Convéncete de que tienes una buena memoria que mejorará. Demasiadas personas se atascan aquí y se convencen de que su memoria es mala, que simplemente no son buenos con nombres, que los números solo se escapan de sus mentes por alguna razón. Borra todos esos pensamientos y promete mejorar tu memoria. Celebra incluso los logros pequeños para mantenerte motivado.
“Ejercitar” regularmente tu cerebro lo mantiene creciendo y estimula el desarrollo de nuevas conexiones nerviosas que pueden ayudar a mejorar tu memoria. Al desarrollar nuevas habilidades mentales, especialmente habilidades complejas como aprender un nuevo idioma o a tocar un nuevo instrumento musical, y retar a tu cerebro con acertijos y juegos, puedes mantener tu cerebro activo y mejorar su funcionamiento fisiológico.
Los recuerdos son muy frágiles a corto plazo, y las distracciones pueden hacerte olvidar rápidamente algo tan simple como un número de teléfono. La clave para no perder recuerdos incluso antes de que puedas formarlos es concentrarte en que quieres recordar por un rato sin pensar en nada más. Por consiguiente, cuando intentes recordar algo, evita las distracciones y tareas complicadas por unos cuantos minutos.
A menudo, olvidamos cosas no porque nuestra memoria sea mala, sino porque necesitamos trabajar en nuestras habilidades observacionales. Una situación común en la que esto ocurre (y con la que casi todos pueden relacionarse) es conocer gente nueva. Frecuentemente, no recordamos los nombres de las personas al principio porque no estamos realmente concentrados en recordarlos. Encontrarás que si haces un esfuerzo consciente para recordar esas cosas, te irá mucho mejor.
Puedes estimular más partes de tu cerebro al usar tantos sentidos como sea posible al memorizar información. Cuando una mayor parte de tu cerebro está activa, tu habilidad para desencadenar tus bancos de memoria aumentará.
Cambia la ubicación normal de las cosas para recordar hacer algo. Si necesitas recordar tomar tu complejo vitamínico cada mañana, entonces pon la tostadora al lado, y solo ponla de vuelta a su lugar habitual después de tomar tus vitaminas. Ver la tostadora fuera de lugar te recordará que algo no está bien y que hay algo que necesitas recordar.[6]
Las tarjetas son especialmente útiles para estudiar. Se trata esencialmente de una tarjeta con una pregunta en un lado y su respuesta en el otro. (También puedes poner dos cosas que deseas asociar, una a cada lado de la tarjeta). Conforme aprendes un tema en concreto, puedes tener una pila de tarjetas y revisarlas para evaluarte a ti mismo. Puedes poner a un lado las que hayas contestado bien y repasarlas unos días después.
Estudiar como loco solo sirve para poner información en tu memoria a corto plazo. Tal vez recuerdes la información para tu examen al día siguiente, pero apenas recordarás la unidad a la hora de dar el examen final. Distribuir tus horas de estudio es muy importante porque le da tiempo a tu cerebro para que codifique la información y la almacene en tu memoria largo plazo.