HISTORIA DE ESPERA
La villa de Espera ha estado habitada desde la más remota antigüedad. Prueba de ello son los restos arqueológicos que se han encontrado en su término, como pueden ser varias colecciones de útiles de piedras talladas pertenecientes al Paleolítico.
Numerosos han sido también los hallazgos pertenecientes a las culturas Turdetanas, Íberas, Cartagineses; pero es en la época de la Conquista Romana cuando aparecen las dos ciudades de Carissa Aurelia y Esperilla, ambas localizadas en los alrededores de la actual villa. Tras los Romanos llegan los Visigodos, que levantaron una fortaleza sobre los restos de una fortificación romana, donde hoy se alza el Castillo.
La Conquista Musulmana significó la destrucción total de Carissa y el establecimiento de los nuevos habitantes alrededor de un nuevo recinto de defensa, que sigue tomando como base el Castillo de Fatetar, mandado a construir por Abderramán III. Con Fernando III pasa a manos cristianas y sirve como fortaleza fronteriza hasta la caída del Reino de Granada. Cuando éste cayó la función militar del Castillo desaparece y es entonces cuando los espereños comienzan a construir sus casas en los lugares más llanos, a lo largo de las laderas, existiendo dos villas: "La Villa Vieja" arriba, dentro de los muros del castillo y "La Nueva" en el actual emplazamiento del pueblo. Desde el siglo XIII la Ermita de Santiago, dentro del Castillo, sirvió de iglesia, hasta que en 1614 se terminó Santa María de Gracia, actual parroquia.
En 1299 Fernando IV concede el castillo y la villa a Juan Arias de Quadro, en 1375 pasa a los Portocarrero y en 1394 se incorpora al Señorío de los Ribera cuando D. Per Afán de Ribera compra la villa y las tierras que la rodean en 24000 maravedíes. Durante esta época los espereños participan en numerosas campañas contra los musulmanes. En el siglo XVI, una vez pacificada la zona, los habitantes de Espera emprenderán una serie de pleitos y demandas para hacer valer sus derechos frente a sus señores. A mediados del siglo siguiente el Señorío de Espera pasa a la Casa de Medinaceli. El siglo XVIII es una centuria azotada por las calamidades; se registran tres terremotos en 1636, 1639 y 1679, así como una epidemia de peste en 1680. Espera entra en la edad Contemporánea marcada por varios de los acontecimientos que protagonizan el siglo XIX; sufren los dramáticos efectos de la fiebre amarilla que sacude Andalucía; 1810 Espera es ocupada por los franceses, quienes acondicionan el Castillo por su situación estratégica. En 1820 pasa Riego por sus calles, camino de Arcos de la Frontera, cuando el levantamiento de Las Cabezas de San Juan, dejando aquí diversos elementos del Batallón de Asturias.
En sus calles surgió el famoso dicho de "Esto va a acabar como el Rosario de la Aurora". La llegada del siglo XX significa el comienzo de la emigración para muchos espereños que deciden marchar de su pueblo en busca de unas mejores condiciones económicas. En la actualidad Espera vive dedicada al cultivo de la tierra (cereales, remolacha y girasol) y a las labores de Hormigonados y Pulidos. Últimamente el Turismo Rural constituye una importante alternativa para el desarrollo de la economía local
En el término municipal de Espera se han hallado diversos restos arqueológicos, como pueden ser varias colecciones de útiles de piedras talladas pertenecientes al Paleolítico. Numerosos han sido también los hallazgos pertenecientes a las culturas turdetanas, íberas y cartaginesas; pero es en la época de la conquista romana cuando aparecen las dos ciudades de Carissa Aurelia y Esperilla, ambas localizadas en los alrededores de la actual villa.1
Tras los romanos llegaron los visigodos, que levantaron una fortaleza sobre los restos de una fortificación romana, donde hoy se alza el castillo. La conquista musulmana significó la destrucción total de Carissa y el establecimiento de los nuevos habitantes alrededor de un nuevo recinto de defensa, que sigue tomando como base el castillo de Fatetar, mandado a construir por Abderramán III. Con Fernando III pasa a manos cristianas y sirve como fortaleza fronteriza hasta la caída del Reino de Granada. Cuando este cayó la función militar del castillo desaparece y es entonces cuando los espereños comienzan a construir sus casas en los lugares más llanos, a lo largo de las laderas, existiendo dos villas: "La Villa Vieja" arriba, dentro de los muros del castillo y "La Nueva" en el actual emplazamiento del pueblo.
Desde el siglo XIII la ermita de Santiago, dentro del castillo, sirvió de iglesia, hasta que en 1614 se terminó Santa María de Gracia, actual parroquia.
Restos hallados en Santa María de Gracia
En 1299 Fernando IV concede el castillo y la villa a Juan Arias de Quadro, en 1375 pasa a los Portocarrero y en 1394 se incorpora al Señorío de los Ribera cuando Per Afán de Ribera compra la villa y las tierras que la rodean en 24 000 maravedíes. Durante esta época los espereños participan en numerosas campañas contra los musulmanes.
En el siglo XVI, una vez pacificada la zona, los habitantes de Espera emprenderán una serie de pleitos y demandas para hacer valer sus derechos frente a sus señores. A mediados del siglo siguiente el Señorío de Espera pasa a la Casa de Medinaceli. El siglo XVIII es una centuria azotada por las calamidades; se registran tres terremotos en 1636, 1639 y 1679, así como una epidemia de peste en 1680.
