LOS SESENTA: La década de los jóvenes
by Alfonso Pérez (jefe del dpto. de Historia)
by Alfonso Pérez (jefe del dpto. de Historia)
Cuando el martes 20 de enero de 1961, J. F. Kennedy tomaba posesión de su cargo como presidente de los EEUU y daba inicio a la década de los Sesenta, la Guerra Fría estaba en todo su apogeo e iba camino de sus peores momentos. Unos años antes, la URSS había elegido como máximo dirigente a N. Kruschev y el choque de trenes entre ambas superpotencias se iba a producir en octubre de 1962, durante la crisis de los misiles nucleares de Cuba. Durante unos días, el mundo contuvo la respiración, consciente de que estaba cerca una conflagración atómica. Al final, se impuso la cordura y fue el inicio de lo que iba a caracterizar la década de los Sesenta, la política de coexistencia pacífica entre los bloques, por lo menos en el terreno nuclear. El año siguiente, el 22 de noviembre de 1963, JFK era asesinado en Dallas.
Fue la década en la que se luchó con más intensidad en favor de los derechos civiles de las minorías, sobre todo los de la comunidad negra de los USA, destacando activistas como Martin Luther King, Malcom X y Ángela Davis.
A lo largo de toda la década, los movimientos juveniles y/o estudiantiles fueron los más activos y estuvieron presentes, y en primera línea, en todas las protestas: contra la amenaza de guerra nuclear, en favor de los derechos civiles, contra la guerra de Vietnam, en favor del antimilitarismo,… llegando a su culminación en la primavera de 1968 en Europa y América, cuya máxima expresión fueron los hechos de “mayo del 68” en Francia y la “primavera de Praga” en Checoslovaquia. Los procesos de descolonización del Tercer Mundo fueron seguidos con mucho interés y la revolución cultural de la China de Mao nutrió las posiciones de los jóvenes más radicales.
Estos movimientos juveniles vinieron determinados por el desarrollo de los Estados del Bienestar, tras la II Guerra Mundial y generaron una amplia gama de manifestaciones contraculturales, como respuesta a los planteamientos de la generación anterior (la cultura hippie y flower power, el rock and roll, el pop art, el cine de la “nouvelle vague”) y alternativas sociales (comunas, comunidades rurales, inmersiones orientales). Los jóvenes son también los principales seguidores y consumidores de todas las modas, y especialmente de las bandas musicales, entre las que destacan The Beatles, The Rolling Stones, The Who, The Beach Boys, etc, a través de la cuales canalizan una parte importante de sus necesidades culturales y de ocio.
Es la década de los jóvenes. Todo iba dirigido a ellos. La cultura de masas se vuelve internacional y las tendencias culturales recorren el mundo entero. En Gran Bretaña, hasta la música popular más anodina o la manifestación artística más simple podía ser una forma de protesta en sí misma en manos de los jóvenes. Todo les servía para marcar diferencias: la ropa, el peinado, el maquillaje, los complementos, … y la publicidad amplificaba la demanda. Al estilo “Carnaby Street” de Londres y el “New Man” de París, que fueron clonados en toda Europa (conjuntos coloridos y ajustados), junto con el de Europa Central (vaqueros, camisas de trabajo, botas y gorras), se unieron las prendas de inspiración gitana de los hippies, el “look” más utópico y contracultural de todos, que provenía de los USA. Era la forma que tenían los jóvenes de romper con la gerontocracia.
El impulso juvenil de los años Sesenta pretendía cambiar el mundo y su descontento por cómo iban las cosas se expresó en multitud de protestas, pero el mundo cambió muy poco. El mayo del 68 francés pronto fue desactivado, la primavera de Praga acabó en un suspiro, la guerra de Vietnam siguió hasta 1975, la Guerra Fría continuó hasta 1991,... de ahí que John Lennon compusiera “Imagine” en 1971, resumiendo ese deseo de un mundo mejor en paz que no acababa de alcanzarse y por el que los jóvenes de las décadas siguientes tendrían que seguir luchando.
by Alfonso Pérez