La ansiedad es un sentimiento de miedo, preocupación, o temor que puede ser una reacción normal a situaciones estresantes. Puede ayudar a las personas a mantenerse alertas y preparadas para enfrentar situaciones desafiantes. Sin embargo, cuando la ansiedad es muy intensa o frecuente, puede interferir con la vida cotidiana.
Físicos:
Dolor de estomago, sudor frio, calambres, latidos rápido del corazón, dificultad para respirar
Conductuales:
Evitar participar en actividades en clase, poco atención, falta de participación en clases,
Apoye, pero no controle
La clave es ayudar a su hijo a manejar su ansiedad, pero no ser demasiado sobre protector en un intento por eliminarla. Al escuchar con atención y expresar empatía, ya está dando una gran cantidad de apoyo.
También puede hablar sobre cómo afrontar distintas situaciones. Si su hijo tiene ansiedad por separación, por ejemplo, y estaba en casa de un amigo y se sentía preocupado por volver a casa, haga una lluvia de ideas sobre las respuestas apropiadas. Su hijo podría preguntarle a la mamá del amigo a qué hora pasará usted a recogerlo, por ejemplo, o podría pedirle a la mamá que le llame para saber a qué hora llegará usted. Tener estrategias como estas puede ayudar a tranquilizar a su hijo y reducir los sentimientos de ansiedad.
Practique técnicas de relajación con su hijo
Ofrezca hacer algunos ejercicios de respiración profunda o meditación con su hijo. De este modo, reconocerá cómo se siente y le proporcionará estrategias de relajación proactivas que podrán probar juntos. Cuando los niños están ansiosos, su respiración suele ser poco profunda. Puede probar la respiración abdominal profunda en la que su hijo coloca una mano sobre el pecho y la otra sobre el vientre. Al inhalar, su abdomen debe expandirse y al exhalar, su abdomen debe contraerse.
La respiración consciente consiste en enfocarse en la respiración y llevar la atención al momento presente. Haga que su hijo cierre los ojos e inhale y exhale lentamente. Mientras respira, puede reflexionar sobre áreas de tensión en su cuerpo. Luego, puede visualizar una sensación de calidez y comodidad para aliviar la incomodidad en estas áreas.
Los niños mayores y los adolescentes también pueden disfrutar explorando varios tipos de yoga, meditación, imágenes guiadas y otras técnicas de relajación.
"Ansiedad, Depresión y Estrés: Diferencias y Relaciones"
La ansiedad de la depresión: A veces las personas sufren de ansiedad junto a trastornos adicionales de salud mental. Muchas personas también sufren de depresión, y aunque se puede sufrir de ambos trastornos a la vez, es importante notar que estos tienen diferentes síntomas y causas.
La ansiedad de el pánico: Imagina que la ansiedad y el pánico son primos: se relacionan, pero no son siempre lo mismo. Es común tener ataques de pánico, como una respuesta de miedo, con trastornos de ansiedad. También es posible tener un ataque de pánico ocasional sin tener un trastorno como tal. Los ataques de pánico pueden ser aterradores; a veces se sienten como un ataque cardiaco. ¿Las buenas noticias? Éstos no ocasionan ningún daño permanente a tu cuerpo, aunque eso no significa que no tengan importancia.
La ansiedad de el estrés: El estrés es una respuesta completamente normal y prevista a situaciones y cambios en nuestras vidas. La ansiedad también puede manifestarse como una respuesta al estrés. El truco es identificar cuando los niveles saludables de estrés se convierten en niveles desproporcionados de ansiedad relacionados con ciertas situaciones o eventos.
Para mas información visite: www.helpguide.org/es/ansiedad/ansiedad-en-ninos-y-adolescentes-una-guia-para-padres