"Unas horas después estaban sentados en el avión, confiando en que en Dinamarca iban a encontrar más respuestas. 

Amina repasaba los mitos que conocía, por si encontraba alguna pista sobre Tritón y sus hijos. Comprobó que era hijo de Poseidón y de Anfitrite y que se le solía representar con una caracola, un tritón, y una cola de pez. Terminó por encontrar una escultura situada en pleno centro de la ciudad de Copenhague titulada "Agnete og Havmanden”, traducido como Agnete y el tritón oSireno. Le llamó poderosamente la atención ya que encajaba con la pista dada por Lumen. La escultura de “Agnete y el tritón” estaba colocada bajo el agua costando un poco distinguir las figuras de las que se componía, ya que con el paso del tiempo se habían llenado de algas. Exactamente estaban representados Tritón con sus 7 hijos a la espera del regreso de Agnete, la mujer de Tritón y madre de sus hijos. ¡Lo había encontrado! ¡Ese era el lugar al que tenían que ir! Por su parte, y cómo no, Saúl reservaba las fuerzas, intentando dormir con la capucha puesta.

El vuelo fue breve y llegaron al aeropuerto de Copenhague con intriga sobre quién les estaría esperando junto a la estatua de Tritón y sus hijos. La ciudad les llamó mucho la atención. Parecía una ciudad muy limpia, ecológica, elegante y donde los transportes funcionaban a la perfección. Llegaron al centro de la ciudad en una media hora y se instalaron en el apartamento que habían reservado y que, según Saúl, les había costado un riñón y medio y parte del pulmón. Por el camino, Amina le iba poniendo al día del resto de datos sobre Hans Christian Andersen, el escritor del cuento de Tritón y Anges, que había averiguado. Tenían que ir a mirar desde el puente Højbro a las aguas del canal...."