Tres hombres (Jose, Rodrigo y Lumen) subían la escalinata principal del IES La Laboral . El sol brillaba en lo alto, y sus sombras se proyectaban en los sucesivos peldaños. A los lados, el parking había sido vaciado por motivos de peso y las plazas las ocupaban muchísimos estudiantes del instituto. Hablaban entre ellos, sonreían y aguardaban a la hora señalada que les habían indicado. Arriba de las escaleras, esperaban el director, jefes de estudio y profesores. Las tres figuras se pararon al llegar a ellos y todos se saludaron con un afectuoso apretón de manos. Además, había miembros de la consejería de educación, orgullosos por sus estudiantes y su labor en Europa. Todos esperaban expectantes.

• Un placer conocerles.- les decía el director.- Su ayuda ha sido indispensable para los chicos. Felicidades.

• Muchas gracias y, la verdad, es que sin ellos nada hubiera sido posible.- respondió Jose.

• Así es, ha sido un gusto enorme acompañarles.- cerró Rodrigo.

• ¿Quién de ustedes es Lumen? - preguntó una de las jefas de estudios.

• Encantado señores, señoras - dijo Lumen adelantándose. Iba con un vaquero, y una camiseta de manga corta muy moderna. Llevaba una visera, que se quitó en el momento que llegó a la zona de saludos. 

• Teníamos ganas de conocerte. Muchísimas gracias por mantenernos informados, a los profes, y a las familias. Por darnos explicaciones de todo. Han sido unos días de tensión, pero tú nos los has hecho más llevaderos.

• Oh, no pasa nada. Era mi deber. - Dijo Lumen.