misma medicación a los adictos a la heroína que a los adictos al móvil. Por eso es tan importante saber posponer la recompensa, para así no volvernos adictos a esta hormona que nos hacen perder horas y horas de nuestra vida observando la de otros.
Por otro lado, para alcanzar el camino del despertar, debemos tener en cuenta la energía que nos rodea. Numerosos estudios han demostrado que si nos rodeamos de personas tóxicas, automáticamente esas actitudes o comportamientos nos llevan a lo mismo, a ser una persona tóxica.
Tenemos que dar con las famosas personas vitamina que son aquellas que te dan buena energía, te llenan de ánimo y cuando estás de regreso en casa te sientes mejor, más positivo, con ganas de comerte el mundo y con la mandíbula dolorida de tanto reír. Pero, para ello, debemos llevar nuestra conciencia al inconsciente, salir de nuestra zona de confort y dejar de confundirlo con el destino cuando se producen relaciones sanas a nuestro alrededor.
Cuando por fin entendemos qué es lo que nos pasa en esos momentos en los que no entendemos qué es lo que nos está sucediendo, se abrirá ante nosotros un nuevo mundo de verdaderas posibilidades. Muchas veces elegimos pensando que eso es lo que verdaderamente queremos en nuestra vida, pero es el mundo de constante información instantánea e inútil el que nos lleva a tomar esas decisiones.
Basándonos en nuestra pequeña experiencia podemos afirmar que no es camino sencillo, tampoco corto, si no todo lo contrario. Está lleno de baches que nos hacen querer acabar con todo, días grises en los que la tristeza gana a las ganas de seguir luchando, o días en los que el odio hacia uno mismo se revela contra el mundo. Pero es entonces cuando tenemos que mantenernos fuertes ante el compromiso con nosotros mismos.
Todavía nos queda mucho camino que recorrer pero son los pequeños resultados que obtenemos del trabajo diario con nosotras mismas, el que nos hace seguir avanzando en este sendero que llamamos camino del despertar.
Ángela Gutiérrez y Lucía Pérez. 2º Bachillerato CyT
(Ángela y Lucía, desde el curso pasado dirigen el programa de radio
y posterior podcast Acción por el Clima, emitido los viernes en el recreo.
Puedes escucharlas en https://go.ivoox.com/sq/1838494)
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LA ADOLESCENCIA Y LAS EMOCIONES
¿Qué vas a estudiar? ¿Qué quieres ser de mayor? ¿A qué vas a dedicarte? Son preguntas que nos llevan haciendo los adultos desde que apenas somos niños. Puede que cuando eras un alegre niño de cinco años tuvieras claro que ibas a ser bombero e ibas a ser un héroe rescatando personas, pero llega un momento en el que dejas de tener esas ideas tan claras, y comienzas a tener problemas con la elección de tus decisiones. Ese momento es la adolescencia.
Durante la adolescencia se producen cambios tanto físicos como psicológicos en el niño, su cuerpo, su actitud y sus hábitos comienzan a cambiar en base a su nuevo desarrollo psicológico. En la adolescencia aprenden a ser más independientes de sus padres, y es en ese momento cuando comienzan a formarse como persona, comienzan a ser alguien, empiezan a tener palabra y opinión propia.
El problema nace cuando pensamos que estos cambios en nuestra personalidad son amenazas y los terminamos creyendo falsamente. Así nacen las inseguridades, los miedos, los apegos irracionales y las malas decisiones. Comenzamos a tener pensamientos negativos sobre nosotros mismos porque nuestras emociones comienzan a parecerse a una montaña rusa y nunca hemos sido enseñados a gestionar ese factor en nuestra vida.
Las emociones son confusas, puedes pasar de estar riendo a estar llorando en tan solo unos instantes porque tu amigo hizo un comentario crítico sobre tu vestimenta. Ellas te controlan más de lo que tú las controlas, y a veces te arrepientes de eso.
¿Alguna vez te ha ocurrido que le has gritado a un ser querido cuando no tenías intención de hacerlo? ¿En un momento en el que siquiera tenías control sobre tí mismo? Estoy segura de que es así, a mi también me ha ocurrido, y no tiene nada de malo, es una parte del proceso de la adolescencia. Siempre nos han hablado de esta época como una etapa muy bonita en la que creceremos y nos convertiremos en unos adultos hechos y derechos, pero nunca nos han mencionado todos los cambios negativos que tiene esta etapa, de las amistades que se pierden, del estrés que se sufre...
Si hay algo que considero muy importante saber para poder afrontar esta etapa es el aprender a gestionar tus emociones. Con esto me refiero a aprender a saber identificar cuando te sientes de una manera y poder reaccionar de forma racional ante tu propio comportamiento. No se trata de saber controlar completamente las emociones sino de reconocerlas y saber ajustarlas a nuestra propia estabilidad mental.
Esto no sólo te va a ayudar en las relaciones sociales, sino también a nivel académico, hay personas muy sensibles que pueden llegar a llorar en situaciones de estrés, realizando la estrategia adecuada, ellos pueden vencer este comportamiento ante ese tipo de condiciones.
El último factor que destacaría como importante para no quedarte estancado en tus emociones durante este periodo tan importante de tu vida sería el de juntarte con personas verdaderas, con personas que te apoyen en todas tus elecciones y te aporten algo positivo a la vida.
Todos conocemos esa sensación de tristeza que se siente cuando un amigo al que aprecias mucho comienza a criticarte sin ton ni son, es una tristeza diferente a la que se siente cuando un ser querido muere, o a la que sientes cuando fracasas en algo. Es una tristeza relacionada con el sentimiento de traición, un sentimiento que puede jugarnos más de una mala pasada a lo largo de nuestra vida.
A raíz de esto, también podemos encontrarnos con amistades que nos cambian por otras, es decir, encuentran a otra persona con la que juntarse y nos van dejando de lado mientras pasa el tiempo, olvidándose de nosotros lentamente, lo que también puede afectarnos psicológicamente.
Las amistades verdaderas son más importantes que incluso las relaciones románticas que puedan darse durante la adolescencia ya que puede que el noviazgo sea temporal, pero una amistad sincera puede durar toda una vida.
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Podemos concluir esta corta introducción a la adolescencia mencionando que se basa en una época de cambios y procesos interiores como el de madurar. La adolescencia es el camino previo necesario antes de llegar a la vida adulta, el que nos forma como personas.
Sin embargo no es un camino fácil, hay rocas en él, rocas que tenemos que aprender a esquivar con el paso de los años para poder llegar a nuestro destino final.
Marina Sampériz García, 4º ESO