Vista desde la carretera de Arcos
Espera entra en la Edad Contemporánea marcada por varios de los acontecimientos que protagonizan el siglo XIX; sufren los dramáticos efectos de la fiebre amarilla que sacude Andalucía; 1810 Espera es ocupada por los franceses, quienes acondicionan el castillo por su situación estratégica. En 1820 pasa Riego por sus calles, camino de Arcos de la Frontera, cuando el levantamiento de Las Cabezas de San Juan, dejando aquí diversos elementos del Batallón de Asturias. En sus calles surgió el famoso dicho de "esto va a acabar como el Rosario de la Aurora".
La llegada del siglo XX significa el comienzo de la emigración para muchos espereños que deciden marchar de su pueblo en busca de unas mejores condiciones económicas. En la actualidad Espera vive dedicada al cultivo de la tierra (cereales, remolacha y girasol) y a las labores de hormigonados y pulidos. Últimamente el turismo rural constituye una incipiente alternativa para el desarrollo de la economía local, aunque el paro se ha ensañado de modo considerable con la población.2
SEGUNDA REPUBLICA
El 30 de enero de 1930, Primo de Rivera abandonaba el poder tras algo más 6
años de gobierno. Se pretendió entonces volver a “la normalidad democrática” de antes
de 1923, intentando salvar la monarquía gravemente deteriorada y desprestigiada ante el
país. Así lo intentó la corona con el gobierno del general Berenguer.
El rey ofreció el gobierno a Alba, pero este lo rechazó. Las conspiraciones
siguieron adelante; Lerroux pidió neutralidad a la Guardia Civil hablando por teléfono
con su director, Sanjurjo, quien se negó a prestar apoyo a ninguna manifestación
popular.
El 18 de febrero se formó un nuevo gobierno, bajo el mando del almirante
Aznar, que durará hasta el 14 de abril, fecha en que se proclamó la II República.
Una vez conocidos los resultados electorales municipales en todo el territorio
nacional, se produjeron masivas manifestaciones populares en los núcleos urbanos más
importantes y el día 14 de abril Alfonso XIII parte para el exilio. El Comité
Republicano que había salido del Pacto de San Sebastián, se hizo dueño de las riendas
del país. Así se formó el Primer Gobierno Provisional de la II República. Alcalá
Zamora, un andaluz de Priego de Córdoba, que había sido ministro durante la
monarquía se convirtió en Primer Presidente. En ese Gobierno tenían cargos
ministeriales personas de distintas tendencias políticas. Aparecerán nombres que serán
primeras figuras de la política española a lo largo de este período: A. Lerroux (PRR),
M. Maura (DLR), Fernando de los Ríos (PSOE), Azaña (AR), Largo Caballero (PSOE),
Marcelino Domingo (PRRS), Martínez Barrios (PRR), Casares Quiroga (ORGA)
FRANCISCO GARRIDO BARRERA
Nació en Espera el 6 de junio de 1893, en la calle de Los Toros, entonces llamada
Tetuán. Era hijo de Cristóbal Garrido Vega y Teresa Barrera Virués. Estudió en el
colegio Santo Tomás de Aquino de Sevilla. Contrajo matrimonio con Mª de la Luz
Troncoso Armenta en la iglesia Santa María de Arcos de la Frontera el 15 de agosto de 1918. El matrimonio tuvo siete hijos.
Fue refundador del Círculo “La Unión” el uno de enero de 1922.
Pero al parecer ocurrieron algunos incidentes entre las autoridades y esta Asociación que dieron lugar a la aparición de diversos artículos en los periódicos de la zona. En esos momentos era Presidente Rafael de Cruces, oficial del Ayuntamiento, además de Curro Garrido, José María Garrido, su hermano y Secretario de la Corporación, Genaro Peralta, Manuel Romano y en definitiva todas las personas políticamente más, significativas del momento.
Efectivamente, según las Memoria Familiares, obra inédita de Gabriel Garrido, el cabo
de la Guardia Civil, Narciso Santos Muñoz, prohibió los juegos de naipes en el Círculo
La Unión, que según señalaba el propio Gabriel Garrido sería el punto de encuentro
entre todos los “elementos disconformes con los dirigentes de la política local”.
JESUS NAZARENO
Son muchas las imágenes existentes en la Iglesia Parroquial de Espera de las que desconocemos sus autores. Una de ellas, hasta hace poco, era la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la Hermandad del mismo nombre. Sin embargo ya en 1932 en uno de los volúmenes de las Notas para la Historia del Arte en Andalucía, Celestino López Martínez1 hablaba de Pedro Nieto como autor de un Nazareno en Espera. Posteriormente hacían la misma referencia los hermanos Cuevas en su libro sobre Espera de los años 602. Pero era un documento que nadie había estudiado a fondo la información que en él se daba. Juan Candil3, párroco de Espera hasta comienzos de los 70, siempre había creído que el Nazareno actual era una segunda imagen. Decía Juan Candil que la imagen actual fue colocada en su altar en 1782 y que para la primera imagen se utilizaba peluca, como consta en los Libros de Cabildo. Sin embargo los datos que nos aporta el documento del contrato entre Pedro Nieto y Pedro Criado, mayordomo de la Cofradía de Jesús Nazareno en la villa de Espera, nos da la clave para saber que es, efectivamente, la imagen realizada por Pedro Nieto es la que actualmente se encuentra en la Iglesia Parroquial de Espera. Todos los datos coinciden, tamaño, características, etc. Esto y el no haber encontrado otra escritura, ni otra referencia en los Libros de Cabildo y de Cuentas de la misma Hermandad nos hacen pensar que, sin duda es la misma imagen. A continuación transcribimos el texto conservado en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla.