el mensaje de yoda

Un proyecto "MadeinBleCua": Lengua Castellana-3ºESO

Las palabras son seres vivos que llegan a un idioma, se usan, se adaptan, crecen... A veces se reproducen (formando familias léxicas) pero otras... mueren... porque se dejan de usar. ¡Una lástima!

En este universo lingüístico, cada palabra, como las personas, tienen un brillo o talento especial (¿o era espacial?)... Si las miras bien, comprobarás que algunas destacan por su elegancia o categoría (gramatical) y utilizan tácticas (¿o eran sintácticas?) para acercarse a otras... Los determinantes, por ejemplo, no saben vivir sin sustantivos, y a veces... de tan cerca que se ponen... los acaban devorando... En este universo lingüístico ya tienen asumido que, una vez que han cometido el delito, hay que llamarlos pronombres.

Algunas palabras, como las personas, son flexibles y varían su forma según las circunstancias. Otras no se adaptan ¡Es lo que hay! Pero no pasa nada... dentro de las invariables, por ejemplo, están las interjecciones... que tienen un poder especial: concentran en sí mismas mensajes enteros... ¡Buah... una pasada! Algo parecido a los emoticonos.

Hay especímenes de todo tipo en este Universo de palabras... el punto fuerte de algunas reside en su físico... que es de todo menos simple: es gracioso ver cómo algunas palabras circulan por ahí compuestas de varias cabezas (o raíces). También te puedes encontrar con especímenes parasintéticos: estos se forman de varias piezas que, en una galaxia cercana, entraron en colisión al mismo tiempo.... Y luego están las que han sufrido amputaciones de miembros varios: los acortamientos, por ejemplo, han perdido medio cuerpo por el camino y ahora van más rápido. Otro caso singular son las abreviaturas porque son muy enigmáticas y tienen "un puntito" especial. Primas hermanas de estas últimas son las SIGLAS, que van de guays porque sólo desvelan lo justo (la inicial) y presumen de escribirse con mayúsculas y de hacer un plural extraño. En fin... pero para seres raros (por su forma) están los acrónimos. Les llaman coloquialmente "palabras-puzle" porque están hechas de trocitos de otras, como los teleñecos (muñecos que trabajan en la tele).

Si pasas un tiempo con las star words... enseguida observarás que algunas conviven en la entrada de sus casas (¿o eran diccionarios?) con otras acepciones... y es una convivencia saludable ¡claro que sí! pero envidian un poco a las monosémicas que no tienen que compartir su vivienda con otros. También es muy gracioso ver que, como todo hijo de vecino, las star words tienen, por un lado, amistades sinónimas y, por otro, enemigos antónimos... Cuando ven a estos últimos, se suelen cambian de acera para no caer en paradojas del destino... como le pasó a amor-odio... que dicen que son ramas de un mismo árbol.

Observar la apariencia o morfología de las palabras está muy bien pero, al igual que pasa con las personas, hay que tener en cuenta que la belleza reside en el interior... y esa esencia connotativa es fantástica. Es precisamente el poder de ese significado (invisible a los ojos) lo que impacta en el cerebro humano. Es increíble comprobar cómo hay palabras poderosas que tienen la capacidad de enamorarte en diez segundos o dejarte hundido en la miseria... ¡Brutal... el superpoder que tienen las palabras!.

Todavía no hemos dicho nada de la procedencia... algunas palabras viven en este idioma desde siempre... y forman parte del patrimonio. Pero otras son viajeras y fueron llegando a nuestro planeta lingüístico de otros lugares exóticos: canoa (de las Américas), novela (del italiano), búnquer (del alemán), restautante (del francés) o karaoke (del japonés). Muchas de ellas se fueron asimilando al paisaje y se escriben bajo nuestras reglas ortográficas -con tildes y todo- (fútbol, béisbol, güisqui...) pero hay otras que conviven con el formato original (hall, software, selfie...) y por esa razón las etiquetan como barbarismos.

Algunas encierran orígenes de lo más curioso... y surgen de anécdotas, de onomatopeyas o de nombres propios de gran calado, como boicot, lazarillo, bimbo, rímel, clínex o sándwich. Estas merecen una distinción especial... y tienen la medalla de epónimos.

En fin... se pudiera decir tantas cosas de las STARWORDS... por ejemplo, que se agrupan en galaxias técnicas (en función de su especialidad o puesto de trabajo) como axioma (matemáticas), lexema (lengua) o acetilsalicílico (medicina). Y hablando de Medicina... ¿Sabías que algunas palabras están moribundas en hospitales? Están ahí porque se usan muy poco... y sólo las podremos usar si las colamos con más frecuencia en nuestros discursos... Otras, sin embargo, son la mar de populares, están de moda y se utilizan constantemente.

Incluso a veces pasa que estas palabras "de moda" que en principio vinieron de otros lugares para unos días y triunfan... generan conflictos y piques con su homónima patronímica, que tiende a caer en depresión. Como le pasó a "representante" cuando apareció "manager", por ejemplo. Menos mal que el comando RAE hizo campaña y concienció a unos cuantos de los anglicismos innecesarios.

Tengo que reconocer que siento debilidad por las palabras juguetonas... algunas son camaleónicas y desordenan sus letras para formar otras. Se llaman anagramas... yo un día ví en acción a un argentino-ignorante....¡Jajajaja! Otras palabras graciosísimas son las capicúa, porque se pueden leer igualmente del derecho y del revés. Capicúa hace referencia a los números, las palabras con esta peculiaridad se llaman palíndromos, como por ejemplo reconocer. Una vez oí hablar de las palabras fénix... que no se llaman así porque resurjan de sus cenizas sino porque son únicas. Su rareza es hermosa: sólo riman con ellas mismas... como muslo, árbol o puf. Algo parecido a lo que les pasa a los números primos.

Y tú... ¿Sabrías descifrar dónde está el poder estelar de una palabra determinada? Pues de esto y mucho más va este proyecto... titulado STAR WORDS.

Créditos:

Proyecto realizado por Ana Beatriz Moliné

Profesora de Lengua y Literatura

IES J.M.Blecua (Zaragoza)